Las maldiciones. Está prohibido maldecir a nuestros padres y
nuestras madres invocando el nombre de Ds. Cualquier hijo o hija que maldiga a uno de sus padres
invocando uno de los nombre de Ds, y no uno de sus atributos como “Rajum (misericordioso)”,
debe ser lapidado. La tradición judía es muy estricta con respecto a las
maldiciones y al respeto de todos nuestros “mayores”. Cuando maldecimos
invocando el nombre de Ds, nuestras palabras crean realidades. Como está
prohibido maldecir a nuestros padres también está prohibido maldecir al Nasí,
al príncipe de Israel, o a un sabio director de una academia de estudios
judaicos.
Elohim, un
caso interesante. En la Torá esta escrito “VeElohim LoTekalel – y a Elohim no maldecirás”. Los sabios del Talmud, en este caso Rabi Ishmael y Rabi Akiva
discuten sobre a qué se refiere la Torá con Elohim. Rabi Ishmael, aquel sabio
que dice que la Torá fue escrita en el lenguaje del hombre, nos dice que Elohim
en ese versículo no se refiere a Ds (por ser éste uno de sus nombres) sino
que se refiere a los jueces (y Elohim significaría allí tan solo “los fuertes”
como la traducción literal del término refiere). Rabi Akiva, sin embargo, nos
dice que allí Elohim significa Ds mismo. O sea la discusión es ¿A quién no se
debe maldecir: a los jueces o a Ds? Finalmente algunos legisladores seguirán la
postura de Rabi Akiva y otros la de Rabi Ishmael pero en definitiva no tiene
importancia ya que hay otros pasajes en la Torá que también nos prohíben por un
lado maldecir a Ds y otros que nos prohíben maldecir a los jueces.
La segunda
Mishná: trata sobre un hombre que abusa de una muchacha virgen
comprometida con otro hombre. En resumidas cuentas nos dicen los sabios que
este hombre debe ser lapidado. Ahora analizaremos un caso interesante. ¿Qué
pasa si 10 hombres abusan de ella y todavía ella se mantiene virgen? ¿Los 10
deben morir lapidados, o solo el primero, o ninguno? Como se imaginaran
diversas opiniones aparecen en el Talmud. Pensémoslas un momento.
Nuestra Mishná estipula que quién se acuesta con una VIRGEN, ya comprometida con otro hombre, debe morir por lapidación. Lo que la Mishná no hace es aclarar si esta relación sexual implica o no la perdida de la virginidad, ya que pueden tener una relación sexual, Sheló Kedarká (por ejemplo anal), y la muchacha así no perdería la virginidad, según el entendmiento de nuestros sabios. Entonces si 10 personas se acuestan con ella ¿cuál debe ser su castigo? La halajá queda de la siguiente manera: Si las 10 relaciones fueron Sheló Kedarká, por lo cual la muchacha violada continúa siendo virgen los 10 hombres deben morir por lapidación. En cambio si las relaciones sexuales son Kedarká perdiendo así su virginidad con el primero de los 10, solamente éste debe ser lapidado mientras que los restantes deben ser muertos horcados. Creo que este fue un buen ejemplo para entender cómo los sabios del Talmud piensan y analizan las situaciones, por más horrendas que sean.
Nuestra Mishná estipula que quién se acuesta con una VIRGEN, ya comprometida con otro hombre, debe morir por lapidación. Lo que la Mishná no hace es aclarar si esta relación sexual implica o no la perdida de la virginidad, ya que pueden tener una relación sexual, Sheló Kedarká (por ejemplo anal), y la muchacha así no perdería la virginidad, según el entendmiento de nuestros sabios. Entonces si 10 personas se acuestan con ella ¿cuál debe ser su castigo? La halajá queda de la siguiente manera: Si las 10 relaciones fueron Sheló Kedarká, por lo cual la muchacha violada continúa siendo virgen los 10 hombres deben morir por lapidación. En cambio si las relaciones sexuales son Kedarká perdiendo así su virginidad con el primero de los 10, solamente éste debe ser lapidado mientras que los restantes deben ser muertos horcados. Creo que este fue un buen ejemplo para entender cómo los sabios del Talmud piensan y analizan las situaciones, por más horrendas que sean.
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