miércoles, 2 de noviembre de 2011

Berajot 14

Primero lo primero. Enseña Rab que quien saluda a un amigo (noten shalom) antes de hacer Tefila es como si estuviera construyendo un altar. Un altar para idolatría. ¿Por qué? En primer término porque uno de los nombres de HBU (Hakadosh Baruj Hu) es Shalom, paz, y es la misma expresión que usamos para saludar a alguien. En segundo lugar, como después explica la Guemará, porque al comenzar el día debemos presentarnos ante D-s, ante nuestro rey, antes de hacerlo ante los demás. Al parecer si saludamos a alguien antes de hacer tefilá estamos haciendo idolatría porque "lo preferimos" o lo ponemos en una situación privilegiada sobre D-s. 

¿Cómo debe empezar nuestro día? Se enseña que Rab todos los días se lavaba las manos, decía el Shema Israel, después tefilin y en último lugar hacia la Tefila (la amida). El que está acostumbrado a hacer tefilá todas las mañanas le resulta raro este orden de las cosas porque no es como estamos habituados. Entonces la pregunta es ¿Por qué Rab seguía este orden? Porque primero recibía el yugo de los cielos y después el yugo de las mitzvot. En el Shema Israel aceptaba el Ol Maljut Shamaim, el yugo celestial, o sea, aceptaba que Ds reinaba sobre nuestro universo y en consecuencia se ponía Tefilin como una muestra del yugo de las mitzvot. O sea que una vez que aceptó a D-s como su creador acepta, en consecuencia, que es a través de las mitzvot que Él se comunica con su creación. Nosotros seguimos la tradición de Rabi Iojanan que decía que primero debemos lavarnos las manos, luego colocarnos tefilin, luego recitar el Shema Israel y finalmente hacer la Amida. Hacer lo anterior, según él, es recibir el yugo de los cielos completos (Maljut Shamaim Shlema). Y como la tefila reemplazó a los sacrificios enseña Rabi Iojanan que quien todos los días cumple con esta mitzvá es como quien construye un altar y entrega un sacrificio (pero éste sí a diferencia del que vimos antes, es gustoso para Ds). 

Manos limpias. Antes de decir el nombre de D-s debemos lavarnos las manos. Debemos tener las manos limpias, por eso nos lavamos (Netilat Iadaim) antes de hacer Tefilá. Si no tenemos agua para lavarnos las manos podemos "limpiarlas" con tierra, con una roca o con cualquier cosa que nos saque la suciedad. 

Ser consecuente. Enseñó Rab Húla que quien lee el Shema Israel sin tefilin es como si estuviera dando un testimonio falso sobre si mismo ¿Por qué? Porque en el Shema decimos que debemos ponernos los Tefilin y si al decirlo no lo hacemos estamos siendo inconsecuentes con nuestras palabras. Palabra y acción deben ir siempre de la mano, no podemos disociar una de la otra. Si hablamos de Torá la misma debe ser puesta en practica. Torá en palabras se olvida, Torá en practica se asienta en nuestras vidas. 

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