Aba
Biniamin sigue con sus dichos en relación a la Tefilá. En este caso dice que la
plegaria de un hombre no se escucha, sino, en el Beit Hakneset. El Shil (o
Knis) es nuestra casa de encuentros y los jajamim buscan que sea allí donde
podamos rezar en comunidad. ¿Por qué en un Shil? Porque ahí, explica Aba Biniamin,
esta la Rina, el canto. Y el canto es la manera de acercarnos a D-s. En un
templo que no se canta, D-s no aparece (esto último es mi agregado y deducción
de la Guemará).
El
Zohar dice que hay puertas del cielo que solamente a través de la melodía y el
canto pueden ser abiertas. Este sabio luego demuestra con alusiones
a versículos biblicos que D-s se encuentra en todos los Batei Kneset
y que la Shejiná, la presencia Divina, se encuentra donde 10 personas
se encuentran a rezar o donde 3 jueces se sientan a juzgar, o
incluso, cuando una persona (como nosotros) en soledad se encuentra estudiando
Torá.
D-s
se pone Tefilin. La Guemará nos cuenta que Ds se pone Tefilin, tanto en el
brazo como en la cabeza. Los Tefilin representan la fuerza y la vigorosidad.
Luego de enseñarnos que Ds se pone Tefilin tal como nosotros hacemos cada
mañana, la Guemará se pregunta ¿Qué tiene escrito en los Tefilin D-s? En
nuestros Tefilin hay escritas alabanzas a D´s, por ende, los jajamim deducen
que en los Tefilin de D-s deben estar escritas alabanzas hacia el Pueblo de
Israel. Como por ejemplo ¿Quién es un pueblo Grande? (Deutronomio 4:7), en
relación a Israel, claro está. Los teflinin, comenta Shteinzalts vendrían a ser
la conexión entre el pueblo judío y D-s.
Algunas
cuestiones sobre el Beit Hakneset. Cuando D-s desciende a nuestras sinagogas y
no encuentra un Minian, grita: ¿Por qué vine, y nadie apareció? ¿Por qué
llamé, y nadie respondió? ¿Acaso es demasiado corto mi brazo que no pueda
rescatar? ¿Acaso no hay en Mí fuerzas para librar? (Isaías 50:2). Nos
cuenta también la Guemará, y es la costumbre hasta nuestros días, que uno debe
fijar un lugar para rezar en el templo. Siempre la misma silla, el mismo banco.
¿Por qué? Porque quien lo hace recibe la ayuda de Abraham Avinu, ya que era
costumbre de nuestro patriarca, elegir un lugar fijo y ponerse a rezar.
¿Cuál
es la recompensa? Muchas veces nos preguntamos cuáles son las recompensas, los
"premios", por nuestras acciones. A veces la acción misma es la
recompensa. Rabi Zeira, analiza la recompensa en relación a varias cosas. ¿Cuál
es la recompensa por: 1) Escuchar una prédica, es correr hacia ella, o sea,
esforzarse por aprender 2) Ir a una asamblea rabínica, la aglomeración, o
sea, estar entre sabios 3) Ir a la casa de los deudos, el silencio 4) Un ayuno,
la tzedaká que uno da 5) Dar el Esped (la oración fúnebre), conmover a los
presentes. Estos son sólo algunos ejemplos. El "premio" del ayuno
tiene que ver con nuestra capacidad de sentir el hambre y así ayudarnos a tomar
conciencia de la importancia de la tzedaká.
Una
conducta diaria. Si estamos acostumbrados a que un compañero/amigo
nos salude, o sea, nos diga "Shalom", debemos adelantarle el saludo y
decirle Shalom primero. ¿Por qué? Porque en Salmos 34:16 dice: pide la paz (el
shalom) y persiguelo. Quien es saludado y no devuelve el saludo es considerado
como un ladrón.
La importancia de las intenciones. אמר רב אשי: חשב אדם לעשות מצוה ונאנס ולא עשאה - מעלה עליו הכתוב
כאילו עשאה. Dijo Rabi Ashi: Quien pensó en cumplir con una
Mitzvá y tuvo un percance por lo cual no pudo cumplirla, se la considera como
si la hubiera hecho. Así dice nuestra Guemará, lo que nos da una idea de que lo
que vale, en última instancia, más allá de la importancia de la acción es la
intención. El judaísmo se vive en la acción pero la misma debe estar acompañada
con la intención. Si intentamos hacer algo, y verdaderamente nos esforzamos por
ello y no podemos cumplirlo, la Mitzvá se nos considera como cumplida.
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