"Dijo Rabi Iojanán: Con respecto a todas las transgresiones (averot) de la Torá. Si le dicen a un hombre: "transgrédelas si no te matamos" el hombre debe transgredirlas para no morir (Iaavor Veal Iaareg), excepto en el caso de Avoda Zará (idolatría), Gilui Araiot (relaciones incestuosas) y Shfijut Damim (derramamiento de sangre), en las cuales uno debe dejarse matar o matarse para no transgredirlas (Iaareg Veal Iaavor)." Este es un pasaje clave y famoso de la literatura talmúdica. El tema principal es defender la vida o elegir el martirio. Si un judío es obligado a transgredir una Mitzvá so pena de muerte ¿debe transgredirla o debe preferir santificar el nombre de Ds (Kidush Hashem) y dejarse matar?
En 610 casos debe transgredir cualquiera sea el precepto. Si te dicen que comas cerdo debes hacerlo para no morir ya que en la Torá (Vaikrá 18:5) dice que debemos "vivir por las mitzvot" y como agrega la Guemará "no debemos morir por ellas". Las Mitzvot, los actos sagrados, nos deben permitir vivir pero si las mismas conllevarán a la muerte las mismas deben ser, y no es opcional, transgredidas. Excepto estos tres casos muy puntuales de Mitzvot Jamurot, preceptos muy sensibles y determinantes. Si te dicen que hagas idolatría, que mates a otro ser humano o que te acuestes con tu madre (por ejemplo) debes entregar tu vida, y así santificar el nombre de Ds, y no profanarlo cometiendo estas aberraciones contra Ds y contra el ser humano. En todos los demás casos el Talmud nos comanda a transgredir los preceptos para salvar nuestras vidas.
En 610 casos debe transgredir cualquiera sea el precepto. Si te dicen que comas cerdo debes hacerlo para no morir ya que en la Torá (Vaikrá 18:5) dice que debemos "vivir por las mitzvot" y como agrega la Guemará "no debemos morir por ellas". Las Mitzvot, los actos sagrados, nos deben permitir vivir pero si las mismas conllevarán a la muerte las mismas deben ser, y no es opcional, transgredidas. Excepto estos tres casos muy puntuales de Mitzvot Jamurot, preceptos muy sensibles y determinantes. Si te dicen que hagas idolatría, que mates a otro ser humano o que te acuestes con tu madre (por ejemplo) debes entregar tu vida, y así santificar el nombre de Ds, y no profanarlo cometiendo estas aberraciones contra Ds y contra el ser humano. En todos los demás casos el Talmud nos comanda a transgredir los preceptos para salvar nuestras vidas.
BeFaresia. Rabi Iojanán nos aclara que este es el caso al pedirnos que transgredamos alguna de las mitzvot BeTzina (en oculto) pero si es Befaresia (en público) uno ni siquiera una Mitzvá Kalá (un precepto liviano) debería transgredir. ¿Qué se considera Befaresia? Un mínimo de 10 judíos, un minian. Tanto para santificar el nombre de Ds (hacer Kidush Hashem) como para hacer Jilul Hashem (desacralizar Su nombre) se necesita un quorum de 10 judíos. Vamos con un ejemplo. Si dentro de mi cuarto un asesino me obliga a comer cerdo so pena de matarme puedo - y debo - comer, en cambio si esto me lo pide frente a todos los congregantes de una sinagoga uno debe dejarse matar. Un caso interesante que desafía esta regla es la Reina Ester. Si alguno sabe a que me refiero, está más que invitado (o invitada) a comentar.
BiSheat Hashmed. Los sabios del Talmud nos dan otra excepción. Estas leyes se aplican en un momento donde el pueblo judío no está siendo perseguido por un Estado que procura su muerte. Un ejemplo de nuestros tiempos: En nuestros días todas estas leyes que venimos hablando se podrían aplicar. Todo lo contrario en un tiempo en que el pueblo judío esté siendo perseguido. En tiempo de persecusión de los romanos, de la inquisición o de los Nazis si a un judío lo amenazaban con matarlo sino comía cerdo, por ejemplo (aunque sea en privado), este debía dejarse matar y no transgredir. El taam (sentido) de esta halajá se los dejo a ustedes para que lo piensen.
Un último detalle: La Guemará nos aclara que un judío sólo debe entregar su vida, y no transgredir, si la motivación del que amenaza es que el judío transgreda la Mitzvá (o sea la Voluntad Divina) pero si lo hace solamente por placer, o para burlarse del judío, este puede transgredir los mandamientos y no entregar su vida.
Un último detalle: La Guemará nos aclara que un judío sólo debe entregar su vida, y no transgredir, si la motivación del que amenaza es que el judío transgreda la Mitzvá (o sea la Voluntad Divina) pero si lo hace solamente por placer, o para burlarse del judío, este puede transgredir los mandamientos y no entregar su vida.
Extra! La Guemará cuenta el famoso caso de un hombre que reposa sus ojos sobre una mujer y se enamora perdidamente. Entra en una gran depresión y se enferma. Los médicos le dicen que su única cura es que tenga relaciones sexuales con aquella mujer. Los sabios se lo prohíben y le dicen que es mejor que muera a que tenga relaciones con aquella mujer. El enamorado y enfermo les pregunta si tan solo puede verla desnuda, los sabios le responden que no, que es preferible que muera a que se acueste con ella. Los sabios siguen sin dar el brazo a torcer. No sabemos cómo termina la historia pero seguramente el hombre expiró sometiéndose a la voluntad de los sabios. Hay dos motivos posibles para esta dura prohibición de los sabios. Si la mujer estaba casada, claramente no podía este hombre mantener relaciones con una mujer de otro hombre! Pero ¿si era soltera? Los sabios decretaron que no tengan relaciones para evitar que las mujeres de Israel se hagan promiscuas ya que si no, según dicen ellos, se entregarían muy fácil a los deseos de cualquier hombre. Como siempre les digo, humor nunca les falta a los sabios!
Adran Alaj Ben Sorer uMoré! Volveremos a ti!
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