La Mishná fue compilada en el año 220 d.e.c por Rabi Iehuda Hanasí. Inmediatamente después de su compilación se inicia el periodo talmúdico con siete generaciones de sabios que se extienden hasta el año 500 o más. Casi trecientos años de diferencia separan el cierre de la Mishná y el cierre del Talmud. Muchas veces, los sabios talmúdicos, por vivir quizás lejos de Israel, por un problema idiomático o quizás por desconocimiento de causa, no tienen la más mínima idea de que refiere la Mishná en algunos pasajes. Esto ocurre mayormente cuando la Mishná hace referencia a un detalle particular con una palabra poco frecuente.
En esto caso, cuando la Mishná hace algunos folios describía las diversas fiestas de los romanos, en las cuales estaba prohibido tener relaciones comerciales con ellos, hace referencia a Iom Geinusia. Los amoraim (sabios del Talmud) se pasan un buen rato discutiendo a qué se refiere esta festividad. Al final, terminan acordando que seguramente sea el día en el cual, a través de sacrificios y fiestas, festejaban el ascenso de un nuevo rey al trono del imperio. En definitiva, podemos decir, todo intento de interpretar el pasado, sus prácticas y su vocabulario, es un ejercicio de conjeturas. Un juego de prueba y error que los sabios se lo toman muy en serio. Siempre hablamos desde algún presente y todo pasado es un misterio que buscamos descubrir.
En esto caso, cuando la Mishná hace algunos folios describía las diversas fiestas de los romanos, en las cuales estaba prohibido tener relaciones comerciales con ellos, hace referencia a Iom Geinusia. Los amoraim (sabios del Talmud) se pasan un buen rato discutiendo a qué se refiere esta festividad. Al final, terminan acordando que seguramente sea el día en el cual, a través de sacrificios y fiestas, festejaban el ascenso de un nuevo rey al trono del imperio. En definitiva, podemos decir, todo intento de interpretar el pasado, sus prácticas y su vocabulario, es un ejercicio de conjeturas. Un juego de prueba y error que los sabios se lo toman muy en serio. Siempre hablamos desde algún presente y todo pasado es un misterio que buscamos descubrir.
Ketia bar Shalom. El Talmud, a lo largo de toda nuestra hoja cuenta una serie de Midrashim y relatos entre el pueblo judío, o alguno de sus sabios, y el imperio romano. En un momento se nombra a un tal Ketia bar Shalom, que traducido al español sería algo así como "el cortado hijo de la paz". Claramente este nombre hace alusión al hecho que ahora habré de narrar:
Antes de contar la historia de este hombre cito a Steinzaltz que dice que su nombre en realidad era Flavius Clemens que era o bien un Ger Tzedek, un justo que convivía y aceptaba las prácticas de los judíos, o bien un romano que se término convirtiendo al judaísmo. Al parecer, este Ketia bar Shalom logró en un momento determinado salvarle la vida al pueblo judío. Un grupo de personas le sugirió al emperador romano exterminar a todos los judíos del Imperio ya que ellos decían que los judíos eran como un miembro infectado y que para salvar la vida de todo el cuerpo (o sea, el imperio) había que sacrificar, cortar, la parte infectada (o sea, a los judíos).
Antes de contar la historia de este hombre cito a Steinzaltz que dice que su nombre en realidad era Flavius Clemens que era o bien un Ger Tzedek, un justo que convivía y aceptaba las prácticas de los judíos, o bien un romano que se término convirtiendo al judaísmo. Al parecer, este Ketia bar Shalom logró en un momento determinado salvarle la vida al pueblo judío. Un grupo de personas le sugirió al emperador romano exterminar a todos los judíos del Imperio ya que ellos decían que los judíos eran como un miembro infectado y que para salvar la vida de todo el cuerpo (o sea, el imperio) había que sacrificar, cortar, la parte infectada (o sea, a los judíos).
En ese momento Ketia bar Shalom se presenta ante el emperador y le dice que no debe seguir ese consejo por dos motivos: Primero, trayendo un versículo del Tanaj como apoyo, dice que los judíos son como el viento, y tal como el mundo no puede vivir sin viento, un imperio no puede vivir sin los judíos (un poco apologético y chauvinista el comentario, no?). El segundo argumento (dando origen a su nombre) es que si el cortaba (eliminaba) a los judíos de su imperio lo llamarían a él y al imperio romano "los cortados", ya que los demás reinos tendrían judíos en su interior y ellos no. Así nos cuenta el Talmud que Ketia bar Shalom le salva la vida a los judíos del imperio romano.
En relación a esta historia Rabí Akiva, en medio de llanto, decía: hay gente que se gana la vida eterna en un instante y hay gente que se la gana en muchos años de trabajo. Ya que a Ketia bar Shalom, al hacer este acto de justicia y al salvar a los judíos de una muerte segura, le es anunciado que él tiene un lugar en el mundo venidero. Hay actos que hacemos que marcan nuestra vida en un instante y hay actos que hacemos en el día a día que cambian nuestra vida para siempre.
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