Clarificando la situación. Habíamos concluido ayer con una extraña Mishná. La historia sería así: Un hombre necesita un préstamo y pone como hipoteca su campo, luego este mismo hombre por algún motivo libera a su esclavo. Recordemos que el esclavo, en el momento de su esclavitud era la hipoteca con la cual se aseguraba el préstamo. Cuando queda en libertad el esclavo, ¿qué pasa con esa hipoteca? ¿Quién es responsable de pagarla? Según la Mishná el esclavo no es responsable de nada, en todo caso sería una pérdida comercial para quien prestó el dinero, pero por Tikun Olam se obliga a su amo a dale un "pagaré", un documento por su valor al esclavo. La Guemará trata de entender esta situación y dice: si supuestamente el esclavo, halájicamente, no es responsable de pagar la deuda que su amo había contraído ¿Por qué le tiene que dar este "cheque? Y contesta: Por si el prestatario se lo encuentra en el Shuk (en el mercado) y le dice "Vos ahora me perteneces" (ya que él era la hipoteca) él pueda decir que no y le pague con ese "cheque" su valor. Ahora vemos una nueva utilización de Tikun Olam. En este caso no es para solucionar una situación presente sino una eventual complicación del esclavo en un futuro.
Hablando de hipotecas. La Guemará en su andar trata un tema y salta al otro sin mucho inconveniente y trae a propósito de esta situación otro caso de una complicada hipoteca. Si yo pongo mi campo como hipoteca y luego hay una inundación y se estropea ¿Qué pasa? ¿Quién se hace responsable? ¿Quién sale perdiendo? Dos opiniones se presentan: Rabi Iojanan plantea que el que prestó el dinero no puede cobrar de otras propiedades mientras que Abau en nombre de Shmuel dice que sí puede. En un caso el dueño del campo sale "perdiendo" y en el otro, definitivamente, el que prestó la plata pierde porque su hipoteca se torna inservible. Con una Braita se llega a un punto intermedio. Si en el contrato no se especificó diciendo que "sólo de este campo podrás cobrar tu hipoteca" el que prestó el dinero puede cobrar de otras propiedades, pero si esa cláusula no se especificó, quien concedió el préstamo sale perjudicado ya que éste estaba supeditado a esa tierra en particular. Así queda la halajá.
Una nueva Mishná. Una maravillosa Mishna con muchas cosas extrañas o, por lo menos, poco frecuentes. Dice así: Quien es medio esclavo y medio hombre libre (o sea, tenía dos dueños y uno decide liberarlo y el otro no) trabaja un día para él (para él mismo) y otro día para su amo, esto es según la escuela de Hillel. La escuela de Shamai le contesta: le solucionaste el problema al dueño (de la mitad esclava) porque no tiene ninguna pérdida económica pero a él (al esclavo) no le solucionaste nada. ¿Por qué? Porque no se puede casar ni con una esclava por ser un hombre libre en parte ni con una mujer libre por ser en parte un esclavo. Entonces la escuela de Shamai le pregunta ¿Le vas a anular la posibilidad de casarse? y trae para su sustento algo que pocas veces aparece en una Mishná, un pasuk. La escuela de Shamai dice que el mundo sólo fue creado para crecer y multiplicarse. Entonces por Tikun Olam, la escuela de Shamai decide obligar al amo, de la media mitad esclava, a liberarlo. Y como muy, pero muy pocas veces pasa, la escuela de Hillel pasa a enseñar como la escuela de Shamai.
La Guemará luego va a discutir si la liberación tiene que ser con plata o con un documento pero lo más relevante, a mi entender, en este punto es la idea de la liberación. La solución podría haber sido hacerlo esclavo completamente pero deciden liberarlo. ¿Y para qué? Para que pueda casarse y multiplicarse. La tradición judía sostiene, y es como algunos codifican el primer mandamiento, que una de nuestras misiones en el mundo es habitarlo y es que se multiplique. Ésta es una Mishna maravillosa que muestra la humanidad y la sensibilidad de nuestros sabios. Ds quiera que tengamos el mérito de ser una generación que retome los valores y las tradiciones más liberales, inclusivas y universales de nuestros sabios. Una generación creativa que busque solucionar nuestros "problemas" actuales con imaginación, sosteniéndonos en nuestras fuentes pero no anquilosados en ellas.
Nota de color: En el medio de la discusión, los jajamim traen un famoso dicho rabínico: Dibrá Torá kiLashón benei Adam. La Torá está escrita en el lenguaje del hombre. La Torá nos fue transmitida en un tono que nos era conocido y familiar. La Torá nos habla de igual a igual, con elementos que podamos comprender. La utilización de adjetivos y elementos corporales, o sentimientos, para explicar a Ds en la Torá no son "verdades absolutas" sino que es la manera humana de entender a Ds. Ds no llora, ni se entristece, no tiene brazos, ni barba, pero a través de estos términos es que intentamos entender Su voluntad.
Shabbat Shalom!
Muy interesante lo del medio esclavo... un puntito para la casa de Shamai :)
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