"No cocinarás el cabrito en la leche de su madre" (Shemot 23:19)
בשר בחלב. מנלן? דתנא דבי ר' ישמעאל: +שמות כג+, +שמות לד+, +דברים יד+, לא תבשל גדי בחלב אמו ג"פ - אחד איסור אכילה, ואחד איסור הנאה, ואחד איסור בישול.
Si le preguntamos a un joven sin prejuicios ni preconceptos qué cree él que significa el pasaje de la Torá "no cocinarás el cabrito en la leche de su madre" seguramente dirá lo que la literalidad del versículo "dice": no debemos cocinar a un cabrito dentro de la leche de su propia madre. Nada más. Sin embargo, nosotros, influenciados y aceptando la interpretación rabínica de este versículo aseguramos que el mismo nos viene a enseñar que no debemos mezclar carne con leche. No tenemos dudas de eso.
En la Torá, tal como señala la transcripción de la Guemnará que hice más arriba, esta prohibición aparece en tres oportunidades, dos en el libro de Shemot y una en el libro de Devarim. ¿Por qué tres veces? se preguntan los sabios de la casa de Rabí Ishmael: para enseñarnos que en primer instancia no podemos comer carne junto con leche (Isur Ajilá), pero tampoco debemos obtener algún beneficio alguno de esta mezcla (Isur Hanahá), pero tampoco podemos cocinar ambos productos juntos aún sin la intención de comerlo (Isur Bishul).
Es decir, la repetición del mismo versículo tres veces en la Torá, es interpretado por los sabios como que viene a advertirnos sobre tres prohibiciones independientes las unas a las otras. En primer lugar como todos sabemos, no podemos comer una milanesa a la napolitana ya que estamos mezclando carne con leche. Tampoco, si fuéramos empresarios, podemos comercializar un producto que contenga estas dos comidas ya que estaríamos sacando provecho de una prohibición. Por último, si somos cocineros en un restaurante no kasher, supongamos, no podríamos preparar una milanesa a la napolitana porque aunque no la comiéramos nosotros tampoco podemos cocinarla.
Es decir, la repetición del mismo versículo tres veces en la Torá, es interpretado por los sabios como que viene a advertirnos sobre tres prohibiciones independientes las unas a las otras. En primer lugar como todos sabemos, no podemos comer una milanesa a la napolitana ya que estamos mezclando carne con leche. Tampoco, si fuéramos empresarios, podemos comercializar un producto que contenga estas dos comidas ya que estaríamos sacando provecho de una prohibición. Por último, si somos cocineros en un restaurante no kasher, supongamos, no podríamos preparar una milanesa a la napolitana porque aunque no la comiéramos nosotros tampoco podemos cocinarla.
Toda esta exégesis de los sabios es para enseñarnos que no podemos desposar a una mujer con un pedazo de carne con leche (no sé quien en su sano juicio lo haría pero...) porque no podemos realizar un precepto a través de una prohibición de beneficio (Isur Hanahá).
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