Una de las tradiciones más extrañas del judaísmo que seguimos sosteniendo hasta nuestros días sin saber exactamente por qué lo hacemos es el mandamiento conocido simplemente como "Arava" o "Aravot" en plural. Tal como cada día en el Templo de Jerusalén se sacudía el Lulav con las otras especies los sabios dicen que se tomaban también otras Aravot (hojas de sauce), distintas a las del manojo de las cuatro especies, cada día y se arrojaban al lado del altar mientras que los fieles daban vueltas alrededor del altar una vez. El séptimo día al concluir Sucot en la semi-festividad de Hoshana Raba se daban siete vueltas al altar y se "Jabit" las aravot. No sabemos exactamente que es Jabit. Rashí lo interpreta como "Nanuim" (sacudidas) tal como lo hacemos con el Lulav. En este sentido lo que se hacía con las Aravot en el Templo era sacudirlas cada día y luego arrojarlas al lado del altar. Sin embargo la costumbre más extendida hasta nuestros días es la que se desprende de la interpretación de Maimonides y muchos otros sabios del término "Jabit", ellos dicen que significa golpear las aravot. Y esto es lo que hacemos en Hoshana Raba, el último día de Sucot, en nuestros días. Damos siete vueltas alrededor de la sinagoga y golpeamos las aravot en el suelo y de esta forma simbolicamente concluimos con la festividad de Sucot y algunos de sus mandamientos.
Origen del mandamiento. ¿De dónde surge este mandamiento? No de la Torá, el Talmud eso lo deja muy en claro. Dicen que es un precepto rabínico pero más aún dicen que esta era la costumbre de los profetas. El Talmud no está seguro si las Aravot fue un edicto (Iesod Neviim) o una costumbre (Minag Neviim) de los profetas. La mayoría de las autoridades talmúdicas sostienen que es una costumbre de los profetas que luego el pueblo la continuó y por ese motivo (por ser costumbre y no un decreto) no se realiza ninguna bendición sobre las Aravot.
En los tiempos del Templo si Hoshana Raba llegaba a coincidir con Shabat igual se celebraba esta semi festividad con todas sus costumbres. Sin embargo durante unos 300 años luego de la destrucción del Templo si Hoshanah Raba coincidía con Shabat entonces esta semi-festividad era desplazada. En el siglo III cuando el calendario perpetuo rabínico fue fijado y ya no fijaba por el avistamiento de la luna nueva sino que quedaba fijo por cálculos astronómicos, los sabios decidieron que Rosh Hashaná nunca debe comenzar un domingo, miércoles o un viernes. De esta forma eliminan la posibilidad de que Hoshana Raba cayera nunca en Shabat. Por este motivo cada año tenemos la posibilidad de celebrar Hoshana Raba ya que técnicamente nunca puede coincidir esta festividad con Shabat.
Al que le interese saber más sobre está mitzvá les dejo un muy buen artículo del rabino Artson sobre el tema: http://www.rabbinicalassembly.org/sites/default/files/assets/public/resources-ideas/cj/classics/sukkot/havatat-aravot-artson.PDF
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