En el contexto de una nueva Mishná que nos enseña que si una niña es casada por su padre y luego es divorciada, si la misma se vuelve a casar la Ketuva le pertenece a ella y no al padre. Según la cosmovisión rabínica y bíblica, como ya hemos establecido, la mujer pasa de "propiedad" en "propiedad". Primero es del padre hasta que se casa, una vez que se casa es del marido. En el caso de divorcio o viudez la mujer gana "autonomía". Ahora bien lo interesante es que la Guemará se pregunta por qué la Mishná trabaja sobre el caso de una mujer que se divorcio y luego enviudo y no el caso de que una mujer haya enviuadado dos veces. El motivo: ya que una mujer que enviudó en dos oportunidades no debe volver a casarse.
La tradición pos-talmúdica denomina a este tipo de mujeres "Isha Katlanit" (lit. Mujer Letal). Toda mujer que haya enviudado en dos oportunidades recibe este adjetivo legal y la misma no debe volver a casarse. ¿Por Qué? Porque los sabios en la época talmúdica entienden que la muerte de sus respectivos maridos es de alguna forma provocada por está mujer. En otra Sugya relacionada hay una discusión si para adquirir está categoría dos o tres maridos deben morir ya que habitualmente la presunción (jazaká) en la tradición judía se adquiere cuando algo suscede tres veces. En este caso, sin embargo, con la muerte de dos maridos es suficiente para que la mujer se transforme en una Katlanit.
Los sabios explican que la muerte de sus maridos puede deberse a dos motivos: (1) Mazal Gorem, la mujer tiene mala suerte o poca fortuna y por dicho motivo sus maridos mueren (2) Maayan Gorem, su manantial (eufemismo para su vagina) es el motivo de la muerte de sus maridos. Los sabios sospechaban que la mujer contagiaba alguna enfermedad letal a través del acto sexual.
Si siguiésemos estrictamente el texto talmúdico una mujer que enviudo en dos oportunidades no debiera nunca volver a casarse. Sin embargo en la época postalmudica algunos sabios fueron más laxos al aplicar está ley. Por ejemplo Maimonides dice que si está mujer se casó por tercera vez el hombre no esta obligado a divorciarla y el matrimonio puede continuar; sin embargo el Rosh argumenta que el hombre está obligado ya que según la ley judía uno tiene prohíbido poner en peligro su propia vida.
En está misma senda otros sabios medievales y modernos argumentan que la ley de la Katlanit solo es válida cuando se trata de la muerte de hombres jóvenes, sanos y en situaciones "anormales"; sin embargo si los muertos eran ancianos, enfermos o mueren en una guerra no se considera a la mujer Katlanit y la misma puede volver a casarse. De esta forma los sabios limitan casi al máximo la ley sobre la mujer Katlanit permitiendo en el 99% de los casos que la "viuda negra" puede casarse por tercera vez.
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