Enseñaba Rabi Iojanán que todos los profetas sólo profetizaron en referencia a los días del Mashiaj - Mesías - pero en relación al mundo venidero (HaOlam Habá). Rab Shmuel discutía diciendo que no hay diferencia entre nuestro mundo actual (HaOlam Haze) y los tiempos del Mashiaj excepto que habrá un rey sobre Israel. Porque está escrito: "nunca dejará de haber pobres en la tierra".
Hoy, terminando el quinto capitulo del tratado de Berajot, decidí localizarme en esa última frase que encontramos en nuestra Guemará y no en los asuntos referentes a las tefilot o las plegarias propiamente dichas. La discusión es en torno al Mashiaj. Según Rabi Iojanán la llegada del Mashiaj será acompañada con la creación de una realidad superior y diferente. La postura de Rab Shmuel, sin embargo, será que nada cambiará en el mundo excepto que habrá un rey judío que gobierne sobre la tierra de Israel con la Ley de la Torá. Estas dos visiones mesiáncias, y antagónicas, se encuentran presentes en nuestra tradición.
Hoy en día, en el mundo místico-retrógrada ultra-ortodoxo reina la noción, con una fuerte influencia cabalista, que en los tiempos del Mashiaj la realidad del mundo entero cambiará. Va a haber un cambio en la materia y en la realidad de las relaciones humanas. Se lo espera como "el fin de los días". Algunos grupos incluso calculan la llegada del Mashiaj (algo que esta expresamente prohibido en la Guemará) o bien dicen que tal o cual rabino fue/es el Mashiaj (como pasa dentro del mundo de Jabad, o por lo menos un sector de aquella comunidad).
En contraposición a esta mirada mesiánica-apocalíptica tenemos una visión mucho más humana, racional y patente. Es el Mashiaj de Rab Shmuel y del Rambam. El mesías, descendiente de la casa de David, no es más que un rey. Mashiaj significa, etimologicamente, quien es coronado, quien es ungido ¿y quiénes eran ungidos? Los reyes. Para estos sabios el Mashiaj no viene a cambiar la realidad del mundo de una manera escatológica. Las leyes de la física no van a cambiar, el mundo no se va a invertir. El Mashiaj para ellos será un rey que lleve finalmente a todos los judíos a la tierra de Israel y que domine sobre ella con la palabra de la Torá sin sujeción a un poder extranjero. Es por este motivo que la mayoría de las referencias sobre el mashiaj se encuentran en el Talmud, en el tratado de Sanhedrín, donde se regulan las leyes para los reyes y los juicios. Por otro lado, el Rambam analiza con detalle la figura del Mashiaj es su código legal en el apartado correspondiente a los reyes y a las guerras. Cuando se creó el Estado de Israel muchos judíos sostuvieron que Ben Gurion, el primer ministro, era el Mashiaj. Era ese rey-enviado que venía a cumplir las palabras de los profetas creando un nuevo Estado judío.
Para concluir, como explica el Rambam, la idea del mundo venidero y de la llegada del Mashiaj, o de los tiempos mesiánicos, es algo que escapa a nuestra capacidad de entendimiento. No tenemos la capacidad de comprender; y tampoco tenemos la capacidad de necesitar. Hoy, grupos fundamentalistas judíos, nos invitan a acoger una vida orientada únicamente al mundo venidero. Nos invitan a creer en un mesías que cambiará nuestra realidad. Nos invitan a anular nuestras pasiones, nuestros deseos y nuestras creencias en pos de un "mundo venidero" en donde se premiará a los buenos y se castigará a los malos. Ellos engañan, mienten, distorsionan. El judaísmo y la Torá están para regir este mundo, y sólo este mundo. Si cumplimos Torá esperando la recompensa de un paraíso estamos incumpliendo el espíritu de la Torá. La Torá debe guiarnos no por el miedo al castigo sino por la firmeza que en su palabra se encuentra la palabra de D-s. Debemos dejar de hablar del Mashiaj, que nada sabemos de "él". Debemos dejar de pensar en el mundo venidero y ocuparnos más por este mundo, nuestro mundo.
Hadran Alaj Ein Omdim. Así terminamos el quinto capitulo del tratado de Berajot.
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