Esta es la ley de los celos, cuando la mujer (Isha) cometiere infidelidad contra su marido (Ishah)... (Bemidbar 5:29)
Los rabinos del Talmud se detienen frente a este versículo y afirman que el mismo está construido de esta forma tan particular para igualar al hombre y la mujer con respecto a las halajot de la mujer Sotá. En hebreo mujer se dice Isha pero también, cuando nos referimos al hombre (Ish) de la mujer podemos decir Ish shela o directamente Isha también. En este sentido, enseñan nuestros maestros, que para que se pueda aplicar la ley de la mujer sospechada de adulterio ambos, marido y mujer, deben ser "iguales".
No es la primera vez que los sabios hacen difícil la aplicación de una ley de la Torá. Es sabido que los sabios talmúdicos intentaron en diversas ocasiones, de la forma que mejor pudieron, eliminar o hacer imposible ciertos mandamientos que aparecen en la Torá. ¿Por qué? Porqué estaban, por decirlo de alguna forma, en contra de la pena de muerte. En este sentido sólo se puede aplicar la pena de tomar de las aguas amargas si: 1) la relación matrimonial es correcta 2) y si es el marido quien la cela. Por otro lado aquí los sabios nos dicen que si uno de los dos es sordo, mudo, ciego, manco o rengo no se puede aplicar la pena de la mujer Sotá. Los mismos principios se anuncian en relación al Ben Sorer uMore. Los sabios no podían anular directamente una ley de la Torá pero sí podían hacer casi imposible su aplicación.
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