La Mishná establecía que el marido tenía ciertas obligaciones "económicas" para con su mujer. Entre ellas se encuentran alimentarla, los costos del entierro, redimirla del cautiverio, etc. Ahora bien, se pregunta la Guemará, ¿qué ocurre si el marido enloquece o abandona a su familia por más de tres meses? La pregunta es válida y muy actual. No son pocos los casos que conocemos o que salen en las noticias de maridos que desaparecen o que enloquecen. ¿Cómo hace su esposa y su familia para sustentarse? La Guemará enseña que un Beit Din, tribunal rabínico, en estos casos puede extraer las riquezas de aquel hombre hasta que el mismo "vuelva en sí" o que aparezca nuevamente. Los jueces están autorizados, diríamos en nuestros días, a extraer dinero del banco de aquel hombre para poder alimentar a su mujer y a sus hijos (hasta la edad de seis años. Sí como leyeron, según la legislación rabínica el padre esta obligado a alimentar a sus hijos hasta los seis años. Esto nos muestra cuan diferente era el mundo hace unos dos mil años ya que se presupone que después de esta edad los niños podrían tener algún sustento propio que les permita mantenerse a sí mismos), costear un entierro de fallecer su mujer e incluso comprarse joyas o dar Tzedaká.
Estos dos últimos puntos son muy interesantes para comprender la lógica talmúdica. Por un lado los sabios dicen que los jueces pueden reducir las arcas del hombre para comprarle joyas a la mujer ya que "ningún hombre querría ver a su mujer fea" por lo cual presuponen que le están haciendo un bien al marido al permitir que su mujer siga siendo tan bella como siempre. El caso de la Tzedaká, aunque no sea explicito es similar. Según la Halajá si el hombre solía donar mensaulmente X cantidad de dinero los jueces pueden instruir que se saquen de sus reservas esa X cantidad ya que dar Tzedaká es un gran merito y le están haciendo bien.
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