Estamos iniciando un nuevo capitulo del tratado de Kidushin. El primero comenzó señalando como una mujer era "adquirida". Este segundo capitulo comienza enseñando como un hombre desposa -santifica- a una mujer. El término en hebreo para desposar a una mujer es "Mekadesh", que literalmente es santificar, ya que lo sagrado es aquello que esta separado de lo vulgar, de lo cotidiano. Lo sagrado es aquello que hacemos único. Se nos enseña entonces que un hombre puede desposar a su mujer él mismo o a través de un emisario (Sheliaj). La mujer lo mismo, ella misma puede desposarse o puede hacerlo a través de un Sheliaj. Es decir según la Mishná una pareja puede contraer matrimonio sin estar ambos presentes en un mismo lugar, cada uno puede enviar a un Sheliaj para cumplir esta misión y de esta manera esta pareja queda santificada. Rab Iosef, sin embargo, en el Talmud nos señala que es más valioso que el hombre por sí mismo despose a su mujer y que no lo haga a través de un Sheliaj.
Shlujo shel Adam Kemoto. El Talmud explica de dónde proviene la idea de que uno a través de un enviado puede cumplir un precepto. Luego de afirmar que esto se extrae de la Torá de una interpretación de un versículo donde se afirma que toda la congregación de Israel va a ofrecer un sacrificio de Pesaj -y los sabios afirman que esto es físicamente imposible por lo cual tiene que significar que un sacerdote lo hará en nombre de todos- los sabios extraen que esta idea puede replicarse en la mayoría de los mandamientos. Este enviado es como quien lo envía en todos los sentidos. Por eso si un enviado desposa a una mujer es como si quien lo hubiera mandado se estaría casando.
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