Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a Adonai, de ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda (Vaikra 1:2)
Nuestro lenguaje es machista aunque no nos percatemos. Cuando hablamos de "los hombres" muchas veces nos estamos refiriendo a la humanidad toda y no al género masculino. En la Torá ocurre lo mismo, en innumerable cantidad de situaciones se menciona que Moshé o Dios le anuncian algo a "los hijos de Israel" (Bnei Israel). Ante esta situación compleja los sabios del Talmud se detienen e intentan identificar si tal o cual precepto le corresponde a todos los judíos, ya que "hijos de Israel" podría ser homologado a los Bnei Adam (a los hijos de Adam, o sea toda la humanidad sin distinción de género), o bien podría ser pensado como los hombres judíos. Bnei Israel puede tener ambas acepciones y seguramente desde su sentido literal e historico como muchos exegetas y academicos afirman el llamado a los Bnei Israel debía también incluir a las mujeres y simplemente era utilizado como nosotros en español utilizamos la frase "los hombres que habitan la tierra", por ejemplo, para hacer referencia a todos los seres humanos. Sin embargo los rabinos infieren que en muchos casos cuando se habla de los "hijos de Israel" solo se habla de los varones libres y mayores. Estos son los que podían realizar los sacrificios, y no las mujeres. Esto es lo que nuestra Mishná y su subisiguiente Guemará nos enseñan hoy. Son los hombres los que pueden ofrecer un sacrificio, apoyar sus manos sobre estos para ofrendarlos o realizar todas las tareas que tengan relación con el Templo de Jerusalém. Las mujeres quedaban excluidas. Los unicos dos sacrificios que podían realizar las mujeres eran los que debían hacer si decidían convertirse en nazarenas (Minjat Nezira) o si se las acusaba de ser mujeres adulteras (Minjat Sotá). De todos los demás sacrificios quedaban excluidas.
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