Hasta ahora hemos analizado, discutido y pensado en torno a la primera sección de nuestra Mishná: los Dinei Mamonot, los juicios "comerciales y civiles". Ahora nuestra Guemará presenta una segunda sección, la de los Dinei Nefashot: los juicios capitales. Estos Dinei Nefashot, literalmente juicios de personas/almas, incluyen todos los casos en los cuales el veredicto del juez pueda acarrear la muerte de quién cometió el crimen. Estos casos son resueltos por el Sanhedrín Ktaná, la pequeña asamblea de jueces, que tiene 23 letrados. Al aumentar el número de jueces el Talmud intenta que sea cada vez más difícil que la mayoría vote para culpar a alguien y condenarlo a la muerte.
El toro que mata: La Guemará nos trae un caso interesante denominado. ¿Qué pasa con el toro que mata a una persona? ¿Quién es culpable? ¿el toro? ¿su dueño? ¿ambos? ¿por cuánto es condenado? El Talmud nos dice que tal como se sentencia a muerte a los amos, así hay que hacer con los toros. Siguiendo un versículo de la Torá nuestros sabios dicen que el toro domesticado que mata a una persona debe ser condenado a muerte por una corte de 23 jueces, por un Sanhedrín Ktaná, su dueño también debe ser condenado. Ambos son culpables por la muerte de un inocente, ambos, según el Talmud y la Torá deben asumir las consecuencias.
Sanehdrín Gdolá. Si hablamos que el Beit Din tiene 3 integrantes (por lo general), el Sanhedrín Ktaná tiene 23, el Sanehdrín Gdolá tiene 71 jueces. Este es el máximo tribunal que sentencia los casos más extremos. Un ejemplo de los casos que juzga esta corte son los que involucran a todo un Shevet, todo una tribu. Si toda una tribu de Israel, o su gran mayoría, cometen idolatría o profanan el Shabat en público cada persona no es sentenciada de forma particular (lo cual involucraría un Sanhedrín Ktaná ) sino que es involucrada la corte de 71 miembros. Ellos deben decidir si todo ese grupo debe ser sentenciado a muerte por su pecado.
Mañana veremos otros ejemplos pero es importante resaltar que estos temas los estudiamos sólo con fines académicos, históricos y de sensibilidad espiritual mas nunca prácticos. Todos estos temas que trata el Talmud sobre las condenas a muerte no eran incluso aplicados en los tiempos en que fueron escritos. Los maestros de la Mishná no sentenciaban a la gente a la muerte pero ellos, al igual que nosotros, sentían que si la Torá estipulaba ciertas cuestiones nosotros estamos obligados a estudiarlas y así lo hacemos.
Mañana veremos otros ejemplos pero es importante resaltar que estos temas los estudiamos sólo con fines académicos, históricos y de sensibilidad espiritual mas nunca prácticos. Todos estos temas que trata el Talmud sobre las condenas a muerte no eran incluso aplicados en los tiempos en que fueron escritos. Los maestros de la Mishná no sentenciaban a la gente a la muerte pero ellos, al igual que nosotros, sentían que si la Torá estipulaba ciertas cuestiones nosotros estamos obligados a estudiarlas y así lo hacemos.
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