En este segundo capitulo, nuestra Mishná empieza hablando sobre algunas particularidades del Sumo Sacerdote (Kohen Gadol). También nos habla de particularidades del rey (melej) pero de este estudiaremos mejor mañana cuando la guemará empiece a discutir y a desgajar la Mishná. Tanto el Kohen Gadol como el Melej eran las autoridades, religiosas y civiles, más importantes del antiguo Israel. Por sus cargos tenían algunas particularidades, como muchas veces pasa hasta en nuestros días en roles de esa magnitud. Comencemos, como dijimos, a hablar del Sacerdote.
El Kohen puede juzgar y puede ser juzgado. Si tiene la suficiente inteligencia y sapiencia, el Kohen Gadol puede también actuar como juez como así también si trasgrede algún precepto puede ser juzgado por un tribunal civil como a cualquier otro hombre le tocaría ser juzgado. El Talmud nos dice que si un Kohen Gadol mató a un hombre con premeditación (Bemezid) debe ser muerto, si mató a un hombre por error (Bishgagá) se debe escapar a las ciudades de refugió, en definitiva recibe las mismas penas que cualquier otro hombre. Puede ser llamado a ser testigo y pueden dar testimonio contra él. Hasta aquí es igual que cualquier otro hombre judío sin embargo, ahora empiezan las diferencias. Por su condición de Kohen Gadol no puede casarse ni con una viuda, ni con una divorciada ni con una conversa, sólo puede casarse con una virgen. Por este motivo el nunca puede ser Iabam. En la ley del levirato si a mi hermano fallece estando casado sin haber tenido descendencia yo tengo la obligación de casarme con su esposa, esto mismo es lo que no puede hacer el Kohen, ya que la mujer es una viuda y casi con seguridad no es virgen.
Met Lo Met: Si al Kohen Gadol se le muere un muerto (suena raro en español pero es la traducción más cercana a la expresión en hebreo), o sea se le muere uno de los 7 familiares cercanos él, a diferencia de todos los otros kohanim y de todos los otros hombres de Israel no puede impurificarse entrando en contacto con el difunto. Por su posición sagrada y por su trabajo no puede entrar en contacto con un muerto. Por este motivo nos cuenta la Mishná y desarrolla el Talmud, que cuando se le muere un familiar este acompaña la caravana fúnebre a cierta distancia, nunca estando en la misma calle al mismo tiempo que el cajón con el muerto. El Kohen Hagadol según Rabi Meir acompaña al cortejo fúnebre hasta el borde de la ciudad. Steinzaltz nos presenta un dato curioso con esta frase que nos arroja la Mishná: en la antigüedad, al parecer, no se enterraban a los muertos en Ierushalaim. Seguramente esto tenia que ver con las nociones de pureza e impureza. Rabi Iehudá opina que un Kohen Gadol ni siquiera puede salir del Templo de Ierushalaim para acompañar a su muerto.
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