En el último post hablamos sobre aquellos libros que los rabinos prohibieron leer. Aquellos escritos que por motivos políticos o ideológicos quedaron fuera del canon bíblico. En el día de hoy me voy a detener en un fragmento particular de nuestra Guemará. El mismo dice lo siguiente:
Enseñan nuestros maestros: quien lee un versículo de Shir Hashirim (el cantar de los cantares) y lo hace tan solo como una canción o quien lee un versículo "fuera de su tiempo", trae males sobre el mundo. La Torá, en ese momento se viste de duelo y se para ante D-s y le dice: Señor del Universo Tus hijos me hicieron como un violín y me tocan como si fuera una broma... Rabi Shimon ben Eleazar decía: Todo aquel que lea un versículo en su tiempo le trae un bien al mundo.
Hasta aquí la cita. Ahora, pensemos en las implicancias y los desafíos que nos trae esta reflexión del Talmud. Vamos por partes. Lo primero que debemos comprender, para analizar la cita anterior, es que Shir Hashirim es uno de los libros más problemáticos de todo el Tanaj. Quien lo lee, sin los lentes de la tradición, no lee más que una breve novela erótica. Y esto, en mi humilde opinión, es sobre lo que quiere llamarnos la atención el Talmud. La historia, miticamente compuesta en la juventud por el rey Shlomó (Salomón), es sobre un hombre que busca a una mujer, a su amada. En el relato abundan versos eróticos y referencias hacia la sexualidad. Este libro, según nos narra el Talmud en el tratado de Yadaim, estuvo a punto de quedar fuera del canon bíblico pero fue salvado por Rabi Akiva. Por el otro lado, si lo leemos según la propuesta de los rabinos, se convertirá en una novela de amor entre D-s y el pueblo de Israel, la amada del Eterno. Y esto es lo que apunta nuestra Guemará. Quien lee Shir Hashirim como una mera novela erótica se equivoca, lee mal y confunde, quien hace de esta historia una mera canción popular y banal hace perder la profundidad del texto y su significado religioso.
Esta discusión presentada por el Talmud me lleva a pensar cómo nosotros leemos la Torá hoy. El Talmud quiere asegurarse, o intentar por lo menos, que las generaciones futuras lean "bien" la Torá. Antes que nada, vale aclarar que la idea de bien-mal o verdad-mentira, son producto del acuerdo intersubjetivo de una nación en un tiempo y en un lugar determinado. Teniendo ésto en cuenta, los sabios tenían su forma de leer la Torá y querían que esa forma fuese trasmitida a las generaciones futuras. Como no se puede leer Shir Hashirirm como una mera canción erótica, tampoco se puede leer la Torá como un libro de historia. La pregunta es ¿Para qué leemos la Torá? La respuesta es el Talmud. El Talmud es la respuesta judía a la pregunta ¿Para qué leemos la Torá? Y la respuesta es: para percatarnos de la existencia de D-s en el mundo y para saber cómo responder ante ella.
Toda lectura de la Torá, en cada generación, debe buscar a D-s e intentar traducir en actos una respuesta ante Su presencia. No hagamos, nos quieren decir los sabios, de la Torá un libro más de nuestras vidas. Si leemos los versículos en los momentos apropiados, como continúa diciendo el texto, traemos el bien y la paz al mundo mas cuando utilizamos los versículos fuera de contexto o para fines mezquinos o para usos "profanos" estamos desacralizando la Torá y eliminando todo su valor trascendente. Algo de todo esto, entiendo yo, nos quieren transmitir los sabios en este pasaje.
Toda lectura de la Torá, en cada generación, debe buscar a D-s e intentar traducir en actos una respuesta ante Su presencia. No hagamos, nos quieren decir los sabios, de la Torá un libro más de nuestras vidas. Si leemos los versículos en los momentos apropiados, como continúa diciendo el texto, traemos el bien y la paz al mundo mas cuando utilizamos los versículos fuera de contexto o para fines mezquinos o para usos "profanos" estamos desacralizando la Torá y eliminando todo su valor trascendente. Algo de todo esto, entiendo yo, nos quieren transmitir los sabios en este pasaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario