Y la mujer dirá: Amén, amén. (Bemidbar 5:22)
Luego de que el Sacerdote prepare estás aguas "mágicas" le hace un juramento a la mujer sospechada de adulterio y la mujer debe responder Amén (que así sea) sobre las maldiciones que anunció el Cohen. Sin embargo la Torá no dice que la mujer debe decir una sola vez "Amen" sino que debe decirlo, dos veces. Estás situaciones de repetición innecesaria son la pasión de los sabios del Talmud. ¿Por qué la mujer tuvo que decir dos veces Amen y no una sola vez? Muchas respuestas, como se imaginarán, nos traen los sabios.
Opción 1) Una vez por la maldición y otra vez por la promesa. Un amén es por lo que le ocurrirá si ella cometió adulterio y el otro es porque ella jura no haber cometido adulterio.
Opción 2) Un amén por el hombre del cual su marido la celó y otro amén por cualquier otro hombre. Es decir: cuando un marido obliga a su mujer a tomar de estas aguas debe hacerlo porque la vio encerrarse con un hombre especifico, sin embargo ahora antes de tomar de estas aguas también la hacen jurar que no se acostó con ningún otro hombre.
Opción 3) Una vez porque ella jura que nunca engaño y el segundo amén porque jura que nunca lo hará. Por el pasado y por el futuro.
Amén para todos los gustos.
Así completamos el estudio del segundo capitulo del tratado de Sotá.
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