BH estamos comenzando un nuevo capitulo del tratado de Sanhedrín. Con paso firme seguimos recorriendo, sin prisa pero sin pausa, las más de 2700 hojas del Talmud. Comencemos el estudio del sexto capitulo del presente masejet.
Ya se discutió cómo eran los juicios, cómo se presentaban los alegatos, cómo discutían los jueces, etc., ahora la Guemará nos informa cómo son los procedimientos una vez que se decretó que alguien es culpable. Una vez que alguien es encontrado culpable se lo saca del tribunal de justicia para ser lapidado - skilá (si es este el tipo de muerte que le corresponde por su transgresión) -, aquí se anuncia este tipo de muerte por ser considerada la más dura pero debe ser entendida como un genérico. Se lleva al condenado hasta la casa de la lapidación que debe quedar fuera y a una distancia prudencial del Beit Din. Un hombre debe ponerse en la puerta del tribunal agitando un pañuelo y un hombre a caballo se debe poner a cierta distancia entre el Beit Din y el Beit HaSkilá (casa de la lapidación). Si un hombre que pasa por allí grita "tengo evidencia de que este hombre es inocente" el que sostenía el pañuelo lo debe agitar y el que estaba montado a caballo debe galopar hasta donde la persona será muerta para impedir que esto suceda y llevarlo devuelta al tribunal. Este procedimiento se efectúa con el fin de que si una persona va a ser ejecutada por un tribunal humano no quede la menor duda de que es 100% culpable de su transgresión. El procedimiento se puede repetir varias veces, siempre y cuando haya peso en las palabras de los nuevos testigos.
Distancias: Como dijimos, el Beit HaSkilá debe estar alejado y no contiguo al Beit Din. Si nos ponemos a pensar hemos visto muchas veces, en películas por lo menos, que las ejecuciones se llevan al lado o muy cerca del tribunal donde se sentenció al reo. La Guemará nos dice que el motivo por el cual el Beit HaSkilá tiene que estar lo suficientemente alejado del tribunal, a tres campamentos de distancia (en medidas talmúdicas) es por un lado para que los jueces no vean al reo siendo ejecutado, ya que como explica Rashí en Makot 7a se nos dice que un tribunal que condena a alguien a muerte incluso una vez en 70 años es considerado un tribunal "asesino", y los sabios no quieren que los jueces se sientan culpables o que quizas tuerzan el juicio y lo liberen aunque debería ser condenado para no sentirse culpables. Por el otro lado el Beit HaSkilá debe estar lo suficientemente lejos como para que haya tiempo, entre que lo sacan del tribunal y lo llevan ahí, a que aparezca alguien para presentar pruebas a su favor y así salvarle la vida.
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