La Mishná nos decía que según Rabi Shimón la Smijat Zkeinim se hacía con tres jueces, mientras que Rabí Iehudá decía que se debía hacer con cinco. Esta "Smijat Zkeinim" que vendría a ser una especie de "apoyo de manos de los ancianos" se realizaba sobre un toro en el momento que el Sanhedrín cometía un error en su instrucción. Tres sabios de aquella asamblea debían no reposar sus manos sobre el toro sino ponerlas cerca de su cabeza y así expiaban su yerro. Luego el toro era ofrecido como sacrificio.
Smijá: Los sabios talmúdicos, haciendo un paralelismo linguístico con el término "Smijat Zkeinim" llegan al término "Smijá". Se preguntan a qué se refiere esta palabra. Rabi Iojanán contesta: Mismaj Sabei, la apoyadura de manos de los sabios. El libro de Bemidbar (números) 27:22-23 relata: "Y Moisés hizo como Ds le había mandado, pues tomó a Josué (Ioshua) y lo puso delante del sacerdote Eleazar, y de toda la congregación; y puso sobre él sus manos (Vaismoj et iadav alav), y le dio el cargo, como Ds había mandado por mano de Moisés." Cuando Moshé está a punto de morir consagra con esta "Hasmajá", esta apoyatura de manos, a Ioshua como su continuador. El Talmud nos relata que ininterrumpidamente desde los tiempos de Moshé hasta los tiempos de los sabios talmúdicos cada generación de rabinos confió la tarea de liderazgo a la siguiente generación. El paso de la autoridad de un rabino a otro se denomina Hasmajá, por aquel rito que realizó Moshé con Ioshua. El Talmud aclara que en realidad esta Hasmajáno es física ya que no es necesario poner las manos sobre la cabeza del nuevo rabino sino simplemente llamarlo en público "Rabí". De esta manera cuando un sabio reconocido le dice a otro "Rabi" lo habilita a este para ser juez, para enseñar la Ley. En realidad, cabe aclarar, para declarar a alguien "Rabi" se necesita del aval de tres rabinos, se necesita un Beit Din.
Los romanos: En un momento de la historia, nos cuenta el Talmud, el imperio del mal (Roma) quiso exterminar a Israel. ¿De qué manera intentaron hacerlo? Cortando el lazo que unía a una generación con la otra, prohibiendo las "Hasmajot"(plural de Hasmajá). Los romanos prohibieron sobre pena de muerte la consagración de nuevos líderes y maestros, quién decidía dar Hasmajá a otro era asesinado y a la ciudad o a la aldea donde esta Hasmajá se era realizada, era destruida.
No obstante, se cuenta la historia de un Rab cuyo nombre era Rab Iehudá ben Baba. Este sabio no quería que se pierda la transmisión oral judía que había venido desde los tiempos de Moshé hasta su generación pero tampoco quería ver destruídas las ciudades si el realizaba una consagración a un nuevo rabino. Por este motivo, evadiendo el dictamen romano, se fue al medio de dos ciudades y en sus limites le entregó la "Hasmajá" a cinco grandes figuras rabínicas. Entre ellos se encuentran los sabios Rabi Meir, Rabi Iehudá, Rabi Shimón y Rabi Iosí. Una vez que este sabio los consagró como sabios en Israel, como rabanim, escuchó que los romanos se acercaban. Le dijo a los flamantes rabinos: váyanse y esondanse. Iehudá ben Baba se quedó allí ya que por su vejez no iba a poder escapar. Allí murió como un mártir pero antes de su partida de este mundo logró la continuidad del pueblo de Israel. Desafiando a la muerte y a las autoridades romanas consagró a cinco nuevos maestros del pueblo de Israel, sabios que continuaron la tarea que comenzó con Moshé hacia Ioshua y que llega hasta nuestros días.
De generación en generación, de maestros a alumnos, se va pasando y consagrando a una nueva serie de lideres del pueblo judío, tal como se hizo hace 3200 años en el desierto cercano a la tierra de Israel, se hace en nuestros días. BH en unos años tenga el mérito de recibir la "Hasmajá" la ordenación rabínica por parte de mis maestros. Por ahora, a seguir estudiando.
No obstante, se cuenta la historia de un Rab cuyo nombre era Rab Iehudá ben Baba. Este sabio no quería que se pierda la transmisión oral judía que había venido desde los tiempos de Moshé hasta su generación pero tampoco quería ver destruídas las ciudades si el realizaba una consagración a un nuevo rabino. Por este motivo, evadiendo el dictamen romano, se fue al medio de dos ciudades y en sus limites le entregó la "Hasmajá" a cinco grandes figuras rabínicas. Entre ellos se encuentran los sabios Rabi Meir, Rabi Iehudá, Rabi Shimón y Rabi Iosí. Una vez que este sabio los consagró como sabios en Israel, como rabanim, escuchó que los romanos se acercaban. Le dijo a los flamantes rabinos: váyanse y esondanse. Iehudá ben Baba se quedó allí ya que por su vejez no iba a poder escapar. Allí murió como un mártir pero antes de su partida de este mundo logró la continuidad del pueblo de Israel. Desafiando a la muerte y a las autoridades romanas consagró a cinco nuevos maestros del pueblo de Israel, sabios que continuaron la tarea que comenzó con Moshé hacia Ioshua y que llega hasta nuestros días.
De generación en generación, de maestros a alumnos, se va pasando y consagrando a una nueva serie de lideres del pueblo judío, tal como se hizo hace 3200 años en el desierto cercano a la tierra de Israel, se hace en nuestros días. BH en unos años tenga el mérito de recibir la "Hasmajá" la ordenación rabínica por parte de mis maestros. Por ahora, a seguir estudiando.
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