Nuestra Guemará, como en la página anterior, sigue analizando los castigos de los hijos que golpean a sus padres. Como principio general la Mishná nos anticipó que todo hijo que golpee a sus padres debe recibir la muerte de Jenek, debe morir por estrangulamiento. Rabi Ishaia nos enseña en el Talmud que más allá de que golee al padre o a la madre y no, necesariamente a los dos juntos, el joven debe morir. Otra especificación que encontramos en el Talmud es que un joven sólo es susceptible de ser acusado con esta pena si el golpe le causa a sus padres una lesión. Si meramente los golpea pero el golpe no le deja ningún corte u otra "marca" entonces no se considera al joven punible de esta pena.
Hamekalel Vs Hamaké. Los sabios relacionan la dureza de este castigo con la vergüenza. Si uno golpea a cualquier hombre o mujer el castigo es meramente económico. No es así para el caso en el que un golpea a sus padres. La humillación es lo que marca la diferencia. Al parecer, para la Torá y mucho más para los sabios del Talmud, si un hijo golpea a alguno de sus padres esto generaría una gran deshonra. Los padres perderían cualquier tipo de control y autoridad sobre sus hijos. Este es el motivo que está detrás de la dureza de esta ley. Incluso más. Los sabios del Talmud dicen que un hijo que golpea a sus padres en vida debe ser castigado con la muerte mas si los golpea después de muertos, ya sea a su madre o a su padre, este está exento. No pasa lo mismo a la hora de maldecirlos. Si un joven maldice a sus padres tanto en vida como después de que ellos hayan muerto debe ser estrangulado ¿Por qué? La respuesta: el honor. A veces hablar mal de otra persona o humillarlo/maldecirlo en público es más severo, incluso, que golpearlo.
Extra: Ciertas veces el Talmud es bastante severo y duro con el mundo no judío como ya hemos visto. Esta vez el Talmud se "rectifica" y nos dice que está tan prohibido maldecir como golpear a un Kuti (un samaritano) como a un judío. El honor de las personas es universal, no importa si son judíos o no judíos, dañar la moral de la persona humillándola es una deshonra y una profanación del nombre de Ds.
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