Estamos concluyendo, a mitad de la página 84, este nuevo capítulo del tratado de Sanhedrín. A lo largo del capítulo fueron presentadas diversas categorías de muerte y también la "invención" del castigo de meter a los transgresores, que no podían ser juzgados con la pena de muerte, a una cárcel hasta que mueran de hambre. Esta Guemará nos proporcionará algunos ejemplos de lo que se denomina: Mitá Beiedei Shamaim (muerte por manos del cielo). Las transgresiones, como ya dijimos, que la Torá enuncia que su pena es la muerte decretada por un tribunal rabínico, como es en el caso de los asesinos o de los idolatras, los sabios simplemente reglamentan cuáles son los casos para que una persona sea susceptible de recibir esa pena.
Otros casos como los robos en donde la única pena es devolver lo robado más un extra, los sabios simplemente regulan cómo ha de implementarse esta ley. Otros casos son los de transgresiones que la Torá determina que debían ser castigadas con latigazos para que la gente "se arrepienta" de sus actos y no los vuelva a cometer. En estos casos si la persona repite tres veces la misma transgresión los sabios deciden no volver a golpearlo con látigos sino que deciden encerrarlo en una cárcel hasta que fallezca. Hay un último caso que es el que vamos a ver hoy: Ciertas transgresiones de las cuales casi no hay referencia en la Torá, o si las hay tienen poca exactitud, los sabios nos dicen que un Beit Din no los puede juzgar pero si lo puede hacer, y lo hará, D-s. Estas son las muertes por manos del cielo. Los sabios talmúdicos creían que una persona trasgresora que no podía ser juzgada por un tribunal no viviría toda su vida y no llegaría a la vejez sino que moriría prematuramente por un "accidente" o por un "fenómeno de la naturaleza".
Otros casos como los robos en donde la única pena es devolver lo robado más un extra, los sabios simplemente regulan cómo ha de implementarse esta ley. Otros casos son los de transgresiones que la Torá determina que debían ser castigadas con latigazos para que la gente "se arrepienta" de sus actos y no los vuelva a cometer. En estos casos si la persona repite tres veces la misma transgresión los sabios deciden no volver a golpearlo con látigos sino que deciden encerrarlo en una cárcel hasta que fallezca. Hay un último caso que es el que vamos a ver hoy: Ciertas transgresiones de las cuales casi no hay referencia en la Torá, o si las hay tienen poca exactitud, los sabios nos dicen que un Beit Din no los puede juzgar pero si lo puede hacer, y lo hará, D-s. Estas son las muertes por manos del cielo. Los sabios talmúdicos creían que una persona trasgresora que no podía ser juzgada por un tribunal no viviría toda su vida y no llegaría a la vejez sino que moriría prematuramente por un "accidente" o por un "fenómeno de la naturaleza".
Algunos ejemplos de estas muertes Biedei Shamaim. En estos casos el Talmud nos enuncia diversas muertes relacionadas con la "mala-praxis" de los Sacerdotes-Cohanim. Por ejemplo si un Cohen comía de un Tebel, comida del campo a la cual todavía no se le había separado el 10% para el diezmo (maaser) moriría a manos del cielo. Lo mismo le ocurriría a un Cohen que se encontraba Tamé (impuro) si comía de su comida especial (Trumá) que se encontraba pura (Tehorá). Si un no-cohen comía de la comida especial (Trumá) también moriría en manos del cielo. Si un cohen se encontraba impuro, hizo la inmersión (Tvul Haiom) pero todavía no se fue el sol, y comía de la Trumá también habría de morir. Lo mismo ocurriría con un Cohen que no usaba su ropa reglamentaria o aquel que transgredió cierto mandamiento y se predispone a volver a su trabajo sin antes ofrecer un sacrificio de Kapará (expiación).
Así concluimos un nuevo capitulo del Talmud!
Adrán Halaj Elu Hen Hanisrafim, Volveremos a ti!
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