Nuestra Guemará del día comienza con una interesante discusión entre sobre dos de los mandamientos centrales de Sucot: el Lulav y la Sucá. Un sabio dice que el mandamiento de sacudir el Lulav debe hacerse durante siete días mientras que el mandamiento de habitar la Sucá dura solo un día. Otro sabio argumenta exactamente lo contrario: el Lulav debe agitarse un solo día y la Sucá debe ser habitada durante siete días. Es increible como en los tiempos de los amoraim (siglo III y IV d.e.c) sigan discutiendo cosas que a nuestros ojos en el siglo XXI parecen obvias, sin embargo no lo son. Si leemos literalmente la Torá la segunda postura tiene más sentido. Hay un versículo bíblico que nos dice que debemos habitar en Sucot durante siete días y hay otro que afirma que debemos tomar los Arvaat HaMinim solamente el primer día de la festividad. Sin embargo los rabinos de alguna forma invirtieron estas mitzvot estableciendo que si bien la Torá ordena tomar los Arvaat Haminim solamente un día rabínicamente estamos obligado a tomarlos los otros seis también. Y por el contrario solamente el primer día estamos obligados a comer en la Sucá, los otros seis días es opcional.
Este es el contexto de la Sugya que quiero compartir con ustedes hoy. En el contexto de la discusión sobre estos dos mandamientos los sabios introducen por primera vez en la Guemará de Sucot un debate en torno a las bendiciones que debemos realizar antes o durante de cada uno de estos preceptos. Primero veamos cuales son las bendiciones que dicho sea de paso no se alteraron en los últimos 2000 años. Para la Sucá: "Leishev BaSucá". Para los Arvaat HaMinim: "Al Netilat Lulav". Y también Sheejeianu para ambos mandamientos.
La discusión más interesante que se da sobre estas bendiciones es cuando y cuantas veces las mismas deben ser pronunciadas. Algunos dicen que una sola vez, otros dicen que cada vez que realizamos el mandamiento y otros sostienen que una vez al día durante siete días. ¿Y en que quedó la halajá entonces? Una mezcla de todo un poco. En relación al Lulav debemos realizar la bendición cada día pero una sola vez al día aun si por algún motivo sacudimos los Arvaat Haminim más de una vez al día la bendición solo debe ser pronunciada una vez. En relación a la Sucá la cuestión es más compleja y hay mucho debate entre las autoridades medievales. La mayoría sostiene sin embargo que se debe realizar la bendición cada vez que ingresamos a una Sucá aunque lo hagamos más de una vez por día y aunque entremos a diferentes Sucot en un mismo día.
¿Y Shejeianu? La bendición del Zman (tiempo) como es conocida en la literatura rabínica en los tiempos de la Guemará era pronunciada cuando se estaban preparando los Arvaat Haminim y la Sucá. Sin embargo generaciones posteriores de sabios establecieron que no se debe pronunciar Shejeianu sino hasta el momento de haber completado la Mitzvá. Por este motivo hoy pronunciamos Shejeianu sobre el Lulav la primera vez que lo sacudimos durante la festividad y el Shejeianu sobre la Sucá solo lo hacemos en el momento del Kidush durante Yom Tov.
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