La Mishna plantea que tres días antes de las fiestas de los paganos no podemos tener ningún tipo de relación comercial con ellos. Ni venderles algo ni comprarles, tampoco podemos saldar una deuda, pedir prestado o incluso devolver dinero. La Guemará se pregunta si los tres días incluyen en si mismos al día de la festividad por lo cual serían, ese mismo día más dos previos. O si bien, son tres días de prohibición excluyendo al día mismo de la festividad. La halajá quedará según esta segunda opinión.
El Talmud llega a esta conclusión luego de exponer la visión de Rabi Ishmael que sostenía que con los notzrim (cristianos) un judío nunca podía comerciar ¿por qué? Ya que él sostenía que uno no podía comerciar con un pagano ni tres días antes de sus fiestas ni tres días después, y siendo que cada domingo los primeros cristianos tenían "su fiesta", su día del Señor, entonces ningún día de la semana era apto para comerciar con ellos. Ni sábado, ni viernes ni jueves, ya que eran los tres días previos; pero tampoco lunes, martes o miércoles ya que eran los tres días posteriores al domingo. Es interesante como Rashi describe a los notzrim diciendo que son los que seguían por el error de aquel hombre (en referencia a Jesús) y tienen su día de celebración los domingos (y no Shabat!). La mayoría de los sabios judíos del mundo Ashkenazí dirán luego que se puede comerciar con los notzrim ya que en verdad no son paganos, mas el mundo Sefaradí, especialmente el Rambam, dirá que efectivamente son idólatras y que por ese motivo uno nunca podría tener relaciones económicas con ellos.
El Talmud llega a esta conclusión luego de exponer la visión de Rabi Ishmael que sostenía que con los notzrim (cristianos) un judío nunca podía comerciar ¿por qué? Ya que él sostenía que uno no podía comerciar con un pagano ni tres días antes de sus fiestas ni tres días después, y siendo que cada domingo los primeros cristianos tenían "su fiesta", su día del Señor, entonces ningún día de la semana era apto para comerciar con ellos. Ni sábado, ni viernes ni jueves, ya que eran los tres días previos; pero tampoco lunes, martes o miércoles ya que eran los tres días posteriores al domingo. Es interesante como Rashi describe a los notzrim diciendo que son los que seguían por el error de aquel hombre (en referencia a Jesús) y tienen su día de celebración los domingos (y no Shabat!). La mayoría de los sabios judíos del mundo Ashkenazí dirán luego que se puede comerciar con los notzrim ya que en verdad no son paganos, mas el mundo Sefaradí, especialmente el Rambam, dirá que efectivamente son idólatras y que por ese motivo uno nunca podría tener relaciones económicas con ellos.
Rabina, otro sabio de la época, consideraba que las principales fiestas de los paganos en las cuales los judíos no podían tener relación económica eran: Kalanda, Sartunia y Kerastim. La Kalanda, excplica Steinzatlz es la celebración del primer día de cada mes de los romanos mientras que la Sartunia era la famosa fiesta pagana que se festejaba del 17 al 25 del mes de diciembre, dando origen luego a la Navidad.
El motivo de la prohibición. El Talmud se pregunta ¿de dónde proviene la prohibición de mo poder tener relaciones comerciales con los idólatras antes de sus festividades? Da dos respuestas posibles: La primera como ya habíamos insinuado era por lo que el Talmud denomina Harevaja, por el beneficio económico que iban a tener los paganos y por ellos luego iban a agradecerle a su deidad. La segunda opción es que venderle algún carnero o algún animal para hacer un sacrificio se considera como si uno estuviera trasgrediendo el precepto de "delante de un ciego no pondrás obstáculo". La tradición judía nos prohíbe ayudar a alguien a cometer una transgresión y por este mismo motivo no podemos tenderle vino a un nazir (que juró no tomar vino) ni tampoco podemos darle carne cruda a un goi (ya que dentro de los 7 preceptos universales se encuentra esta prohibición).
Una historia que ejemplifica. El Talmud nos cuenta de un cierto idólatra que en el día mismo de su festividad le dio una moneda a Rabi Iehuda Nesia. Reish Lakish estaba allí por lo cual Rabi Iehuda le pregunta que hacer: Si la tomo, irá y le agradecerá a su deidad pero si la rechazó generará odio. Reish Lakish dice que la acepte pero que la tire (frente al idolatra) a un pozo. A lo que Rab Iehuda le dice: esto generará mucho más odio. A lo que finalmente Reish Lakish responde: debes hacer como si se te cayó sin intención. Así queda la halajá.
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