Seguimos con las ventas ¿Podemos vender un Sefer Torá? ¿Si el Sefer Torá que tiene nuestra comunidad es viejo se lo puede vender para comprar uno nuevo? La respuesta de los sabios es unánime: no. Como ya vimos en el último post no hay objeto más sagrado que una Torá para el pueblo judío. Incluso Rabi Shimon ben Gamliel, para desalentar la venta de los rollos de Torá dice: "quien vende un rollo de Torá o a su hija como esclava nunca verá una señal de bendición en su vida". Vender un Sefer Torá es tan terrible, según este sabio por lo menos, como vender a una hija.
Siempre hay excepciones. Si bien la regla general es que no se debe vender nunca un Sefer Torá, ni siquiera para escribir uno nuevo ya que en el transcurso algo puede ocurrir y una comunidad se queda sin un Sefer Torá para leer; hay algunas excepciones. Rabi Meir nos enseña que para estudiar Torá o para casar a una novia se puede vender un Sefer Torá. Es decir que si se necesitan becas para que niños, jóvenes o adultos estudien Torá se puede venderlo. ¿Por qué? Porque hay mayor santidad en el estudio de la Torá que en su pergamino. Si una mujer no tiene suficiente dinero para realizar un casamiento también se debe vender un Sefer Torá para conseguir dinero para tal fin. Lo mismo ocurre, nos dice el Ramah, para realizar el mandamiento de Pidion Shvuim, redimir a los cautivos.
¿Se puede vender un Beit Hakneset? Este tema ya lo estudiamos en nuestro post anterior, en lineas generales no se puede vender un Beit Hakneset pero si hay alguna necesidad imperante se puede hacerlo. Ahora bien ¿puedo vender una sinagoga si sé que construirán un prostíbulo en su lugar? La preocupación de los sabios radica en que no se pierda o se altere la santidad (Kedushá) de aquel sitio. Varias opciones presentan los sabios de la Mishná. Hay algunos que dicen que sólo se puede vender una sinagoga con la clausula que de quererlo de vuelta los compradores deban devolverlo. Los rabinos, en su gran mayoría, sostienen que se puede vender para siempre (sin la clausula anterior) mas uno debe asegurarse que allí no vayan a poner un baño turco o un baño público, por el poco recato que hay en aquellos lugares. Rabi Iehuda, a mi parecer el más sensato y practico, estableció que se puede vender para siempre con la idea de que sea un patio, lo que los compradores vayan a hacer con aquel terreno ya "no es nuestro problema". ¿Bien practico no?
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