Existen padres despistados pero pocas veces conoceremos a un
padre como el que nos presenta el Talmud hoy. Antes de comentar de qué padre
estamos hablando debemos aclarar que la realidad de los tiempos de la Mishná y
el Talmud, hace más de 1700 años, era una realidad social con lazos familiares
y valores familiares muy diferentes a los que nosotros conocemos hoy en día. He
aquí la historia:
Si un hombre dice “desposé a mi hija [con algún hombre] pero
no recuerdo con quién lo hice”; es decir que un padre comprometió a su hija con
un hombre x y no recuerda quién era este hombre, se olvidó o no prestó la
suficiente atención ¿Qué ocurre con su hija? Si un hombre x viene y dice “yo la
desposé” este hombre es creíble y la joven debe casarse con él. Ahora bien ¿Qué
ocurre si dos hombres vienen y dicen “yo la desposé”? ¿A quién se le cree? El
Talmud decreta que ante la duda, ya que de seguro uno está mintiendo y no se
sabe quién es –por aquel padre tan distraído- ambos deben otorgarle un Get
(documento de divorcio) por las dudas a aquella joven para que no quede sujeta
a ninguno de ellos dos.
Aviso a los padres: para no complicar las cosas si van a desposar a sus
hijas –cosa que no recomiendo en estos días- por lo menos recuerden con quien
lo hicieron!
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