martes, 1 de noviembre de 2011

Berajot 13

La última Mishná de este primer capítulo del tratado de Berajot nos dice que por las noches debemos recordar la salida de Egipto. Ietziat Mitzraim marca el principio colectivo del dialogo entre el pueblo de Israel y D-s. Recordemos que antes HBU sólo se había comunicado con individuos aislados y no con el pueblo como un todo. La salida de Egipto marca el nacimiento de un pueblo que es concebido en la esclavitud y que parte hacia la libertad. Esta salida debe recordarnos cada noche de dónde venimos y hacia dónde buscamos ir, debe ser una guía para saber como debemos tratar al humilde y al extranjero porque eso fuimos en la tierra de Egipto. ¿De dónde aprendemos que se debe recordar la salida de Egipto por las noches? Ben Zoma entiende el versículo de Devarim 16:3 que cuando dice que debemos recordad la salida de Egipto Kol iemei jaieja, todos los días de tu vida, la Torá se refiere a la noche. Iemei Jaieja significan los días, pero si le agregamos la palabra Kol, esto significa las noches. 

Recordando siempre las últimas tragedias. צרות אחרונות משכחות את הראשונות.  El pueblo judío ha sufrido a lo largo de la historia. El punto de partida y primer gran sufrimiento colectivo fueron los años de esclavitud en Egipto. Luego vinieron otras tragedias y nunca sabemos bien cuál recordar o cuál nombrar. Nuestros sabios dicen que esto se parece a la siguiente historia: Un hombre va caminando por el campo se encuentra con un lobo y lo vence, y luego cuenta la historia del lobo. Luego el hombre sigue caminando y se encuentra con un león y lo vence, consecuentemente cuenta la historia del león. Finalmente el hombre se encuentra con una serpiente y se olvida de las otras dos historias y cuenta, solamente, la historia de la serpiente. ¿Qué aprendemos de esto? Que los últimos dolores hacen olvidar los primeros. Así hace Israel, cada tragedia pasa a ocupar un lugar más vigente en la memoria colectiva del pueblo y los sufrimientos pasados se van perdiendo. Un ejemplo moderno: hoy el drama colectivo es la Shoa y ya casi no hablamos de los Pogrom en Rusia, en los momentos de los Pogrom nos olvidamos de la inquisición española, y así sucesivamente. 

Abraham y Sará son de todos. Enseña la Guemará que Abram primero fue considerado un padre para Aram (Ab-aram=abram) mas luego Ds cambió su nombre por Abraham, un padre para muchas naciones. Lo mismo con Sarai que primero fue una princesa para su pueblo (Sar-i) mas luego pasó a ser una princesa para todas las naciones. El judaísmo tiene un aspecto universal y ésta es su mejor cara. Nuestros primeros antepasados inmediatos no nos son absolutamente propios sino que pertenecen al mundo y a cada ser que busca acercarse a D-s. 

Hadran Alaj Meimatai, volveremos a ti "desde cuando". Así concluimos el primer capítulo del tratado de bendiciones. 

La primera Mishná de este nuevo capítulo es más que interesante. Lo primero que nos plantea es que si uno está leyendo de la Torá y justo le toca leer un fragmento del Shema Israel y es la hora de la mañana para leerlo con esa lectura salió de la obligación. Si puso intención (kavaná) en su lectura sale de su obligación de leer el Shema de la mañana. Es por eso que la Guemará dice: Mitzvot Tzrijot Kavaná, los preceptos para cumplirse necesitan tener intención. Si uno se pone Tefilin sin intención simplemente como una rutina, no se lo considera como una mitzva. Los rituales no deben rutinizarse, eso es lo que quiere decir nuestra Guemará, cada vez que cumplimos una mitzva debemos poner una intención especial.

El yugo de los cielos y el yugo de las mitzvot. El Shema Israel tiene tres párrafos, el primero de ellos es el Shema, el segundo es el Veaia Im Shamoa. El primero está antes que el segundo porque con aquel declaramos que aceptamos el dominio de D-s en la tierra y sobre nuestras vidas y el segundo reconocemos que debemos vivir supeditados a los preceptos. ¿Qué nos enseñan con esto? Que antes de reconocer las mitzvot debemos reconocer a D-s, ese es el camino que nos marca el Shema y que debe marcar nuestra vida. 

Halajá Lemaase. El Shema Israel se puede decir en cualquier idioma. Si la persona no sabe hebreo es mejor que lo diga en español (siendo español su lengua materna). Debemos estirar la ד (dalet) de ejad, para que como dice Sumajos se nos estiren los días de nuestra vida. Al leer el primer versículo del Shema Israel debemos taparnos los ojos con la mano derecha como era la costumbre de Rabi Iehuda Hanasi. El Shema puede ser dicho en cualquier posición pero nunca acostados, para decirlo antes de dormir debemos reclinarnos un poco así algún costado. 

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