martes, 31 de enero de 2012

Sanhedrín 10 - Makot

No comente nada sobre la hoja anterior ya que no encontré nada "muy jugoso" para trabajar con ustedes.

Ahora sí continuamos con nuestra guemará. Recordemos que la estructura de este primer capitulo del tratado Sanhedrín es inusual. Al comienzo son presentadas todas las mishnaiot y a continuación trae una guemará muy larga que va y vuelve a las mishnaiot. En nuestra página los sabios vuelven a una de ellas en particular, que establece: los casos de "golpes-castigos" se juzgan con tres jueces pero Rabi Ishmael decía que se debían juzgar con 23 jueces. Recordemos que a grandes rasgos la diferencia central para evaluar si una situación debía ser juzgada por 3 o por 23 jueces dependía si era una cuestión comercial o una cuestión penal. 

Las Makot, eran los golpes que el tribunal rabínico le debía infringir a un trasgresor de la ley. Si alguien traspasaba algún mandamiento, el castigo podría  bien ser la muerte directamente (por apedreamiento, abrasamiento, etc.) o bien recibir estos golpes-makot como forma de correctivos. Es por este motivo que los sabios en nuestra Mishná discuten. ¿como consideramos a las makot? ¿cómo algo penal que puede derivar en la muerte o como un caso de castigo físico sin más?  Raba, apoyando la tesis de Rab Ishmael, dice que estas makot son un substituto de la muerte por este motivo debería ser juzgado por 23 jueces para hacer más difícil imponer la sanción. Rashí comentando el por qué las makot son consideradas una forma de muerte dice simplemente: ya que este hombre trasgredió un mandamiento, tiene que recibir un castigo como la muerte o similar. El hijo de Raba, Rab Aja, discute con su padre ya que le dice que si éste fuera el caso, que las makot son una forma de muerte, por qué se necesitaría que a la hora de aplicar este castigo esté presente un médico para evaluar al trasgresor (quien recibe el castigo). Aquí me detengo un segundo para señalar algo: la Torá nos ordena que una de las formas de castigo son los latigazos-makot, pero que se deben aplicar, como máximo, cuarenta makot, no más, para que "nuestro hermano no muera". Los sabios talmúdicos entienden este principio de la Torá e instituyen que siempre debe haber un médico a la hora de impartir este castigo para que evalúe si el trasgresor puede seguir recibiendo makot o no. Si este puede seguir recibiendo más será únicamente hasta llegar a las cuarenta, en realidad el máximo es 29, pero si el medico considera que este hombre no puede más y que una maká (singular de makot) más puede terminar con su vida, los jueces están obligados a detener la flagelación. 

La discusión no queda saldada en la guemará. Hoy estudiamos esto sólo para estudiar ya que estas leyes no se aplican en nuestros días. Nuestro estudio también nos debe servir para darnos una idea de la sensibilidad y la manera de pensar de nuestros sabios. En primer lugar la sensibilidad para tratar a este hecho como un caso de pena capital, haciendo más difícil que alguien finalmente sea condenando ya que es más sencillo que dos hombres estén de acuerdo en condenar a alguien que doce. Por otro lado, debemos ver la sensibilidad de la Torá y más la de nuestros maestros talmúdicos en cuanto a la manera de impartir los castigos. Hoy, todos, o la mayoría, podemos acordar que castigar mediante golpes no es la manera correcta de hacer las cosas pero, imaginemos la mente de las personas hace tres mil años! Podemos intuir que la Torá da un gran paso. Permite los golpes como forma de castigo pero le pone un límite, la vida de la persona no puede estar en juego. Los sabios talmúdicos expanden esto mucho más al recurrir a un médico a la hora de utilizar este castigo, él y solo él debe decidir si la persona está apta de seguir recibiendo golpes.

domingo, 29 de enero de 2012

Sanhedrín 8 - Tzlofjad y el Mekoshesh


La Torá no es otra cosa que la Ley. Esta semana en Parashat Bo vemos lo que segun Rashí debiera haber sido el comienzo de toda la Torá: el primer mandamiento. Es cierto que en el libro de Bereshit se encuentran algunos mandamientos y preceptos pero, todos podemos acordar, que no es un libro de la Ley. Es un libro que contiene historias sobre el origen del mundo, sobre el diluvio, sobre el origen de la humanidad, del pueblo hebreo y su desarrollo, pero sin duda no es un libro que verse sobre la Ley. En todo el libro de Genesis sólo hay tres preceptos: el de Pria Urebia (crecer y multiplicarse), el Brit Milá (la circunsición), y el de Gid Hanashe (la prohibición de comer del nervio ciático). Los preceptos empiezan a llegar de forma ordenada y múltiple en el libro de Shemot, luego se extiende por Vaikrá, un poco menos en Bemidbar y con mucho énfasis nuevamente en Devarim.

Las leyes en la Torá, llamémoslas mitzvot-jukim-mishpatim o de cualquier forma que aparecen nombradas, son expuestas sin argumentos previos. Por ejemplo, tres veces se nos dice que no debemos mezclar el cabrito en la leche de su madre pero no se nos dice el por qué o el origen de esta prohibición. Generalmente las leyes son expuestas sin que antes haya habido un caso para el cual sea necesario sancionar dicha ley. Con un ejemplo quedará más claro: La ley de “no mataras” no surge como consecuencia de que el pueblo de Israel comenzó a matarse entre sí, simplemente es una Ley que se expone. Así con cada una de las leyes… o con casi todas.

Dos excepciones: El Talmud, en nuestro folio, nos dice que todas las Leyes que aparecen en la Torá debían haber sido escritas directamente por Moshé sin que haya ningún acontecimiento que provoque su legislación. No obstante, el Talmud nos trae dos ejemplos de cómo dos leyes son “promulgadas” definitivamente por dos acontecimientos. El primero es el de las hijas de Tzlofjad. Estas mujeres, cinco hermanas, eran hijas de un hombre que murió en el desierto. No tenían hermanos hombres lo que generaba un problema de acuerdo a la legislación vigente ¿Quién debía heredar la tierra de su padre? (Recordemos que en la antigüedad la mujer no podría heredar) Moshé, al ser cuestionado por estas hermanas y al no saber qué contestar, va y le pregunta a Ds sobre cómo debe obrar. Ds le dice que las hijas de Tzlofjad debían heredar la tierra de su padre. En ese momento Moshé les dice esto mismo y escribe esta Ley en la Torá: si cuando un hombre muere no tiene hijos hombres, sus hijas mujeres pueden heredar. Este es un caso de cómo una Ley que debiera haber sido promulgada directamente sin ningún caso que provoque su legislación es finalmente establecida por un acontecimiento que ocurrió en el desierto. Por estas mujeres es que finalmente esta ley fue establecida.

Segunda excepción: En Shabat hay muchas prohibiciones. 39 para ser exactos. 38 de estas prohibiciones son expresadas de alguna manera por la Torá sin que nada haya acontecido para que tengan que ser establecidas. En el plan “original” de Ds, Moshé debía haber escrito estas 39 prohibiciones directamente pero una de ellas escapó a ese plan. Una de las prohibiciones de Shabat es, como hoy sabemos, la de recolectar madera/troncos (Mekoshesh Etzim). En el desierto un hombre se encontraba recogiendo leños en Shabat. Nadie sabe qué hacer, nadie sabía si estaba trasgrediendo Shabat o no. Moshé le consulta a Ds y el Eterno le dice que sí, que ese hombre estaba trasgrediendo Shabat y que debía ser muerto. De allí aprendemos una prohibición de Shabat, la de recolectar leños. Por este hombre es que esta ley fue establecida.

¿Qué aprendemos de esto? El Talmud nos dice que de estos casos aprendemos que el mal es traído por un hombre pecaminoso (malvado/culpable), mientras que el bien es traído por hombres meritorios (buenos/inocentes). Aquí vemos como tanto de los buenos como de los malvados podemos aprender. Estas historias nos demuestran que acciones de los hombres pueden afectar nuestra legislación. Las hijas de Tzlofjad tuvieron el mérito de que uno de los tantos preceptos de la Torá fuera escrito en su nombre por su noble accionar. De los culpables, como el que recogía troncos en Shabat, también podemos aprender y por su mérito un castigo fue escrito en la Torá. 

Nuestras acciones tienen consecuencias, marcan el camino para las próximas generaciones. Con nuestro obrar podemos logar que muchos sean meritorios de nuestras buenas acciones pero a la inversa podemos generar que muchos hombres sean culpables por nuestros mismos actos. Algunos hombres con sus acciones ejemplifican el bien y otros con su obrar son exponentes de la maldad. 

jueves, 26 de enero de 2012

Sanhedrín 7 - Jueces

La Justicia y la Verdad son divinas. Ds es la fuente de justicia, equidad y verdad. Cuando aquí en la tierra nos enfrentamos a diversos juicios y prescribimos condenas o absolvemos a diferentes personas estamos relacionándonos con la Santidad, con Ds. Estamos emulando el accionar divino. El juicio, como vemos en el siguiente versículo (Deutronomio 1:17), es de Ds: "No hagáis distinción de personas en el juicio; oiréis tanto al pequeño como al grande. No tengáis temor de nadie, porque el juicio es de Ds", nosotros tan solo somos su canal. Como decía Rab Ionatán: el juez que trae la verdad en su juicio hace que la Shejiná (la presencia divina) resida sobre Israel, mientras que el que delibera y dictamina juicios sin perseguir la verdad hace que la Shejiná se aparte del pueblo de Israel. Nosotros, a la hora de un juicio, somos los enviados de Ds para traer justicia, equidad y verdad al mundo. Sin justicia, sin verdad y sin equidad el mundo no podría sostenerse. A la hora de dirimir en un juicio no se debe buscar el mal menor, se debe buscar la justicia y aspirar a la verdad.

Lamentablemente, desde siempre han habido "abogados" que intentan torcer la justicia para ayudar a su defendido, intentan encontrar vericuetos en la ley para rebajar la condena de un acusado, esto trae solamente más injusticia y más impunidad al mundo. En el versículo citado se nos dice que no debemos hacer distinción en el juicio, y los sabios del Talmud, lo entienden de la siguiente manera: no debes favorecer a nadie, aunque sea tu amigo, ni tampoco debes desfavorecer a alguien porque sea tu enemigo. La justicia es la justicia, no distingue ni razas, ni clases sociales, ni edades. 

El difícil trabajo del juez: Los jueces juegan con la vida de la gente, tienen un poder casi igualable al divino, en cierto sentido. Pueden sentenciar a alguien a cadena perpetua o quitarle todos sus bienes, pueden determinar que un padre no puede ver a sus hijos o que tal persona se debe quedar con toda la herencia familiar. Tienen una posición que debe ser asumida con Irat HaShem, temor reverencial al cielo. Tienen que tener presente que no deben torcer el juicio, deben siempre aspirar a la verdad. En este sentido Rab Ionatán, nuevamente, nos enseña: el juez que injustamente toma las posesiones de alguien y se las da a otro (porque erra en su fallo y se equivoca en su dictamen) Ds le saca su vida.

En la justicia no hay puntos intermedios, no hay, como vimos ayer una pshará (conciliación), la justicia es una y no podemos apartarnos de ella. El juez que asume esta complicada tarea debe verse así mismo, decía Rabi Ionatán, como si tuviera una espada colgando de su cabeza y como si tuviera entre las piernas el Geinom (algo así como el infierno). Debe ser meticuloso y preciso en sus fallos, no debe apresurarse a llegar a una conclusión. La vida de los demás depende de el. Y como me enseño Rab Joel Roth en materia de Halajá: cuando un rab dictamina cierta ley está juzgando junto a Ds, está intuyendo que lo que él esta dictaminando es la Voluntad Divina. Por eso se nos dice en Pirkei Avot 1:1 "evu metunin vadin", sean cuidadosos/escrupulosos en el juicio.

Por otro lado, el Talmud nos enseña que los dictamines de un juez deben ser claros como el día. Dicen que si el dictamen que está por promulgar le es claro como el día, o sea, que está seguro de que esa es la "verdad" y el procedimiento correcto, entonces debe seguir y decirlo. Ante la duda, es mejor callarse y esperar. 

Por último. Rab Hamuna nos enseña: por lo primero que será el hombre juzgado en el mundo venidero es por su estudio de Torá. ¿estudiaste? ¿Pilpalta BeJojmá? La sabiduría es un agregado y una consecuencia del estudio, lo que importa aquí es el estudio por el estudio mismo. El estudio Lishmá, en nombre de Ds.

miércoles, 25 de enero de 2012

Sanhedrín 6 - P´shara

Aparte de los juicios, existe en el mundo jurídico judío el concepto de Pshará. Ninguna traducción de esta palabra me hace feliz, ninguna cumple puntillosamente lo que ella significa. No soy ni traductor ni abogado pero si tuviese que traducir en términos jurídicos lo que es la Pshará, diría que es algo así como una "conciliación de partes". En vez de que dos personas vayan a un juicio y los jueces determinen quién está jaiab (quién es culpable) y quien esta zajai (absuelto) las partes involucradas en el conflicto resuelven la situación entre ellos, hacen un acuerdo entre las partes, concilian un arreglo para que nadie se perjudique demasiado o para ahorrarse ir a un juicio. Esto es una "P´shará". El Talmud nos dice que cuando dos hombres van frente a un juez para resolver un problema, el juez puede antes de escuchar sus declaraciones invitarlos a que hagan una Pshará entre ellos, si él ya escuchó a algunas de las partes y ya tomó una decisión sobre a quién va a condenar y a quién va a absolver, no puede hacerles esa oferta. 

¿Emet o Pshará? ¿Verdad o conciliación? No todos los sabios talmúdicos concuerdan con que la Pshará es una buena opción. Rabi Eliezer, por ejemplo, nos dice que quien concilia es un transgresor y todo el que bendice aquella conciliación y arreglo entre las partes, verdaderamente los está maldiciendo. ¿Por qué? Porque no se llega a la verdad. No se determina la verdad en una conciliación mientras que en los juicios, por lo menos desde la perspectiva talmúdica, se debe llegar - o aspirar por lo menos - a la verdad. El que hace una Psharápiensa que está garantizando la paz entre un hombre y su prójimo, pero según este sabio y otros que lo apoyan, los está finalmente maldiciendo, ya que el que debía ser culpable no lo es y el que debía estar absuelto y ganar el juicio no lo hace.

Un ejemplo bíblico de una Pshará: Iehudá, un hermano de Iosef, le dice a sus hermanos que no maten a Iosef sino que es mejor venderlo a Egipto. Él está, según algunos, haciendo una Pshará, ya que impide que lo maten pero igualmente lo venden a una tierra extraña. Rabi Meir dice que las acciones de Iehudá están mal ya que debería haberlo salvado totalmente y no a medias, el juicio correcto hubiera sido salvarlo, pero él en aras de conformar a sus hermanos hace una Pshará, llega a un punto medio. En la vereda opuesta de Rabi Eliezer se encuentra Rabi Ioshua Ben Karja que nos dice que es una Mitzvá, un precepto, el intentar hacer una Pshará. Este sabio comprende que donde hay paz no hay justicia, donde hay justicia no hay paz, sólo hay paz y justicia donde se hace Pshará ¿Por qué? Ya que allí nadie sale perdiendo totalmente ni ganando totalmente, no hay rencores. Ambas partes arreglaron por propia voluntad llegar a un acuerdo y sin haber sido impuesto por un tercero. Este debate que presenta el Talmud es una discusión que debemos tener a diario ¿es la verdad absoluta? ¿es mejor la conciliación que encontrar a los culpables? ¿es mejor conciliar, sin encontrar la verdad, para así impedir la violencia o el rencor? ¿Es la verdad un absoluto? ¿Es la conciliación una verdad a medias? ¿Existe la verdad a medias o una verdad a medias es una total mentira?

martes, 24 de enero de 2012

Sanhedrín 5 - Naktina Reshutá

La Guemará vuelve a retrotraernos al comienzo de nuestra Mishná. Un Beit Din en el caso de tratarse de un litigio comercial o civil (Dinei Mamonot) debe estar integrado por tres miembros. Pero, y siempre hay un pero, si hay una persona que es Mumje leRabim, popularmente sabia, puede juzgar de manera solitaria. Rab Najman y Rab Jia decían que ellos eran muy sabios, muy mumjim, y que por eso podían dirimir los juicios solos sin la necesidad de conformar un tribunal. La Guemará se pregunta ¿Quién es considerado un Mumje Lerabim? Alguien que ha aprendido, que sabe explicar y que ha recibido el permiso de su maestro para enseñar (Naktina Reshutá). Este, hasta hoy en día, luego de 3000 años de existencia del pueblo de Israel, en cuanto pueblo, sigue siendo el principio de sucesión de la autoridad más importante. Hoy en día para ser rabino a uno le deben entregar el permiso para enseñar y dictaminar en cuestiones de Halajá. Un rabino no es más que un maestro con ciertos conocimientos, no siempre totales, que se dispone a enseñar. Nadie puede dictaminar ni enseñar en materia de Halajá si su rabino, quien ha su vez hace tiempo fue ungido con el mismo permiso, no le da a uno la autoridad de enseñar. Al parecer, en un momento de la historia una persona más o menos con conocimientos podía dictaminar leyes pero esto llevó a la equivocación y al yerro de muchos por lo cual los sabios decretaron el siguiente principio: un estudiante no puede enseñar sino en el caso de que haya recibido el permiso de su maestro. 

En la antigüedad, en los tiempos talmúdicos, era el Rosh Galut, el exilarca de Babel quien concedía el permiso para poder enseñar en sus tierras mientras que en Israel lo hacía el Nasí, un descendiente de la casa de Hilel. ¿Cómo era este proceso? Un estudiante sabio, un aprendiz rabínico, por llamarlo de cierta manera venía ante alguno de estos sabios y les decía ¿Puedo enseñar sobre impurezas? Y ellos le contestaban sí o no. ¿Puedo legislar sobre dinei mamonot? y ellos le contestaban sí o no. Como vemos aquí, los permisos de enseñanza no eran necesariamente generales sino más bien particulares, en ciertas temáticas en particular. La Ley judía es tan amplia que es muy difícil que un rabino sea experto en todas estas áreas, por ese motivo hay "especializaciones". Por ejemplo, para dar un caso que conozco personalmente, el tema de los divorcios (guitin) es muy complejo y no todos los rabinos pueden estudiar todas estas particularidades por lo cual para america latina, el movimiento conservador, entrenó al rabino Abraham Skorka especialmente para dirimir y legislar en materia de divorcio, cualquier otro rabino del movimiento conservador en latinoamerica en un caso de divorcio debe derivar la cuestión al Rab Skorka.

Otro principio que nos enseñan nuestros sabios: un estudiante no puede enseñar en materia de halajá si su rabino está presente en el mismo lugar. Por respeto a la autoridad y a los conocimientos de quienes nos enseñaron lo que sabemos, debemos aguardar a que ellos respondan. 

Baki o Jajam. Podemos ser sabios pero no expertos. Un rabino no puede saber todas las leyes de todas las temáticas pero no por eso deja de ser un sabio, un jajam. No obstante, para ciertas cuestiones, se neceseitan de expertos, bakiim (plural de baki). Este puede no ser un sabio en el sentido estricto de la palabra, puede carecer de muchos conocimientos en Torá, hebreo, midrash, filosofía, historia o halajot en generales pero es un baki, un experto en un tema puntual. Un claro ejemplo de esto hasta nuestros días es el del Shojet, el matarife ritual. Puede ser un experto a la hora de evaluar si un animal está puro o no, cómo se debe cortar y por dónde pero puede carecer de muchos otros conocimientos. La expertiz puntual y la sabiduría general son ambas necesarias para la vida y la práctica judía. 

Beit Din Jatzuf. Tal como mencionamos, como principio general un Beit Din debe tener tres miembros y a la vez establecimos que un sabio puede dictaminar por su cuenta (aunque el Ramá nos dice que en nuestros días nadie puede ser considerado lo suficientemente sabio para dictaminar por su cuenta). El Talmud nos trae la opinión de Rab Shmuel quien nos dice que dos personas pueden también establecer un tribunal y su dictamen será considerado válido. Este tribunal recibe el nombre de Beit Din Jatzuf.

lunes, 23 de enero de 2012

Sanhedrín 4 - K´ri ujtib

Kri Ujtib, esa es la cuestión ¿seguimos lo que se lee o como se escribe? Antes de poder responder a esta pregunta y comprender mejor la discusión de los sabios es necesario detenernos y explicar algo. La Torá, escrita en su totalidad en hebreo (con algunas excepciones según algunos como veremos después), está escrita de forma consonántica, no hay vocales en el texto bíblico. Las mismas consonantes dependiendo donde son ubicadas - y qué vocales - cambian el sentido de la palabra. Hay muchas veces que la Torá, o sea la  Jtiba, lo escrito dice una cosa, pero la mesora (la tradición judía) nos comanda a leerlo, a hacer el Kri, de otra manera. Esta es la disyuntiva entre el Kri uJtib. Esto es, si debemos guiarnos por lo que está escrito, por la literalidad del texto o por cómo nuestros maestros entendieron que esa palabra debía ser leída. 

Un ejemplo: En Levitico (12:5) se nos dice que una mujer que da a luz a una mujer está SHVM (no lo vocalice y lo puse en la fonética hebrea a propósito) "tiempo impura". Esa palabra se podría, dependiendo cómo la vocalizamos, leerse como Shivim o sea 70 días debería estar impura o bien Shvuaim, que significa 2 semanas. Dependiendo como leemos la palabra podemos determinar que la mujer debe estar impura setenta días o dos semanas. Como conclusión los sabios entienden que se debe leer como su jtiba, como su escritura y en su contexto, por lo cual la mujer "sólo" queda "impura" por dos semanas, pero esto es sólo una anécdota para entender la discusión.  

Cuando debemos definir una Halajá ¿debemos guiarnos por la mesora (la kria) o por la mikrá (la jtiba)? En una discusión muy compleja, para ser traducida al español y explicada en pocas lineas, que se da entre Rabi Shimón y los sabios, este problema metodológico queda reflejado. Rabi Shimón decía que la Sucá debía tener mínimo dos puertas y una tercera no completa (así queda la Halajá, by the way) mientras que los sabios decían que la Sucá debía tener un mínimo de tres puertas completas y una cuarta no completa. En qué radicaba esta discusión? En que los sabios se guiaban por la mesora y Rabi Shimon por la Mikrá. Finalmente, dicen los sabios, trayendo un ejemplo más que cotidiano y complicado que siempre es determinante en la exégesis bíblica: la mikra, la forma en que está escrito, y no la mesorá, la forma en que debemos leerlo. ¿Por qué? La prohibición de mezclar carne con leche aparece tres veces en la Torá, en la que se nos dice: lo tevashel gdi ve JLB imo, no cocerás el cabrito en JLB de su madre. Depende cómo puntualicemos esta palabra "JLB" puede ésta significar cebo (la grasa) o leche. En este sentido debemos seguir el último de los significados que es el más propio de la mikrá

El filólogo Rabi Akiva: Un último punto que tiene un final medio cómico o por lo menos curioso. Los que sostenían que la mikrá, lo escrito, es lo que determina la halajá decían que los Tefilin de la cabeza tienen cuatro pergaminos, cuatro "batim-casas" por los tres lugares que aparece la palabra "Letotafot" en la Torá, uno de ellos tiene una letra agregada por lo cual sería la cuarta "casa". Rabí Akiva, en cambio dice que no es necesario aprender que los Tefilin que usamos sobre nuestras cabezas deben tener cuatro secciones por este estudio literario sino que la misma palabra "Totafot" significa cuatro. ¿Cómo es esto? Según nuestro filologo Rabi Akiva la palabra Tot-a-Fot, es en realidad la conjunción de dos palabras: Tot, del idioma copto, que singifica "dos" y Fot del africano que significa, también, "dos". Algebra elemental: 2 más 2 = 4. 

domingo, 22 de enero de 2012

Sanhedrín 3 - Ein Beit Din Shakul

Continuamos con nuestro nuevo tratado. Ayer habíamos visto que para Dinei Mamonot (DN), los juicios comerciales y civiles, se necesitan tres jueces. Los sabios del Talmud nos aclaran que bíblicamente con un solo juez se podía resolver algún problema de préstamos o un robo, por ejemplo. Esto lo extraen del libro de Vaikrá 19:15 en el cual dice "Betzedek Tishpot Amiteja - con justicia juzgaras a tu pueblo", como la frase está en singular nuestros sabios, entre ellos Rab, sugieren que según la Ley de la Torá con un solo juez alcanza. Entonces, ¿Por qué necesitamos tres jueces para este tipo de conflictos? Por los Ioshbei Karnot, por los vagos. Si tan solo una persona bastara para definir estos juicios, y teniendo el cuenta el principio general, de que cualquier persona de Israel está apta para ser juez, pudiera ocurrir que el juez sea un ignorante y no sepa cómo dirimir el juicio. Los sabios, al poner a tres para decidir una cuestión, suponen que al menos uno de ellos será una persona instruida. Hoy la halaja, en general, queda que para que un tribunal rabínico sea valido se necesita al menos un mumje (experto) y dos hediotim (personas sin necesariamente mucho conocimiento). 

Jakirá VeDrishá: Según la Torá todos los juicios tanto de mamonot como de nefashot necesitan Jakirá (investigación) y Drishá (averiguación) pero los sabios, por decreto rabínico, decidieron que sólo en los juicios correspondientes a Dinei Nefashot, donde la vida de la persona está en juego, se necesitan tanto de Jakirá como de Drishá. ¿Por qué? Para no cerrar la puerta a los prestamos a los pobres. Si en cada juicio en relación a mamonot se necesitaría una extensa investigación, los sabios suponen, que la gente prestaría menos plata para evitar tomarse esta molestia. Recordemos, como habíamos estudiado en Guitin, que éste era uno de los motivos por los cuales los sabios dispusieron el Prozbul

Ein Beit Din Shakul: Todo jurado, también en la tradición judía, no puede ser par. Con el número par se puede empatar, mientras que con uno impar siempre va a haber una diferencia y se va a poder llegar a un veredicto. En Shemot 23:2 se nos dice Ajarei Rabim Leatot, te inclinarás y seguirás a la mayoría. Y este es el principio que rige los juicios de Dinei Mamonot por lo menos. Si 2 jueces dicen Zajai (lo absuelven) y uno dice que está Jaiab (lo condena) el inputado queda Zajai, absuelto. Lo inverso ocurre si dos jueces dicen que está Jaiab. Rabi sugería que un Beit Din no debía tener tres jueces sino cinco. Él decía: para que el juicio termine con tres. ¿Qué significa esto? El comprendía que tanto para condenar como para absolver a alguien no se necesitaban tres jueces sino que tres jueces tomen esa determinación. Por ese motivo sugiere que el jurado debe tener un mínimo de cinco personas para que tres de ellas, o sea la mayoría, dictaminen a favor o en contra del acusado. La halajá no sigue la opinión de Rabi. 

viernes, 20 de enero de 2012

Sanhedrin 2 - Introducción

Comenzamos hoy el estudio de un nuevo tratado talmúdico, el cuarto de este proyecto. En la última votación salió que el tratado a estudiar sería el de Sanhedrín, y siguiendo los deseos del colectivo hoy damos inicio a su estudio. El masejet (tratado) de Sanhedrín es, principalmente, un conjunto de normativas referentes a los juicios y a las sanciones. El nombre "Sanhedrín" según varios exégetas proviene del griego y hace referencia también a la palabra latina "Senado" o sea, un conjunto de hombres que se reúne para deliberar y tomar diversas decisiones. A diferencia de varios tratados talmúdicos, Sanhedrín, por lo menos  en su primer capitulo, no separa cada Mishná con su subsiguiente Guemará, sino que trae primero en la primer página todas las mishnaiot y luego una larga Guemará. Por este motivo el post del día de la fecha será una suerte de resumen de lo que habremos de estudiar las próximas semanas. Allá vamos.

Los litigios dentro del universo rabínico se dividen en dos categorías: Dinei Mamonot y Dinei Nefashot. Leyes "comerciales" o de dinero y leyes "del alma" (de vida o muerte). Como suele pasar, es difícil traducir del hebreo, pero la idea es la siguiente: el primer conjunto de leyes (dinei mamonot), son aquellas que su solución o castigo son meramente monetarias, siendo el robo un claro ejemplo. Si uno roba algo y lo encuentran culpable el castigo es la devolución del objeto robado más un 25% más de su valor. Mientras que el otro conjunto de leyes (dinei nefashot) versa en torno a las penas capitales. Si por ejemplo uno asesina, el castigo es la muerte (según la perspectiva bíblica). Por lo cual podríamos definir a los Dinei Mamonot como penas económicas y a Dinei Nefashot como penas capitales. 

3 o 23? Nuestras Mishnaiot nos sugieren que para los casos de Dinei Mamonot (de ahora en más DM) se necesitan 3 jueces, mientras que para Dinei Nefashot (de ahora en más DN) se necesitan 23 jueces. Con el paso de los días entenderemos mejor esta diferencia pero podemos adelantar que tiene con hacer más difícil la posibilidad de condenar a alguien, y el Talmud va a hacer mucho énfasis en hacer casi imposible poder condenar a alguien a la pena capital. 

Si bien 3 y 23 jueces es el número que determinan los sabios para la gran mayoría de los juicios, para algunas cuestiones extraordinarias que se necesitan 71 jueces. Por ejemplo para juzgar a una tribu completa por idolatría, para declarar a alguien como falso profeta o para castigar a un sumo sacerdote se necesita la presencia este gran número de jueces. También para salir a una guerra no obligatoria (miljemet reshut) se necesita la presencia de un Sanhedrín Gdolá, una gran asamblea, integrada por estos 71 jueces. Un Sanedrín Ktana, una pequeña asamblea, es la que está integrada por 23 jueces. El origen de la cantidad de 71 jueces necesarios para integrar el Sanhedrín Gdolá tiene su fuente en la Torá: cuando Moshe llama (Bamidbar 11:16) a 70 personas más para ayudarlo a juzgar al pueblo. El número de 23 jueces para una Sanhedrín Ktaná surge de dos versículos de la Torá en los cuales aparece la palabra "edá (congregación)" que como ya habíamos aprendido en el tratado de Berajot, hace referencia a 10 personas, un minian. Los sabios del Talmud dicen que una edá salva y otra edá condena, ahí tenemos 20 jueces. Los otros 3 surgen porque en otro versículo de la Torá se nos dice que no debemos seguir a la mayorías para el mal (y allí se nos dice que uno va para el mal, mientras que dos o más dictaminan para el bien) y además un tribunal nunca puede tener un número par. Así llegamos al número 23. 

jueves, 19 de enero de 2012

Horaiot 13/14 - Tadir

Ayer hablamos de las diferencias. La diferencias que hay entre un Sumo Sacerdote y el resto de los sacerdotes. Toda diferencia conlleva una praxis diferente, se deben establecer prioridades y funciones específicas. En relación a esto, los sabios comienzan, al final de la página de ayer, a discutir en torno a las prioridades. ¿Quién tiene prioridad sobre quién? El principio general, esbozado en varios puntos del Talmud, es el siguiente: Tadir Kodem Misheino Tadir, lo frecuente antecede a lo no frecuente. Un caso sencillo para que se entienda el concepto. Cuando llega la noche de Pesaj y debemos bendecir el pan y la bendición de la matza (a no olvidarnos que la matza no es otra cosa que pan no leudado) ¿Qué bendecimos primero? ¿Al pan o a la mitzva de comer matza? Siguiendo este principio los sabios sugieren que debemos hacer primero "Hamotzi" y luego "Al Ajilat Matza", ya que lo común, lo habitual (lo Tadir), es hacer la bendición sobre el pan, la cual la hacemos casi todos los días, mientras que sólo una vez al año (o dos) hacemos la bendición sobre la Matza. Quien está más habituado a algo que su compañero tiene prioridad, por ejemplo en el mundo de los sacrificios. Si alguien siempre traía un sacrificio diario y otro solamente traía un sacrificio por culpa o por error, el que entregaba el sacrificio diario tenía prioridad. Otro principio que también aplica para determinar prioridad es el de santidad, algo que para nosotros está muy alejado de nuestra realidad y nuestra forma de ver y entender el mundo. 

Vayamos a otras prioridades: Antes se discutía quién tenía prioridad a la hora de ofrecer sacrificios, ahora la guemará pasa a discutir quién tiene prioridad a la hora de ser, por ejemplo, rescatado del cautiverio. La mujer antecede al hombre en este caso, pero en el caso que los dos estén por recibir tormentos el hombre precede a la mujer para la liberación (no debemos estar de acuerdo, pero sí tenemos la obligación de estudiarlo y comprenderlo en su contexto temporal). En la guemará discutiendo esta idea dice que si alguien está en cautiverio con su maestro, su padre y su madre, la que primero debe salir en libertad es su madre, después él, luego su maestro y por último su padre.  Si están en cautiverio un sabio y un rey de Israel, y como siempre quien está en cautiverio corre peligro de muerte ¿Quién debe ser de los dos redimido primero? El Sabio, ya que si  muere es difícil reemplazarlo mientras que si muere un rey de Israel cualquier judío puede tomar su lugar. Llamativamente el Sumo Sacerdote está antes que el profeta en las prioridades talmúdicas. 

Otras prioridades, ahora por clanes. Si la comunidad judía no tiene suficiente plata para liberar a todos los prisioneros judíos de una cárcel, el orden que plantean los sabios talmúdicos es el siguiente: El kohen tiene prioridad sobre el levi y éste sobre el israel. El mamzer (el bastardo) tiene prioridad sobre el natin (alguien de la simiente de los guibonitas), quien tiene prioridad sobre el converso y por último el converso tiene prioridad sobre un esclavo liberado. Un dato importante! Esta lista de prioridades está dada cuando todos son "iguales" pero cuando un mamzer es un sabio (jajam) y el kohen es un ignorante (Am Haaretz), el Mamzer tiene prioridad para ser liberado sobre el kohen. Aquí vemos una característica del judaísmo: lo fijo, lo hereditario, pasa a un segundo plano sobre lo adquirido. Nadie decide nacer mamzer o kohen, pero si elegimos hacernos sabios o ignorantes. El judaísmo va zigzageando entre lo racial (la ley del vientre por ejemplo) o las castas (el ser kohen, levi o israel) y lo cultural, lo que se adquiere a través de nuestras vidas, para en ultima instancia torcer la balanza hacia ese lado. 

Así concluimos con el tratado de Horaiot. Baruj Hashem, y con Su ayuda, ya hemos terminado de estudiar tres tratados talmúdicos. BH mañana comenzaremos con el tratado de Sanedrín. 

miércoles, 18 de enero de 2012

Horaiot 12 - Kohen Mashiaj

En el Post del día de ayer la guemará describía quien era el Nasí. Habíamos concluido que éste era el Rey de Israel, quién no tenía a nadie por encima de él salvo Ds. Ahora bien, la Guemara que nos toca estudiar hoy se consulta a sí misma sobre quién es al que denominan "Mashiaj". De por sí sabemos que es el sumo sacerdote, el Kohen Gadol. Con cierta tautología el Talmud dirá que el Mashiaj es quien es vertido (Hamashuaj) con el aceite de la unción (Hamishja). El Mashiaj no es otra cosa que el ungido con el olio, que según la guemará, el mismo Moshe Rabeinu había preparado en el desierto (ese mismo oleo que por un milagro duró por decenas y decenas de generaciones). La Mishná también nos indica que el Mashiaj no es el que viste "las muchas ropas". ¿Qué es esto de las muchas ropas? Los sacerdotes tenían vestimentas especiales (Si quieren saber más lean la Mishná de Iomá 7:5), los sacerdotes hediotim, todos los que no eran sumos sacerdotes, llevaban cuatro vestimentas, pero quienes eran sumos sacerdotes llevaban cuatro vestimentas más (ocho en total). Al parecer, cabía la posibilidad que haya más de un kohen que lleve estas cuatro vestimentas pero si él no estaba ungido con el aceite de la unción no era considerado el Kohen Mashiaj. Otro tema en relación a la unción es que el hijo del sumo sacerdote que había sido ungido también necesita de la misma a la hora de ocupar el lugar del padre. El sumo sacerdocio se pasa por herencia pero es requisito necesario el acto de la unción para hacerlo efectivo. Acá vemos una diferencia en relación a los reyes, que también eran ungidos con el aceite, pero a diferencia del sumo sacerdote si su padre había sido ungido y  muere cediéndole el trono a su hijo, el mismo no debe ser ungido con el aceite. 

Diferencia entre los sacerdotes: Si bien había una clasificación de sacerdotes con mayor o menor jerarquía, tanto la Mishná como el Talmud, nos dirán que más allá de las cuatro vestimentas complementarias y el oficio de Iom Kipur no había gran diferencia entre los distintos rangos sacerdotales. Tanto unos como los otros no podían casarse con viudas, no podían impurificarse con los familiares cercanos que fallecían, no debían rasgar sus vestiduras ni cortarse el cabello. Entre los Kohanim Gdolim, los sumos sacerdotes y el resto de los sacerdotes, los hediotim, encontramos sí una diferencia. La Mishná nos dice que la Keria, la cortadura ritual de la ropa en señal de duelo, es hecha por los sumos sacerdotes desde abajo hacia arriba, mientras que los otros lo hacen como el resto de los hombres desde arriba hacia abajo. 

En un momento, el Talmud hace una pregunta obvia. ¿Cómo es la unción? ¿Es igual para los reyes que para los sacerdotes? La respuesta, como casi siempre, es no. A los reyes se les vierte el aceite en su cabeza en forma de corona, todo alrededor de sus cabellos. A los sacerdotes se lo hacen en forma de X. Y "X" no es una metáfora sino es exactamente lo que dice el Talmud. El Talmud dice que se debe hacer en forma de "Csi", la X griega. Se lo debe ungir haciendo una X desde los parpados hasta la cabeza y viceversa. Esto es una muestra clara en contra de los fundamentalistas que sostienen que el Talmud, tal como lo conocemos, fue enseñando de la misma manera desde los tiempos de Moshe. Se imaginan a Moshe enseñando una Ley haciendo referencia a una letra de un idioma que todavía no existía? 

martes, 17 de enero de 2012

Horaiot 11 - Min/Meshumad/Mumar

Habíamos visto hace unos días que un israelita cualquiera que haya cometido un error sin intención podía repararlo ofreciendo un sacrificio. También habíamos observado, y ahora la guemará lo vuelve a repetir, que un "Mumar", que sería algo así como un hereje o un apóstata, no puede por un error ofrecer un sacrificio. ¿Quién es un Mumar? se pregunta el Talmud, y el mismo se responde: quien rinde culto a ídolos o quien, por ejemplo, trasgrede shabat de forma pública (befaresia). Si todas las prescripciones con respecto a los sacrificios expiatorios están determinadas para ser ofrecidas por personas que erraron sin intención ¿cómo vamos a creer que quien se prosterna ante un ídolo o quien viola shabat abiertamente cometió un error "más pequeño" sin intención? Por este motivo se les niega a ellos la posibilidad de ofrecer un korban jatat, un sacrificio por su error. 

¿Y con el Meshumad que hacemos? Luego de resolver qué pasaba en el caso de un mumar, el Talmud se pregunta qué se hace en el caso de un Meshumad. Este también es un tipo de hereje, pero obviamente con alguna diferencia con el mumar, sino su ley sería la misma. En las traducciones contemporáneas un meshumad era un converso, alguien que no era simplemente un adorador de ídolos sino que se convertía a otra religión. El Talmud lo entiende un poco diferente. El Talmud lo define por la práctica. El Talmud como todo libro de leyes y prescripciones es sumamente casuistico y toma casos particulares y da ejemplos concretos. ¿Quién es un Meshumad? Quien come animales prohibidos (por ejemplo el conejo) o animales que murieron sin shejitá, sin la matanza ritual (nebelot), o bien quien toma Iain Nesej, el vino producido por paganos para libaciones a dioses paganos o bien quien mezcla ropas prohibidas en una misma prenda (la Torá prohíbe la vestimenta conjunta en una misma prenda de lino y lana). Al parecer el Meshumad era un trasgresor de la Torá pero no tan grave como el Mumar, el Meshumad trasgredía mitzvot particulares y no tan extremas como la idolatría. 

Meshumad o Min. El Talmud nos da una diferencia más entre diferentes tipos de herejías o desvíos. Jeleb, que es el cebo de los animales, esta prohibido para ser comido. Quien come ese Jeleb Leteabon es un Meshumad, quien lo come Leajis es un min. Claro que no entendieron nada de lo que dije pero créanme que en un minuto sí. Muchas veces no solo el acto importa (como vimos ayer, Horaiot 10), sino la intención con la cual uno hace el acto. Ayer vimos, por ejemplo, que uno puede hacer una transgresión en nombre del cielo mientras que uno puede hacer un precepto sin esa intención. No solo debemos quedarnos en el hecho en sí sino en cual es la intención o lo que esta detrás de ese hecho. Y aquí radica la diferencia entre un Meshumad y un Min, también llamado Apikoiros, o sea un "hereje total". Quien come algo prohibido Leteabon lo hace con voluntad pero por placer, porque no puede contenerse o porque le genera felicidad eso. Por ejemplo quien come jamón porque le sabe bien a su paladar es un Meshumad. Mientras que quien come jamón para Leajis, para hacer enojar a Ds, es un Min, un hereje. Las dos están mal pero una es peor que la otra, en una desafiamos abiertamente a Ds para hacerlo enojar (Leajis) y en la otra lo hacemos por nuestro propio placer (Leteabon). Y aquí tenemos una diferencia halájica para nuestro caso de los sacrificios expiatorios. Un Meshumad (quien comete transgresiones leteabon) no puede ofrecer un korbán para esa mitzvá que el transgredió, pero si para las demás. Mientras que un Min (quien comete transgresiones Leajis) no puede directamente ofrecer ningún sacrificio expiatorio. 

¿Quién es un príncipe? La Torá dice que los nesiim tienen un orden de sacrificios expiatorios particulares. Ya la Mishná nos había dicho que cuando la Torá habla de nesiim habla de los Reyes de Israel. El concepto de Nasí es quien no tiene a nadie por encima de sus espaldas salvo Ds, quien está en la cúspide del poder terrenal. En los momentos que había un rey en Israel y otro de la casa de David ¿Quién era el Nasí? La guemará nos dice que los dos eran considerados nesiim porque no había uno que se sometía al otro, cada uno en su lugar era quien tenía el poder absoluto. En los tiempos de la Mishná y la Guemará se le llamaba Nasí a quien venía de la familia de Hilel y eran quienes los que enseñaban Torá y Mitzvot al pueblo. Rabi Jia era el Nasi en un momento y pregunta si su ley era igual a lo de los reyes. Los sabios le contestan que no por dos motivos: El primero era que el esta supeditado al poder de Babel y por el otro lado es que hay un Rosh Galut, ubicado también en Babel. Este Rosh Galut era quien tenía la máxima autoridad política mientras que el Nasí tenía una autoridad, llamemosla "religiosa". Entre los dos competían por el poder por lo cual ninguno de los dos tenía solo a Ds en sus espaldas, por ese motivo ninguno era técnicamente un Nasi.     

lunes, 16 de enero de 2012

Horaiot 10

Estamos comenzando el tercer y último capitulo del tratado de Horaiot. Empecemos! Las dos figuras centrales de este capitulo son el "Mashiaj" y el "Nasí", después, la guemará discutirá quienés son exactamente estas dos figuras. La primer Mishná empieza diciéndonos que si un Kohen Mashiaj o un Nasí dan una enseñanza errónea y así trasgreden un mandamiento mas su tiempo de kehuna (sacerdocio) o de Nesiut (de "gobierno") ha terminado y todavía no habían ofrecido un sacrificio expiatorio lo tienen que hacer como si todavía tuvieran el cargo y no como el resto de los individuos de la congregación de Israel. En este caso seguimos al momento del error, en el cual todavía estaban en funciones, dando cuenta que el momento la ley se rige por el momento en el cual realizan el sacrificio. 

La segunda Mishná es una continuación a la inversa de la primera y nos propone lo siguiente: si tanto un Nasí como un Mashiaj antes de que sean apuntados al cargo cometen un error, y luego una vez que asumieron se dan cuenta de lo que hicieron, quedando sujetos a ofrecer un sacrificio, ¿Deben hacerlo como Nasí y Mashiaj respectivamente o como Ediotim (simples personas sin cargos particulares)? Recordemos en este punto lo que habíamos visto en guemarot anteriores: el mashiaj (sacerdote) y el Nasí (rey) deben ofrecer sacrificios animales diferentes que el resto de las personas de la comunidad de Israel. La respuesta de nuestra Guemará es que deben ofrecer un sacrificio en su condición de Ediotim, ya que aquí volvemos a seguir el momento del acto y no el momento de conocimiento del error. En este caso como en el anterior entendemos que uno debe entregar un sacrificio expiatorio según la condición en la que se encontraba cuando cometió el error y no del momento en el cuál lo hace efectivamente o se da cuenta del mismo. 

¿Quién es el Nasí? Hoy el Nasí en Israel es su presidente, en otro momento de la historia, en los tiempos de la Mishná era el "príncipe" o exiliarca, el líder político de la comunidad judía. Sin embargo, según el Talmud cuando se habla en la antigua Israel de Nasí y la Torá llama a alguien Nasí, se está refiriendo al rey de Israel ¿Por qué? El Talmud nos responde: "porque no tiene a nadie sobre sus espaldas salvo Adonai, Su Ds". Rabi Iojanan Ben Zakai, en relación a los nesiim (reyes) solía decir: "Dichosa la generación cuyo rey ofrece un sacrificio por su error sin intención. Si él lo ofrece, cuanto más deben hacerlo los hombres comunes! Si él ofrece un sacrificio por errar sin intención, cuanto más lo hará cuando erre con intención!". Cuanto mejor estaríamos en nuestros tiempos si nuestros gobernantes, nuestros lideres y conductores, y también modelos, ofrecieran disculpas por sus errores. Cuánto mejor estaría el mundo si nuestros conductores aceptasen sus fallas, pedirían perdón por las mismas y tratasen de repararlas. ¿no aprenderíamos todos una bella lección?

En relación a un versículo de Eclesiastés en el cual se habla de la banalidad de las cosas, en donde el justo sufre y el malvado prospera Rab Najman dice lo siguiente: "Dichosos los justos que reciben los actos de los injustos del mundo venidero en este mundo, desafortunados los injustos que reciben los actos de los justos del mundo venidero en este mundo" Si tomamos conciencia de que la verdadera eternidad es el mundo venidero (olam habá) y no este mundo transitorio (olam haze) podemos llegar a entender los dichos de Rab Najman. Si el sufrimiento está en lo efímero y la felicidad en lo trascendente, mejor sería sufrir en este mundo y disfrutar el venidero. Igual, hay algo de esta teología con la cual todavía no comulgo. ¿Seré joven, rebelde o inmaduro para aceptarla? Puede ser. Pero quizás yo sea como Raba que discutía con esta enseñanza de Rab Najman y decía: no pueden los justos tener goce de ambos mundos y no necesariamente sufrir en este para gozar del mundo venidero? 

Rabi Iojanan nos seguía enseñando en base a un versículo del profeta Hoshea en el cual se dice que los caminos de Ds son caminos rectos pero que los justos andarán en ellos mas los malvados se tropezarán con los mismos (14:10). ¿A qué se asemeja este versículo? Según este rab dos personas que cazan su korbán de pesaj, uno lo come por la Mitzvá y otro lo come por glotonería hasta reventar. Uno siguiendo los caminos de Ds se acerca a Él, mientras que el otro por ese mismo camino que era comer el korbán de pesaj, por su glotonería y por no cumplir la Mitzvá por sí misma, se pierde en ella y así se arruina. Otro sabio dice que este versículo se asemeja a lo acontecido con Lot y sus hijas. Uno triunfa en los caminos de Ds, en este sentido, si uno lo que hace lo hace Leshem Mitzvá, por el nombre del precepto, mientras que uno tropieza y fracasa si lo que hace lo hace Leshem Aveira, en el nombre de la transgresión. Si las hijas de Lot tuvieron sexo con su padre para repoblar el mundo (pensando que todo el mundo había muerto con el fuego que destruyo Sodoma) este acto, aunque sea una transgresión (la de acostarse con su propio padre) sería una Mitzvá, un precepto. Mas si las hijas lo hicieron por perversión, esto sería hacerlo en nombre de la transgresión. 

Otro ejemplo más. Tamar se prostituyó y también lo hizo Zimri. De Tamar salieron reyes y profetas mientras que por la prostitución de Zimri murieron miles de israelitas. ¿Cómo se explica esto? Porqué Tamar se prostituyó por una Mitzva mientras que Zimri lo hizo por una Aveirá. El hecho en sí es el mismo, ambos se prostituyeron mas Tamar lo hizo para darle heredad a la casa de Iehuda mientras que Zimri lo hizo por deseos sexuales y con el fin de adorar a otros dioses. Y es por esto que los sabios enseñan lo siguiente: "Es más grande una aveirá (transgresión) que sea hecha en nombre de Ds, que una Mitzvá (precepto) que no sea hecho a Su nombre". Hay veces que sólo incumpliendo la ley podemos llegar a Ds, mientras que muchas veces si cumplimos una ley sin poner la intención correspondiente nos estamos alejando de Su presencia.

Por último nuestros sabios nos enseñan lo siguiente: El hombre siempre debe ocupar su tiempo en Torá y en la realización de preceptos aunque no los haga con intención (lo Lishmá), ya que por hacerlo sin intención en algún momento lo hará con intención (Shemitoj Lolishma ba lishma).

viernes, 13 de enero de 2012

Horaiot 9 - Un Korban para cada uno

Este daf (hoja de Talmud) nos presenta la última Mishná del segundo capitulo del tratado de Horaiot. Aprenderemos ciertos principios generales y algunos particulares. Pero antes de empezar a revisar el texto, me gustaría resaltar un concepto que de aquí aprendemos: no todos somos iguales. No todos nuestros errores se deben pagar de la misma manera. No es lo mismo que yerre un individuo que un sumo sacerdote o que un tribunal rabínico. No es lo mismo un testimonio en falso por parte del presidente de la nación que de un simple trabajador. Ahora sí a la guemará. 

Un principio general para entender quién debe ofrecer un sacrificio expiatorio y quién no. Todas las Mitzvot que en la Torá si uno las hace con intención (Bemezid) es el Karet (la exterminación por mano Divina) pero si uno la hace sin intención (Bishgagá) sólo debemos ofrecer un sacrificio Jatat (por culpa) el individuo debe traer o bien una oveja o una cabra. El Nasí (presidente-príncipe) una cabra y el Cohen Mashiaj y el Beit Din deben traer un toro. Cada uno de ellos debe expiar sus culpas pero de una manera diferente, acorde a su status. Vean que aquí hay cuatro categorías, las mismas que aparecen en el libro de Vaikrá (Levítico) cuando spresenta quiénes son los que en determinadas circunstancias deben ofrecer sacrificios: Un individuo cualquiera, el Nasí, El Cohen y el Beit Din. A la vez, hay tres tipo de animales que se pueden ofrecer en un sacrificio de culpa (Jatat): una oveja, una cabra y un toro. Vean como, ascendiendo en responsabilidad y en grado de "importancia", cada vez se debe ofrecer un animal más valioso. Nadie dudaría hoy, ni ayer, que el precio de un toro es más elevado que el de una cabra y éste es más elevado que el de una oveja. Luego la Mishná y el Talmud nos dirán en relación a ésto que hay varios sacrificios que dependen de la pobreza o riqueza de un individuo. Presten atención a esto, nadie está libre de "culpa", si cometiste un error tenés que pagar y remediarlo mas no es lo mismo la culpa que debe "pagar" un rico que un pobre. A estos sacrificios se los denominan Korban Ole veIored (sacrificios que suben y bajan) ¿Por qué suben y bajan? Porque lo que se ha de ofrecer depende de la riqueza y el patrimonio de quién ofrece. Si comete un error, quién más tiene, debería ofrecer un toro mientras que el que menos tiene puede ofrecer algunas aves o incluso algo de harina. Había algo de marxistas en nuestros sabios talmúdicos. 

Asham Talui y Asham Vevadai: La culpa dudosa y la culpa cierta. Si estamos seguro que erramos debemos ofrecer un sacrificio Asham, un sacrificio de culpa por nuestro yerro. En este sentido nos dice el Talmud que tanto el individo, el Nasí y el Kohen deben ofrecer un sacrificio en este caso. No así el Beit Din. Pero si estamos en un caso que dudamos si nos equivocamos o no, no estamos seguro de que hayamos errado, nuestro recuerdo está borroso se está frente al caso de Asham Talui, un sacrificio de culpa que "depende", está en suspenso ya que no sabemos si hemos errado o no. En este caso el Talmud nos dice que tanto el individuo como el Nasí deben ofrecer un sacrificio mientras que si los que están en duda del error son el Kohen y el Beit Din no deben ofrecer. 

martes, 10 de enero de 2012

Horaiot 8 - Idolatría

Continuamos con nuestra guemará que abunda en cuestiones meticulosas en relación a las instrucciones erradas. Mi impresión al leer y estudiar las sucesivas hojas de este tratado es que por algún motivo los sabios querían limitar las ocasiones en las cuales tanto el Beit Din como el Kohen Mashiaj debieran ofrecer un sacrificio por su error. Con cada nueva Mishná y con su sucesiva Guemará los sabios se empecinan a que sean muy pocas las chances de que efectivamente el tribunal o el sacerdote deban efectivamente ofrecer un Korban. Por ejemplo, en nuestra primer Mishná a estudiar hoy se nos habla que ni un Beit Din ni un Kohen están obligados a ofrecer un sacrificio sino en el caso de que hayan instruido de manera errada en relación a un mandamiento el cual si uno lo hace con premeditación (BeMezid) el castigo es Karet mientras que si uno lo hace sin intención (Bishgaga) uno debe ofrecer un sacrificio expiatorio (Korban Jatat). El Karet, depende del autor, va desde el exterminio físico de la persona por mano de los hombres, al extermino pero por manos de Ds; mientras otros sugieren que es una especie de ostracismo. Hay ciertas Mitzvot que si uno las trasgrede "recibe" según la Torá esta pena. Una de ellas es comer durante el ayuno de Iom Kipur o comer algún alimento leudado durante Pesaj. Si uno, a sabiendas, comete estas transgresiones la Torá prescribe el Karet pero si uno erra sin intención por equivocación o por desconocimiento de la Ley su "castigo" no es el exterminio sino ofrecer un sacrificio para expiar su equivocación. Nuestra Guemará nos dice que sólo en relación a éstas tanto el Beit Din como el Sacerdote están obligados a ofrecer un sacrificio por su error. 

Avoda Zará, la idolatría, es el peor de los males. Si la Torá tuviese un Leit Motive este sería la erradicación de la idolatría, y en mi opinión lo tiene! Si tenemos que encontrar un sentido a toda la existencia judía éste sería el intento por eliminar la adoración a deidades falsas y banalidades. Ni el dinero debe ser nuestra meca ni debemos rezarle al sol. Este es uno de los pilares de la tradición judía. La idolatría, llamada en hebreo, Avodá Zará, el "trabajo espiritual extraño o desviado" es criticado intensamente desde la Torá hasta los tiempos talmúdicos. La idolatría siempre fue el gran pecado, la causa de todos los males. Es por este motivo que en cada una de nuestras Mishnaiot estamos viendo que el tema de Avoda Zará es trabajaso por separado, teniendo leyes particulares. Rabi Ioshua Ben Levi enseñaba que la idolatría es igual a todas las mitzvot. Si trasgredimos una mitzvá que tiene relación con Avoda Zará es como si estuviésemos trasgrediendo todos los demás mandamientos. Tal como la observancia estricta del Shabat o el estudio de Torá se equiparan al cumplimiento de todos los demás mandamientos, la idolatría se compara con transgredir toda la Torá. ¿Por qué? Ya que la esencia de la Torá es la lucha contra la idolatría, porque, tal como enseñan en nuestra guemará por la misma boca de Ds, al comienzo de los Aseret HaDevarimn(Diez Mandamientos), se nos dice que no debemos tener otros dioses, y una vez que trasgredimos esa mitzvá estamos proclives a rebelarnos contra el resto de la estructura jurídica de la tradición de Israel. La creencia en un Ds único es el pilar de la tradición judía, quien transgrede este principio idolatrando a "otras" deidades está trasgrediendo toda la Torá.  

Siendo más meticulosos: El Talmud sigue aclarando que ni el Beit Din ni el Kohen son susceptibles de ofrecer un sacrificio si es que erran permitiendo algo prohibido en relación al Mikdash, al santuario. Si se equivocan en una enseñanza en referencia al santuario no están sujetos a ofrecer un sacrificio expiatorio mientras que si erran en relación a un precepto afirmativo como uno negativo en relación a la mujer menstruante (Nidá), están obligados. Al referirme a un precepto afirmativo y uno negativo me refiero a como lo trabaja el Talmud a los preceptos Taase y los Lo Taase. Ejemplos del primero (los afirmativos o Taase) en relación a la mujer en Nidá es: separarse de ella. La Mitzva me comanda a hacer algo. Mientras que un precepto negativo o Lo Taase, es "no tener relaciones con una mujer en Nidá". En este caso la mitzvá comanda a no hacer algo, a abstenerme de realizar cierta acción.   

jueves, 5 de enero de 2012

Horaiot 7 - Las enseñanzas del Kohen

En el capitulo anterior vimos qué pasaba si el Beit Din (BD), en particular el Sanedrín, daba una enseñanza errónea. Este capitulo, o al menos la primer parte, versará en torno a qué pasa si el que se equivoca en su enseñanza y erra es el kohen (sacedrote). Nuestra Mishná llama al kohen, Kohen Mashiaj, sacerdote ungido. Mashiaj no es otra cosa que el que es ungido, en este caso con aceite, para una tarea en particular, para aquellos: el sacerdocio. Antes de empezar, es importante señalar dos términos: todos nuestros errores y transgresiones las podemos hacer de dos formas: Veshogeg o Vemezid, sin intención o con premeditación, respectivamente. Si el kohen da una enseñanza errónea veshogeg y él mismo actúa de una manera errada, él debe ofrecer un bovino como sacrificio expiatorio. Si en cambio, tanto en el acto como en la enseñanza, lo hizo vemezid, con intención él no debe ofrecer ningún sacrificio ya que los korbanot (sacrificios) "reparan" y "absuelven" únicamente a quien erró sin intención. La Mishná, y luego la Guemará, nos dirán que la enseñanza del Mashiaj para consigo (ya que lo que él enseña es para su "uso personal") es lo mismo que la enseñanza del Beit Din para con el pueblo.

Mashiaj KeTzibur: El sacerdote es en relación a las leyes de Horaiot como el público, como la congregación. Tal como el pueblo no está obligado a ofrecer un sacrificio sino en el caso de que tanto la enseñanza errónea haya sido oculta a sus ojos (o sea ellos no saben, ya que no son doctos, si lo que decretó el Beit Din es correcto o no), lo que es llamado en hebreo Heelam Davar, conjuntamente con hacer el acto sin intención (Shgigat Maasé). Solo en el caso del que el público, y en este caso el Kohen, no sepa que su enseñanza fue errada y haya pecado sin intención, deben ambos ofrecer un sacrificio expiatorio. Otra similitud es que tanto el Beit Din que decretó algo para el Tzibur y ellos lo siguieron, el Kohen cuando decreta algo sobre sí mismo también sigue la enseñanza. En ese sentido no importa quien impartió la enseñanza errada sino que el que la haya emitido la hiciera sin intención y que el que actuó en concordancia con ella realice el acto sin intención y desconociendo que esta errando.

Segunda Mishná y su guemará. En esta Mishná y en su Guemará nos aclaran la relación entre el Batei Din (BD en plural), que en este caso es llamado también Tzibur, y el Kohen. Si el yerra por si mismo, o sea por su propio error, y actúa siguiendo su propia enseñanza el korban que debe ofrecer es por el mismo. Pero si el erra, conjuntamente con el Beit Din, en una misma enseñanza el tiene que expiar los errores de él conjuntamente con los del Beit Din. Por otro lado tal como el Beit Din no está obligado a ofrecer un sacrificio por una enseñanza que anule una parte (y no toda) la ley, en relación al Kohen se aplica el mismo principio.

Tercera Mishná y su guemará. El Kohen no esta obligado a ofrecer un sacrificio expiatorio sino en el caso que tanto algo haya sido oculto, o sea que desconocía su enseñanza equivocada (Heelam Dabar), conjuntamente con hacer la acción Bishgaga, sin intención. Debe haber tanto un desconocimiento del error en tanto enseñanza y en tanto hecho, ambos deben coincidir y deben hacerse sin intención para que el sacerdote ofrezca un carnero expiatorio. La Guemará aclara que esta enseñanza la aprenden los sabios de Vaikra 4:13 el cual sostiene "Ishgu Veneelam Dabar", el cual sostiene por un lado el error sin intención "Ishgu" y por otro lado el desconocimiento y el ocultamiento en la enseñanza "Veneelam Dabar". 

miércoles, 4 de enero de 2012

Horaiot 6 - Resumen

La sexta página del tratado de Horaiot cierra el primer capitulo. Como en esta guemará los sabios continuaron discutiendo detalles muy pequeños que por nuestra forma de estudiar no podríamos expresar en un simple post de pocas lineas me pareció mejor, ya que para mi fue complicado, hacer un resumen de todo lo aprendido hasta aquí para tener las cosas en claro y poder seguir estudiando con los conceptos bien sabidos. Aquí vamos!

El Beit Din, la corte rabínica, de la cual habla este tratado no es otra que el Sanedrín Gdola, el gran cuerpo legislativo judío que rigió la vida del pueblo de Israel por varias generaciones. Este cuerpo estaba formado por 71 sabios y ancianos. Para que este BD (Beit Din) deba ofrecer un korbán (sacrificio) por la enseñanza errada toda la congregación, o su mayoría, necesita haber "pecado" por su culpa. No alcanza, tampoco, que la gran mayoría del Sanedrín (del mismo origen etimológico que 'senado') esté de acuerdo con aquella enseñanza sino que ninguno de sus miembros se oponga o diga estar en desacuerdo. Para que la congregación deba ofrecer un sacrificio por culpa se necesita que la gran parte de la congregación haya actuado de acuerdo a la disposición del BD, y no solamente una minoría. 

Tanto unos como otros deben ofrecer el sacrificio ya que la enseñanza depende del Beit Din pero la acción corresponde a la congregación. El Korbán Jatat, el sacrificio exculpatorio, debe ser ofrecido por ambos, ya que en definitiva cada uno (sin intención evidente) erró. Esto nos enseña que aunque erremos sin intención debemos, de alguna manera, arreglar nuestro yerro. Quien actúa de una manera incorrecta, aunque esté en concordancia con los dichos del Beit Din, pero no lo aprendió del BD tiene que ofrecer un Korbán Jatat como un individuo cualquiera que erra e incumple un precepto. 

En lo referente a Horaiot cada una de las tribus es llamada "Kahal", congregación, y sólo se cuenta a los que viven en la tierra de Israel. Para que el BD tenga que ofrecer un sacrificio, se debe equivocar en la enseñanza de algo particular de una prohibición de la Torá. Debe permitir algo que no esté exactamente claro en la Torá, algo que no sea explicito. Si enseñan algo que explicitamente la Torá prohíbe o dicen que se puede hacer algo, aboliendo así, algo que la Torá específicamente dice que no se puede hacer no se considera una enseñanza y cada uno que erro por los dichos del BD debe ofrecer en forma individual un sacrificio. 

martes, 3 de enero de 2012

Horaiot 5 - ¿Quién debe "pagar"?

Seguimos estudiando lo que sucede cuando una corte rabínica (Beit Din, de ahora en más BD) enseña de manera errónea una Ley. Nuestra Guemará abre con una nueva Mishná: Rabi Meir y Rabi Iehudá, principalmente, discutirán sobre quién debe ofrecer el sacrificio. Según Rabí Meir si todo el pueblo de Israel, o su mayoría, actúan de acuerdo a la enseñanza errónea se debe ofrecer un toro solamente, y esto lo debe hacer el BD. Por otro lado, Rabi Iehudá sostiene que la ofrenda debe consistir en doce toros sosteniendo que son las tribus, las que deben ofrecer los sacrificios por el error. Rabi Shimón, en cambio, dice que son trece los toros que de deben ofrecer como korban, doce por cada una de las doce tribus y uno más por el BD. Si en cambio el BD de una tribu (cada una de ellas tenía su corte particular, más allá del gran BD de todo Israel) enseña de manera errónea, es esa tribu la que debe ofrecer el sacrificio pero no todas las demás (antes, habíamos visto que si la mayoría de las tribus - o sea 7 - seguía las enseñanzas del tribunal, es posible que todas las tribus, aunque no hayan actuado, tengan que ofrecer un sacrificio).

Remisión de culpas colectiva: En nuestras vidas, muchas veces, cuando alguien se equivoca no es sólo esa persona quien "carga con la culpa" sino que su entorno más intimo también lo hace. Como enseñaba Abraham Ioshua Heschel: no todos somos culpables pero sí todos somos responsables con lo que pasa en nuestro entorno. Y esta es la actitud judía básica: la no indiferencia. Cuando ves que alguien se "equivoca" o crees que está tomando un mal camino uno está obligado a decirle algo, sin forzarlo a que cambie pero  tratando de darle una segunda opción para que revea sus acciones. Será por este motivo que los sabios decían, o por lo menos así lo sostenía Rabi Iehudá, que si dos tribus (o sea una minoría) actua de forma errada son sólo ellos los que deben ofrecer el sacrificio expiatorio pero si la gran mayoría de la congregación, por lo menos 7 tribus, erra, son las 12 tribus las que deben ofrecer el korban. Un Kahal, una congregación, somos todos. Rabi Shimón entiende que si 7 tribus erran, sólo 8 sacrificios se deben hacer, ya que la idea de Kahal, de congregación, implica en ese caso a las tribus que erraron y al Beit Din que enseñó mal. 

La enseñanza y el acto: Algunos sabios enseñaban que en ciertos casos tanto el BD como la congregación que erró deben ofrecer un sacrificio. ¿Cuál es el motivo? ¿Por qué no una sola de las dos partes paga su culpa? Porque, como enseña Rabi Iehudá, la enseñanza depende del BD pero la acción depende de la congregación. Nadie está libre de culpas, ni el que dio la orden ni el que la ejecutó. 

domingo, 1 de enero de 2012

Horaiot 4 - Todo o una parte

En la última Mishná habíamos visto que si el Beit Din (corte rabínica) anulaba por completo (de manera errónea) una ley de la Torá, éste (el Beit Din) no debía ofrecer un sacrificio por su error. Si por ejemplo decía que no existe Shabat, Nida o Avoda Zará, no se lo entiende como una enseñanza por las cuales no deben ofrecer un korbán. Pero, si en cambio, dicen que existe Shabat pero que se puede llevar un objeto de un dominio público a uno privado o que existe Avoda Zará pero que se puede adorar a un ídolo de cierta forma quedan obligados a ofrecer un sacrificio expiatorio porque a esto se lo considera una enseñanza ya que no arrancaron de cuajo una ley de la Torá sino sólo una parte. 

Davar VeLo Kol HaGuf. La cuestión central de nuestra lectura de hoy es en relación a que los sabios enfatizan que para que el Beit Din sea suceptible de estar obligado a ofrecer un sacrificio ellos deben enseñar de manera incorrecta una parte y no toda una ley de la Torá. Preguntó Rab Iosef: Si la corte enseña que se puede arar en Shabat ¿esto se considera como que anuló una parte de la ley de shabat o su totalidad? La respuesta a esta pregunta queda inconclusa en la guemará mas Maimonides decreta que en este caso la corte debería ofrecer un sacrificio. De esto derivamos que entendía que como respuesta que anula tan solo una parte, una de las 39 labores prohibidas de shabat, y no el shabat como su totalidad. 

Los Tzdukim. Rab Shmuel enseñaba lo siguiente: El Beit Din no está obligado a ofrecer un sacrificio sino en cuestiones que los Tzdukim también acepten. ¿Qué es todo esto En primer lugar hace falta un poco de historia. En el siglo I hubo una gran convulsión dentro del mundo judío, con muchas sectas y diversas corrientes. Una de aquellas corrientes eran los Tzdukim que aceptaban únicamente la Ley escrita, o sea, la Torá, mas no recibían ni aceptaban la Ley Oral, las enseñanzas e interpretaciones de los sabios. En contraposición a esta corriente se encontraban los Prushim, que decían que tanto la Ley Escrita como la Oral eran divinas. Nosotros, como pueblo de Israel, somos descendientes de los Prushim ya que aceptamos en nuestras vidas las enseñanzas de la Mishná y el Talmud que encarnan la esencia de la Ley Oral. En este sentido es que Rab Shmuel enseña lo que expusimos previamente. Como los Tzdukim sólo aceptaban la Ley Escrita y no las interpretaciones de los sabios de la misma, como sí hacían los Prushim , Rab Shmuel decía que sólo son obligados, los miembros de la corte, a ofrecer un korbán si enseñan algo que hasta los Tzdukim que no aceptan las interpretaciones también reciben. En este sentido Rab Shmuel habla sobre la literalidad. Para que los sabios esten obligados deben enseñar algo groseramente en contra a la literalidad del texto bíblico. Por ejemplo, y este es mi ejemplo, si la corte dice que se puede comer cabrito con la leche de su madre (algo que la Torá en 3 oportunidades dice que no se puede hacer) deben ofrecer un korbán , pero si por otro lado dicen que se puede mezclar pollo con leche (algo que los sabios enseñan mas la Torá no lo dice en su literalidad) ellos no están obligados. En este ultimo caso los que siguieron las enseñanzas de la corte están exceptuados de ofrecer un sacrificio. 

Falsos profetas. Si un profeta dice que debemos desterrar para siempre un precepto de la Torá no le debemos creer, y dice la guemará:  debemos matarlo. Si dice que debemos anular una parte de un precepto o suspender "momentáneamente" el cumplimiento de un precepto, según Rabi Shimón debemos hacerle caso (ya que no sabemos efectivamente si es un falso profeta) y no matarlo. La única forma, según el Talmud, de  asegurarnos que alguien que dice ser un profeta, es un falso profeta, es si este dice que se debe anular para siempre cierto mandamiento de la Torá. 

Kedarká veSheló Kedarká. En algunos de los ejemplos que traen sobre posibles enseñanzas erróneas y discusiones entre Prushim y Tzdukim los sabios traen dos conceptos que son importantes para tener en cuenta. Todas las cosas las podemos hacer de dos maneras: Kedarká (por su camino habitual) y Sheló Kedarká (por una forma no habitual). Con este ejemplo, que lo trae la misma guemará, vamos a entender mejor. La vía sexual y de penetración habitual (Kedarká ) es por la vagina y ésta, en ciertos casos, no importa ahora los detalles, estaría prohibida pero sugieren los sabios que en esos momentos (por ejemplo cuando una mujer está indispuesta) la penetración anal (Sheló Kedarká), por ser esta una forma no habitual, estaría permitida. Esto no lo tomen como halajá porque no queda así pero es interesante pensar estos dos conceptos como dos formas de hacer las cosas y muchas veces, por ejemplo en Jol Hamoed, para citar un ejemplo, en donde esta "prohibido" (aunque no de manera muy estricta) escribir, algunos sabios dicen que "Sheló Kedarká" podemos escribir. ¿Cómo sería en este caso? Si somos diestros, durante Jol Hamoed, los días intermedios entre Pesaj y Sucot, debemos escribir con la zurda.