jueves, 26 de abril de 2018

Moed Katan 16 - Sobre el ostracismo

Los sabios talmúdicos como sabemos suelen saltar de un tema al otro. Como en el Daf anterior se comparaba a los deudos con los enfermos de Metzorá y a las personas que habían sido condenadas al ostracismo (Nidui) el Talmud ahora se pasea por diversas leyes y costumbres sobre este tema. Según la tradición hay varios niveles de ostracismo que se le pueden aplicar a una persona como forma de castigo. Las más comunes son Nidui/Shmateta y la más severa Jerem. Según el Talmud antes que una persona sea condenada primero al Nidui esta persona debe ser llevada a una corte y esta debe desobedecer el dictamen de la corte para ser sentenciado al ostracismo. Antes incluso de este proceso a la persona se le debe advertir en más de una ocasión sobre que esta transgrediendo un precepto. Con el menude (el sentenciado al ostracismo) uno no podía comer, beber o ni siquiera pararse a cuatro codos de distancia de aquel. El menude quedaba de alguna forma incomunicado de la sociedad en general aunque todavía seguía viviendo en medio de ellos. Cuando una persona era sentenciada al ostracismo se hacía sonar el Shofar para advertirle a la gente sobre este proceso judicial y se leían publicamente todas las acusaciones sobre esta persona para que todo el mundo estuviese al tanto (de la misma forma cuando una persona se arrepentía o se termiaba su tiempo de excomunicado se volvía a tocar el Shofar para advertirle a la población de que podía volver a tener contacto con aquella persona). Los sabios también tenían la potestad de decretar que la propiedad del Menude sea declarada "sin dueño" para que todo el mundo pudiese tomar de sus posesiones. Tan duro era el castigo que la gente tenía permitido pegarle e insultar al Menude. De la misma forma que tres sabios podían decretar el ostracismo otros tres sabios podían tiempo después anular aquel decreto. 

Según el Talmud los tiempos minimos para las amonestaciones (Nezifa) son de siete días mientras que el ostracismo (Nidui) no puede durar menos de 30 días. Sin embargo el Talmud relata muchas historias de personas que se auto-impusieron una amonestación por ofender a algún sabio de tan solo un día (y no siete). 

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