Ietzer
HaTov veIetzer Hará. Cuenta la Guemará que todos tenemos dentro nuestro
el instinto del bien y el instinto del mal. El primero debe luchar
siempre para sobreponerse sobre el segundo. Si lo logramos estamos bien, si no,
debemos estudiar Torá. Si aún así no podemos dominarlo, continua la Guemará,
debemos concentrarnos y recitar el Shema Israel.
Todo
proviene del Sinaí. El Talmud constantemente trata de informarnos que todo el
desarrollo de la tradición oral proviene del Sinaí. Tratan de justificar su
judaísmo diciendo que todo viene de la misma revelación de D-s a Moshé. En este
caso los maestros dicen en relación al siguiente versículo: וַיֹּאמֶר יְקֹוָק אֶל מֹשֶׁה עֲלֵה אֵלַי הָהָרָה וֶהְיֵה שָׁם
וְאֶתְּנָה לְךָ אֶת לֻחֹת הָאֶבֶן וְהַתּוֹרָה וְהַמִּצְוָה אֲשֶׁר כָּתַבְתִּי
לְהוֹרֹתָם: (Shemot 24:12), que la palabra "lujot"
corresponde a los 10 mandamientos, la palabra Torá se corresponde con los 5
libros de Moshé, la palabra Mitzva se corresponde con la Mishná, las palabras
"que yo escribí" serían los profetas y los escritos, y finalmente la
palabra "para enseñarles" vendría a ser el Talmud. Tengamos en cuenta
que cuando en el Talmud se menciona al Talmud no quieren significar un libro
cerrado sino la interpretación de los textos, o sea, la enseñanza de las escrituras.
Las
diferencias entre D-s y el hombre. El Talmud viene a enseñarnos cuán diferentes
son las cualidades del hombre y de D-s. Cuando un hombre de carne y hueso le
vende algo a alguien, el comprador está contento y el vendedor triste (podemos
presuponer que él no lo quería vender pero tuvo que hacerlo por necesidad).
Mientras que cuando D-s le regaló la Torá a Israel quedó contento y también su
"comprador", el pueblo de Israel.
Un
tema álgido. Enseña Rabá: Si un hombre ve que tormentos caen sobre él que
vaya y revise sus actos. Si revisa sus conductas y no encuentra nada objetable
(para recibir tal sufrimiento) que lo atribuya a la falta de estudio de Torá.
Si aún así él considera que estudia Torá suficiente, el hombre debe saber que
eso son tormentos de amor por parte del Eterno (Isurin she ahaba). Siguiendo
con esta teología del sufrimiento, tratando de comprender el origen del dolor y
de los tormentos en el ser humano los sabios dicen que tres regalos le fueron
entregados a Israel, pero todos esos, se consiguen a través de diversos
tormentos: La Torá, Eretz Israel y el Mundo Venidero, son hermosos regalos pero
para conseguirlos el pueblo de Israel y cada uno de sus miembros debe sufrir en
ciertas ocasiones, sacrificar muchos placeres y hasta, en algunos casos,
entregar la vida. El tema sigue trayendo debate y es Rabi Iojanán que en un
momento dice que ciertas enfermedades y la muerte de los hijos no pueden ser
nunca tormentos de amor.
Aba
Biniamin. Este personaje cuenta que durante su vida tuvo dos grandes preocupaciones
(extrañas por cierto): 1) Que sus tefilot sean dichas siempre cerca de su cama
2) Que su cama esté orientada de norte a sur. De la primera aprende la Halajá
que de lo posible uno debería hacer la plegaria de la mañana cerca de su cama y
el por qué de la segunda preocupación de este Rab tiene que ver con que, según
como algunos analizan un versículo, quien orienta su cama de esa manera va
a tener el mérito de tener hijos varones.
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