Ya estudiamos aquellas cosas que le están prohibidas comer o tomar a un judío si son producidas por un no judío, como también que con esos productos está prohibido comerciar o tener algún tipo de beneficio (Isur Hanaá). Ahora, sin embargo, la Mishná enumerará algunos productos que están prohibidos de ser consumidos por judíos pero que sin embargo se puede comerciar con ellos. Con el correr de los días iremos enumerando los diferentes productos cada vez que vayan saliendo en la Guemará. Comencemos con los primeros dos que aparecen en nuestros folios del día.
Jalav (leche). Los sabios del Talmud se preguntan por qué la leche de los no judíos está prohibida para ser consumida por un judío. Como de costumbre, los sabios no se ponen de acuerdo. Hay algunos que dicen que es por el miedo a que los no judíos mezclen la leche de un animal puro (tahor) con la leche de un animal impuro (tamé). Otras varias opciones también se esbozan. No obstante, en la actualidad hay consenso de la mayoría de los sabios (tanto ortodoxos como conservadores) que se puede consumir, sin sospecha, la leche producida industrialmente por los controles estrictos del Estado. Esta leche se la denomina Jalav Stam. Sin embargo, siempre están los que siguen sospechando y observando minuciosidades de la ley y sólo toman Jalav Israel (leche producida, o al menos supervisada, por judíos).
Pat (Pan). El pan es el alimento básico. Un producto que no puede faltar en los hogares, un producto económico y que llena el apetito con velocidad. Si bien los sabios de la Mishná prohibén el consumo de pan producido por no judíos los sabios del Talmud y de las generaciones subsiguientes son bastantes más laxos con la prohibición. Antes llamemos la atención a que el pan que está prohibido es aquel que es producido con alguno de los cinco cereales de la tierra de Israel (esos mismos que están prohibidos consumir en Pesaj): Trigo, Cebada, Avena, Centeno y Espelta. TACC de los celiacos más E. El Talmud cuenta que la prohibición del pan no se basa en algún producto prohibido sino que es simplmente por mishum jatnut, por el miedo a que un judío y un no judío se sienten a comer pan y finalmente se terminen casando. No obstante el Talmud cuenta la historia de un sabio que estaba caminando por un campo y ve a un panadero no judío haciendo un gran pan y dice "cuan lindo es este pan ¿qué le vieron los sabios para prohibirlo?" y Rabí inmediatamente, según el entendimiento del pueblo, con este dicho asevera que el pan producido por no judíos está permitido. Los codificadores medievales son ambibalentes en su relación con el Pat Akum (pan producido por no judíos). Hay quienes dicen que no se puede consumir bajo ningún concepto, hay otros que dicen que se puede consumir solo en el caso de que en la ciudad no haya panaderos judíos e incluso ciertos sabios (como el Ramá) permiten incluso comer pan producido por no judíos si hay panaderos judíos en la zona.
Entonces para concluir. Si vimos que hubo un desarrollo en relación al pan y a la leche ¿por qué no se puede dar el mismo paso en relación al queso y a los vinos? Los movimientos liberales, aplaudiendo yo su decisión, ya lo hicieron. Dudo que nuestros hermanos con gran amor por el pasado remoto y poco aprecio por el presente den el mismo paso.
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