3 cosas le pidió Moshé a Hakadosh Baruj Hu (de ahora en más HBU): Que la shejiná (presencia divina): se quede con el pueblo de Israel, que se retire de los demás pueblos y por último que le muestre Sus caminos. Según la mayoría de los sabios, las 3 le son concedidas mientras que otros dicen que la última no le es concedida. En relación a la última petición Moshé le pregunta a HBU: Señor del Universo por qué hay justos a los que les va bien y justos que les va mal, y por qué hay malvados que les va bien y malvados que les va mal. A raíz de esto distintos sabios talmúdicos dan opiniones divergentes para responder tan importante pregunta teológica:
1) Tzadik veTov lo: a un justo que le va bien es porque es hijo de otro justo. Tzadik VeRá, un justo que sufre es porque es hijo de un malvado (rashá). Un rashá que le va bien es porque su padre fue un Tzadik y finalmente un rashá que le va mal es porque su padre era también un rashá.
2) Otro sabio argumenta sobre esta posición y discute con dos versículos bíblicos que parecen contradecirse: "D-s recuerda la iniquidad de los padres en los hijos" (Shemot 34:7) y "los hijos no morirán por el pecado de sus padres, cada hombre por su pecado morirá" (Devarim 24:16). Este sabio sugiere que estos versiculos no se contradicen sino que trabajan sobre dos situaciones diferentes. El primer versículo se relaciona con los hijos que "agarran", o sea, que aprenden de las iniquidades y pecados de sus padres mientras que el segundo habla de los hijos que rechazan esas enseñanzas de sus padres y siguen otros caminos de vida sin caer en el pecado.
3) La última opción que se presenta es cuando se habla que a un justo le va bien (Tzadik veTov lo) se trata de un Tzadik Gamur, un justo completo. Tzadik veRá lo es cuando no es un justo completo por lo cual es preferible que "pague" en este mundo sus errores para llegar "puro" al mundo venidero. Rashá veRá lo, un malvado al que le va mal es un Rashá Gamur, un completo malvado. Rashá veTov lo, no es un Rashá completo y es preferible que en este mundo tenga usufructo de sus pequeños méritos para que llegue al mundo venidero como un rashá.
Quizás para amainar la dureza de estas discusiones, que al parecer ya eran un problema teológico en esos tiempos, la Guemará señala que enseña Rabi Iojanán: Cada palabra que sale de la boca de HBU es para bien.
La Torá es para ser vivida. El mismo Rabi Iojanán enseña que es más grande el uso de la Torá que su estudio. Es más valioso vivir una vida según los preceptos y los valores que la Torá que una vida llena de estudio y poca práctica. El judaísmo debe vivirse en la práctica, el estudio debe llevarnos a la acción porque sin la misma nada de lo que estudiamos cobra sentido.
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