Estamos comenzando el capitulo 11 del tratado de Sanhedrín, uno de los mejores capítulos de todo el Talmud. Luego de repasar quiénes son los condenados a las diversas muertes por los Batei Din la Mishná nos dice: Todo Israel tiene un lugar en el Olam Habá (mundo venidero), incluso, advierte Rashí, los condenados a muerte por el Beit Din. Los sabios aprenden ésto de un versículo en el libro de Ieshaiau (60:21) "Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme." Esta es una expresión teológica de suma importancia. Más allá de que uno pueda transgredir algun precepto y por el mismo uno es condenado a morir en este mundo, todo el pueblo judío, según la Mishná tiene un lugar en el Olam Habá. La segunda relevancia de esta Mishná es la idea de que existe un Olam Habá ya que como muchos sabemos en el Tanaj no encontramos casi ninguna alución a algo más allá del mundo terreno. Los salmos o la Torá nos narran historias donde se nos dicen que después de la muerte física, al parecer, no hay nada. Una vez que uno descendía al Sheol (sepulcro) la vida se terminaba. Los fariseos, ideólogos y redactores de la Mishná y el Talmud, en contraposición a otras sectas judías establecen que existe un Olam Habá.
La Mishná continúa y nos dice que hay algunas transgresiones en particular que nos niegan la entrada al mundo venidero. Todo Israel tiene un lugar en el Olam Habá, incluso el que asesinó o violó (por decir unos ejemplos) mas existen ciertos hechos que uno puede hacer en este mundo que le quitan la oportunidad de entrar en el Olam Habá. Y la Mishná nos explicita: quién dice que no hay Tjiat Hameitim - resurrección de los muertos - no tiene un lugar en el Olam Habá. Lo mismo le pasaría a quién dice que la Torá no es Min Hashamaim (que la Biblia no es Divina). Rabí Akiva dice incluso no tiene un lugar en el mundo venidero quién lee los Sefarim Hajitzonim (libros "sacros" que están fuera del canon bíblico judío, como ser los del nuevo testamento). Otros dicen que uno no tiene un lugar en el Olam Habá si juega con las letras del nombre de Ds o bien quien se comoporta como un Apikoros, burlándose de la Torá y la sabiduría de los sabios de Israel. Por último la Mishná cierra afirmando que hay ciertos personajes de la historia judía que tampoco tienen un lugar en el mundo venidero. Los reyes Ierobam, Ajab y Menashe y también Bilam, Doeg, Ajitofel y Gejazi que como veremos, por sus transgresiones los sabios entienden que estas personas en particular no lograron obtener un lugar en el Olam Habá.
¿De dónde aprendemos que Tjiat Hametim, la resurrección de los muertos, es de la Torá? Como veremos a continuación no fue sencillo para los maestros del Talmud aseverar que la idea de la resurrección se encontraba en la Torá. Una de las formas de comprobar esta hipotesis mía es la infinita cantidad de versículos que iremos viendo que presentan los sabios para apoyar sus ideas, y como veremos serán versículos "tirados de los pelos". Cuando estamos seguros de algo utilizamos pocas palabras, cuando dudamos o tambaleamos nos valemos de un sinnumero de herramientas para convencernos a nosotros y a los demás. Desde mi humilde opinión creo que este es el caso de los Amoraim en relación a Tjiat Hametim.
Un versículo sólo para darles una idea. Algunos sabios dicen que se aprende que la noción de resurrección de los muertos está ya prefigurada en la Torá por el siguiente versículo: Así ofreceréis también vosotros ofrenda a Adonai de todos vuestros diezmos que recibáis de los hijos de Israel; y daréis de ellos la ofrenda de Adonai al sacerdote Aharón. (Números 18:28) Los sabios dicen que como los diezmos sólo se debían dar en la tierra de Israel y como sabemos Aharon no entra a la tierra prometida no hay otra posibilidad que se cumpla este versículo (que dice que los diezmos se los darán a Aharón) sino hay Tjiat Hametim. Aharón tiene que revivir para que se le puedan entregar los sacrificios. De esta manera con éste y otros versículos el Talmud traerá una gran cantidad de asmajtot (referencias) para decir que Tjiat Hametim proviene de la Torá y no es una creación teológica posterior.
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