Retomando como terminamos la última guemará (ver Berajot 16), la misma sigue comentándonos qué es lo que solían decir nuestros sabios en diferentes situaciones. Rab Sheshet, cada vez que completaba un ayuno, solía decir : "Señor del Universo, cuando el Beit Hamikdash (el Templo de Jerusalém) existía si un hombre pecaba iba y llevaba la sangre y la grasa de un animal. Hoy que el Templo no existe en este ayuno mi grasa y mi sangre se disminuyen. Acepta la disminución de éstas como si fuera una ofrenda traída ante Tu santuario." Esta era la capacidad de reinvención que tenían nuestros sabios.
El fin del hombre es la muerte. Dicen que el comienzo de la filosofía y del ser religioso es la especulación sobre la muerte, un hecho inevitable. Rabi Iojanán planteaba que el fin del hombre es la muerte, como también la de los animales es ser degollados. Sabiendo esto dice: grande es el hombre que vive una vida de Torá, que controla sus impulsos del mal y que se crea un buen nombre. "Tov Shem Mishmenen Tov", enseñaba el Rey Shlomó, es mejor un buen nombre que una buena fragancia. De este mundo no nos llevamos nada, lo único que podemos hacer es dejar.
¿Cuál es el objetivo de la sabiduría? Según Raba el objetivo de la sabiduría es la capacidad de volver en Teshuvá, de arrepentirnos de nuestros errores, y de hacer actos de bien (maasim tovim). La sabiduría no está en los títulos universitarios o en los premios obtenidos sino en la capacidad de aprender de nuestros errores y de poder encontrarnos con el otro a través del amor, la misericordia, la amistad y el respeto.
¿Cómo es el mundo venidero? Según Rab este mundo no es como el mundo venidero. Allí no se come, no se bebe, la gente no se reproduce, no hay negocios, no hay odio, no hay envidia. Allí los justos se sientan con coronas en sus cabezas y disfrutan del resplandor de la presencia Divina. Es interesante como Maimonides (Siglo XI, Egipto) enseña que estas nociones del mundo venidero deben ser entendidas como alegorías y que debemos tomarlas y aprender de ellas como tales. Cuán extraño es personas, hoy en día personas, 10 siglos después, sigan pensando que lo que aquí se describe es una realidad material en vez de una enseñanza espiritual.
El lugar de la mujer. ¿Cómo obtiene la mujer el mundo venidero? Para la mentalidad talmúdica la mujer tiene un rol servicial con respecto al hombre. Rab solía decir que las tres funciones principales de la mujer son: Mandar a sus hijos al Templo, mandar a sus maridos a la casa de estudios y esperar a su marido hasta que vuelva. Hoy en día no podemos seguir sosteniendo este modelo de mujer servicial y funcional para que el marido pueda estudiar Torá.
Hadrán Halaj Haia Kore, Volveremos a ti "el que lee". Así terminamos este segundo capítulo del tratado de Berajot
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