El vino, siempre el vino. El vino continúa siendo un problema y un tema delicado para los sabios de Israel. Al parecer los sabios rabínicos tenían una gran obsesión respecto a la "kashrut" del vino. Hemos visto que una innumerable cantidad de hojas del tratado de Avodá Zará versan y discuten en torno al "problema del Iayin Nesej (el vino de libaciones paganas)". En nuestra página, el Talmud trae al menos siete historias similares pero con alguna diferencia para analizar cuándo queda prohibido y cuándo está permitido un vino. Las historias tienen una misma lógica: un vino de un judío queda a la vista, y a una distancia muy cercana de un no judío. El gran miedo es que éste lo toque y que así lo convierta en un vino de libaciones, mas cada situación tiene alguna particularidad.
En el hotel. En un hotel había un judío con varias jarras de vino. En un momento determinado un no judío se acerca y se pone entre las jarras. El judío no puede ver exhaustivamente si el no judío tocó o no tocó alguna de las jarras. Entonces ¿el vino queda prohibido o no? Raba sugiere que el mismo continúa estando permitido ya que el no judío no va a asir el vino ya que sería considerado, a la vista de todos, como un ladrón.
La sinagoga. Un judío y un no judío estaban tomando un vino en una plaza, cada uno el suyo. De repente el judío escucha un sonido desde la sinagoga y se da cuenta que está empezando la Tefilá (las plegarias). Sale corriendo inmediatamente hacia la sinagoga dejando el vino "descuidado". Ahora bien ¿el vino queda prohibido o no? El razonamiento de Raba lo lleva nuevamente a decir que el mismo estaba permitido ya que el no judío dirá para sí mismo: "ahora el judío recordará que se olvidó aquí el vino y volverá inmediatamente". Y por el miedo a que lo vea tocando su vino, el goi se abstiene de tocarlo.
Ladrones. Una horda de ladrones entró a una ciudad y abrió muchas de las jarras de vino que habían por todos lados. Ante esta situación Raba permite aún así tomar ese vino abierto por los ladrones. ¿Cuál es el motivo? Ya que Raba sostenía que la gran mayoría de los ladrones de esa ciudad eran judíos. Y la halajá siempre sigue a la "mayoría" y no a los casos individuales. Y si estos eran judíos podrían ser ladrones pero no libaban los vinos. Por este motivo los vinos quedaban permitidos.
Luego de estudiar todos estos folios, están de acuerdo conmigo que los sabios talmúdicos tienen una obsesión con el vino ¿o no?
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