jueves, 29 de diciembre de 2016

Ketuvot 13 - Él dice, ella dice.

¿Qué pasa cuando él dice algo y ella dice otra cosa? Este es el tema central que atraviesa y trabaja nuestra Guemará del día. Venimos viendo ya hace unos días todas las discusiones que se dan en torno a como comprobar si la mujer llega virgen al matrimonio o no y que pasa cuando el hombre reclama que supuestamente se caso con una mujer virgen pero que luego "descubrió" que no lo era. En el Talmud aparecen varias Mishnaiot con un formato similar. En cada una de ellas se presenta primero a la mujer "explicando" porque técnicamente es virgen y no engañó a su marido y luego aparece la voz del marido afirmando que su mujer no era virgen y que por ese motivo el matrimonio es invalido (Mekaj Taut). Ella dice X y él dice Y. ¿A quién le creemos? ¿Le creemos a la mujer o aceptamos la afirmación del marido? Como de costumbre los sabios se dividen. Rabí Eliezer y Raban Gamaliel dicen en todos los casos "Hi Neemenet", ella es creíble. Se debe tomar y aceptar el testimonio de la mujer si ella afirma que es verdaderamente firme. Por ejemplo si ella dice que es virgen solo que en la juventud se golpeó el himen y el mismo se quebró (caso conocido como el de Mukat Etz) se le debe creer. Sin embargo en todos los casos Rabí Ioshua dice "Lo MiPia Anu Jain" (no vivimos de su boca). Rabí Ioshua sostiene que no hay que aceptar las palabras de la mujer hasta que ella traiga pruebas de lo que esta afirmando. 

¿Le creemos o no le creemos? Esa es la cuestión. Rabí Eliezer y Raban Gamaliel deciden creerle. Rabí Ioshua no. La halajá queda como los dos primeros sabios, se cree el testimonio de la mujer ante estas situaciones. ¿Por qué la halajá queda como rabí Eliezer y Raban Gamaliel? ¿Cuál es la lógica detrás de está decisión? Les dejo a ustedes la posibilidad de tratar de entender y justificar esta postura que parece contra-intuitiva en primer término. 

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Ketuvot 12 - Relaciones pre-matrimoniales.

Uno de los temas más complejos en nuestros días en términos halájicos es como conciliar la tradición rabínica con las prácticas sexuales de la abrumadora mayoría de judíos en todo el undo. Excepto en ciertos sectores de la ultraortodoxia la inmensa mayoría de los judíos en todo el mundo, de todas las corrientes (incluso la ortodoxia moderna y muchos ultraortodoxos a escondidas), tienen relaciones sexuales antes del matrimonio. Hace unos 70 u 80 años esto hubiera sido inusitado no solamente al interior de la comunidad judía sino en prácticamente cualquier cultura. Las mujeres debían llegar virgenes al matrimonio. Como hemos visto en términos generales esta también es la filosofía talmúdica. 

Si bien en la Biblia encontramos rastros de relaciones sexuales fuera del matrimonio (basta decir que el casamiento como lo conocemos nosotros no existía en los tiempos bíblicos) en general la tradición rabínica condena fuertemente este tipo de relaciones sexuales. El sexo debía ser consagrado en la santidad del matrimonio. No obstante encontramos decenas de casos, indicios y pruebas que muchas veces los sabios fueron mucho más laxos en relación a este tema en particular. Uno de los ejemplos más claros lo encontramos en nuestra Guemará del día. Aquí se nos cuenta sobre la costumbre de Iehuda. En los tiempos de la Mishná la tierra de Israel estaba dividida en dos grandes regiones, el norte conocido como el Galil y el sur conocido como Iehuda. Muchas eran las diferencias de costumbres y leyes entre ambos lugares. Una de las diferencias más sobresalientes era que desde el día que la pareja se comprometía en la ceremonia conocida como Erusin (esto ocurría hasta un año antes de la celebración de la Jupá) los mismos cohabitaban en la casa del padre de la novia. Tanto la Mishná como el Talmud asumen que la pareja tiene relaciones sexuales durante este periodo de tiempo y por este motivo el marido luego de la Jupá no puede tener un "reclamo de virginidad" frente a su mujer. 

En el Talmud Ierushalmi se explica más el origen de esta practica y algunos sabios sostienen que la misma se originó por el decreto de "la primera noche del gobernador" en la cual el gobernador romano tenía el derecho de acostarse en la noche de bodas, antes que el marido, con las mujeres que llegarán vírgenes al matrimonio. Para "evitar" que este decreto se llevará acabo o bien para desinsentivar al gobernador romano a continuar con el mismo al ver que muchas mujeres ya no llegaban vírgenes al matrimonio es que según algunos sabios esta costumbre se inició en Iehuda. Lo interesante es que el Talmud nos cuenta que está tradición continuó incluso luego de que los decretos del gobernador romano sean derogados. Como dicen por ahí: "Tradición, Tradición, Tradición".

Esta antigua costumbre de Iehuda, juntos muchas otras historias y reglamentaciones de los sabios del Talmud, pueden ayudarnos a repensar la viabilidad halájica de sostener relaciones sexuales pre-matrimoniales dentro de un esquema de los valores de nuestra tradición. 

martes, 27 de diciembre de 2016

Keutvot 11 - 100 y 200

Hace algunas páginas encontrábamos una discusión entre algunos sabios sobre si la Ketuva es de origen bíblico o de origen rabínico. La abrumadora mayoría de los sabios postalmudicos sostiene que su origen es rabínico. En nuestra Guemará del día encontramos una prueba casi irrefutable a esta noción. La Ketuva, nos dice el Talmud, fue instituida "para que no le sea ligero a un hombre divorciarse de su mujer". Según la legislatura bíblica el hombre no necesita ninguna razón para divorciarse. Es más al final del tratado de Guitin se nos dice que según algunos sabios si uno encontraba una mujer más bella que su esposa o simplemente porque su esposa una vez le saló de más la comida estas pueden ser razones validas para el divorcio. Sin embargo si para divorciarse de una mujer uno debe pagar una gran cantidad de dinero como una suerte de resarcimiento el hombre lo pensará dos veces. O por lo menos está es la idea detrás de la lógica de nuestros sabios. 

En lineas generales dos son los valores de la Ketuva: 100 y 200. Las vírgenes tenían una Ketuva de 200 zuz mientras que las no-virgenes, las viudas, las divorciadas, las conversas, las esclavas redimidas, etc., tenían una Ketuva de 100 zuz. En nuestra Guemará del día aparecen dos Mishnaiot que detallan y discuten alguna de estas categorías. Por ejemplo según la mentalidad rabínica todas las no-judías están bajo la sospecha de no ser vírgenes mientras que las judías, a menos que se pruebe lo contrario, tienen la presunción de ser vírgenes. Desconozco si esto era una realidad o simplemente un prejuicio de nuestros sabios. Por este motivo las esclavas, las conversas o las redimidas su valor de la Ketuva es de 100 zuz ya que se presupone que mantuvieron relaciones sexuales durante su vida. Ahora bien una de nuestras Mishnaiot nos dice que si una mujer se convirtió, fue redimida o liberada antes de los tres años el valor de su Ketuva es de 200 zuz. ¿Por qué? O bien porque no tenemos la sospecha que a esa edad mantuvieron relaciones sexuales o incluso si la tuvieron, forzadas por supuesto (de solo pensarlo se me revuelve el estomago), los sabios tienen este concepto de que si el himen se rompe antes de los tres años y un día el mismo se regenera naturalmente por lo cual vuelven, técnicamente, a ser vírgenes.  Si esto es científicamente correcto lo desconozco solo sé que cada vez que estudio estás leyes en los cuales los sabios hablan tan fríamente de menores de tres años que tienen relaciones sexuales o nenes de nueve años o menos que tienen relaciones sexuales con chicas más grandes me da escalofrío y prefiero pasar a la próxima página del Talmud; pero como dicen los sabios: "Esto también es Torá y debo aprender". 

lunes, 26 de diciembre de 2016

Ketuvot 10 - Pruebas de Virginidad

En el último Blog analizamos la expresión "Petaj Patuaj Matzati" (lit. La puerta abierta encontré). Este era el eufemismo utilizado por los hombres cuando recurrían a un sabio para decirles que tuvieron su primera relación sexual con su mujer en la noche de bodas y la misma no tuvo el sangrado que usualmente se da cuando la mujer pierde su virginidad. En el contexto de está Sugya el Talmud trae seis historias en las cuales los sabios en todos los casos tratan de proteger la honra de la mujer y asegurar que era virgen y que simplemente el hombre se equivoco. Seis historias en donde seis hombres van frente a un sabio y le dicen "Petaj Patuaj Matzati" pero los sabios con su ingenio resuelven y en todos los casos fallan a favor de la mujer. Por ejemplo a un hombre le dicen que quizás ingresó "por el costado" y por eso no rompió el himen. Otro le dice al hombre que quizás no "empujó con fuerza" y que por eso el himen no se rompió. Otro dice que hay mujeres que no tienen ni sangrado menstrual ni otro tipo de sangrado. Otros dicen que la mujer se le pudo haber roto el himen en la juventud andando a caballo o con algún golpe. 

La historia más interesante, sin embargo, es una en la cual un hombre argumenta que su mujer no es virgen y el sabio para verificar esta acusación pide a dos esclavas, una virgen y una no-virgen, que se sienten sobre un barril de vino. Cuando la virgen se sentó el olor del vino no se sentía en el exterior sin embargo cuando la no-virgen se sentó el olor comenzó a sentirse. Luego invito a la mujer en cuestión a sentarse sobre el barril y comprobó que era virgen ya que el olor no se sentía. Rabin Gamaliel Bar Rabi, el sabio que propone este experimento, dice que lo probó primero con esclavas ya que había escuchado de esta forma de comprobar la virginidad pero no estaba seguro y si fallaba no quería avergonzar "a las mujeres del pueblo de Israel". Lo curioso es que científicamente hace agua por todos lados sin embargo aquí lo traen en el Talmud no simplemente como una leyenda sino como un método científico de prueba y error. Si ocurrió realmente nunca lo sabremos, lo que sí nos queda es una gran historia para aprender y enseñar. 

A proposito les paso un par de datos interesantes sobre el himen que en gran medida se condice con las diversas posiciones y enseñanzas de los sabios del Talmud:

>¿La rotura del himen es dolorosa?
La rotura del himen tiene lugar durante la primera relación sexual, en el momento de la penetración, y en la mayoría de los casos provoca un leve sangrado. El himen se rompe en varios pedazos que cicatrizan en seguida y puede darse el caso de que en el momento de la rotura no haya sangrado. Pero no te preocupes porque no es nada doloroso, ahora bien, todo depende de la suavidad de la pareja y del espesor de la membrana (si no se rompe, puedes someterte a una himenotomía, intervención que consiste en practicar una pequeña incisión en el himen). La incomodidad o los dolores que se sienten la primera vez se deben más a la torpeza del amante y a la fricción de las mucosas por no estar lo suficientemente lubricadas que a la rotura del himen.


>¿Puede romperse antes de la primera relación sexual?
La pequeña obertura del himen permite la introducción de un tampón reducido o de un dedo sin que la membrana se rompa. Sin embargo, a veces se rompe durante la infancia yendo en bici, montando a caballo o haciendo gimnasia, pero este tipo de roturas suele darse en muy pocas ocasiones.

>¿El himen es garantía de virginidad?
No, en absoluto. Hay mujeres que nacen sin él. Y a otras no se les rompe en la primera relación sexual sino en las siguientes, o sencillamente no se les rompe. En este caso hablamos de himen «complaciente» porque se dilata sin sangrar. El ginecólogo te realizará un examen clínico para poder diagnosticar una rotura himenal. A continuación se le concede a la paciente un certificado. Ahora bien, nunca se podrá llevar a cabo una intervención de este tipo si la solicita una tercera persona (padres, maridos, etc.) aunque se trate de una menor.

viernes, 23 de diciembre de 2016

Ketuvot 9 - Petaj Patuaj Matzati

El Talmud está lleno de frases y términos que cualquier talmudista debe conocer, que son parte del léxico y la jerga rabínica. Uno de los primeros términos curiosos que conocí fue el que encontramos al comienzo de nuestra Guemará del día: Petaj Patuaj Matzati (lit:  la puerta abierta encontré). Recuerdo como hace unos 9 años en la Yeshiva comenzaba a estudiar Talmud mi moré decidió comenzar por Ketuvot y estudiamos parte de esta Sugya. Y de repente llegamos a la famosa y cómica expresión "Petaj Patuaj Matzati". Este es un eufemismo usado por los sabios del Talmud para hacer referencia a un hombre que supuestamente se casó con una mujer virgen pero que en su primer acto sexual "encontró la puerta abierta", es decir: no rompió el himen ni la mujer tuvo el sangrado que usualmente se da al perder la virginidad. 

Es sabido que hasta hace no muchos años y especialmente hacernos 2000 años la virginidad era un valor supremo y esto es expresado entre otras formas con un valor distinto de la Ketuva. Como veremos más adelante el contrato matrimonial de una virgen debía ser de 200 y el de una no-virgén de 100. Si un hombre pagó o se comprometió a pagar 200 por casarse con una mujer que dijo ser virgén y luego encuentra "la puerta abierta" esto genera un gran problema en varias categorías legales. En primer termino la mujer puede perder la Ketuva y queda divorciada sin recibir aquel "seguro contra divorcio" que es la Ketuva. Y si el hombre era Cohen, descendiente sacerdotal, la mujer que queda prohibida para el incluso si no desea divorciarla. Otros problemas también se generan y se cuestionan en relación a la credibilidad del hombre de este testimonio ¿Cómo asegura que "encontró la puerta abierta"? o ¿Cómo estamos seguros de que la mujer realmente no era virgen o no sangró por otro motivo? El Talmud como de costumbre complejiza todo este panorama que comienza simplemente con las palabras "Petaj Patuaj Matzati". 


jueves, 22 de diciembre de 2016

Ketuvot 8 - Panim Jadashot

Durante la Jupá se pronuncian por primera vez las Sheva Berajot (las siete bendiciones). El origen de estas bendiciones se encuentra en nuestra Guemará y las mismas no fueron modificadas en los últimos 2000 años. De por sí eso es algo hermoso. Imaginarse que exactamente las mismas bendiciones, con las mismas palabras con diversas pronunciaciones y melodías fueron dichas sobre nuestros padres, abuelos y así hace decenas y decenas de generaciones es hermoso. La Guemará nos habla que son seis bendiciones (y hasta hay algunos que hacían cinco). Estas bendiciones hablan sobre la creación del primer hombre, de la primera mujer, de la alegría del novio y de la novia, del Gan Eden y sobre la creación divina en general. Estas seis bendiciones se transforman en siete ya que para "ordenarlas" se pronuncian las mismas sobre una copa de vino para lo cual también sumamos la bendición de la vid. 

Ahora bien estás mismas siete bendiciones son también pronunciadas durante los siete días festivos que continúan al casamiento, durante las Sheva Berajot. Eso sí, solo cuando hay "Panim Jadashot". Está expresión fue entendida de forma muy diversa por los exegetas y sabios medievales. En nuestros días se comprende que Panim Jadashot (literalmente: nuevas caras) son personas que comparten las comidas festivas durante las Sheva Berajot que no estuvieron presentes en la Jupá (está es la versión del Rambam). O sea que solo se pueden pronunciar nuevamente las Sheva Berajot durante los días subsiguientes si hay nuevas caras que no las escucharon durante la Jupá. Iosef Caro toma un rumbo diferente y nos dice que pueden ser personas que estuvieron en la Jupá pero que no formaron parte de la comida festiva posterior. Otros como los Tosafot nos dicen que son simplemente personas que alegran con su presencia (indistintamente si estuvieron o no en la Jupá). Algunos incluso dicen que Panim Jadashot hace referencia a Shabbat y a los Iemei Tov (festividades). Como verán muchas son la opiniones. 

¿Qué debemos hacer entonces? La práctica más común es que durante los seis días posteriores al casamiento cada vez que familiares y amigos se sientan a comer luego del Birkat HaMazon se deben pronunciar las Sheva Berajot. En relación al tema de las Panim Jadashot debemos tratar en la medida de lo posible de que haya por lo menos dos invitados a la comida que no hayan estado presentes en la celebración del casamiento. De no poder contar con aquellas personas podemos igual tomar a consideración la enseñanza de Rabeinu Itzjak y considerar simplemente que cada persona que viene a a alegrar al novio y a la novia son Panim Jadashot. Hay algunos que al no tener Panim Jadashot solo pronuncian la bendición de "Asher Bara Sason beSimja" y otra que no forma parte de las Sheva Berajot que se conoce como "SheHaSimja Bimeono". 

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Ketuvot 7 - Birkat Jatanim con Minian


Una de las partes más emotivas de la Jupá son las denominadas Sheva Berajot (siete bendiciones). En el Talmud estas bendiciones son conocidas como Birkat Jatanim (La bendición de los novios). En la literatura rabínica también son conocidas como Birkat Nisuin (La bendición del casamiento). Estas tres expresiones hacen referencia a lo mismo, las siete bendiciones que de alguna forma concluyen la ceremonia de la Jupá y luego de las mismas la pareja esta 100% casada y ya les es permitido tener relaciones. 

En nuestra Guemará aprendemos que para que estas bendiciones deban ser recitadas se necesita la presencia de un Minian. De 10 judíos adultos que esten presentes. Está es la halajá hasta el día de hoy. Si bien para un casamiento no es necesario invitar 300 o 500 personas necesitamos por lo menos 10 invitados que contesten "Amén" tras cada una de estas bendiciones. Ahora bien ¿De dónde aprendemos esta ley? ¿Cómo sabemos que se necesitan 10 personas para estas bendiciones si hay un sinfín de bendiciones diarias que podemos hacer sin Minian? Nuestra Guemará se hace está pregunta y los sabios ofrecen dos respuestas posibles:

1) "Entonces Boaz llamó a diez varones de los ancianos de la ciudad..." (Rut 4:2) Huna bar Najman dice que el origen esta práctica se origina en la historia de Rut y Boaz cuando este último para tomar como mujer a Rut pide la presencia de dies hombres de la ciudad. 

2) "¡Bendecid a Dios en las congregaciones; al Señor, vosotros de la estirpe de Israel!" (Salmos 68:27) Rashí interpreta este versículo de la siguiente manera: "Se requiere una congregación (y no hay congregación menor a Diez personas como aprendemos de Berajot 21b) para una bendición sobre la fuente de vida de Israel". El casamiento es la unión de dos almas con la esperanza de que aquella unión sea la fuente de más vida, de hijos e hijas, para el pueblo de Israel y de esta forma los sabios interpretan que por esta razón se necesita un Minian para las Sheva Berajot. 

martes, 20 de diciembre de 2016

Ketuvot 6 - La primera relación en Shabbat

Se suele decir que tener relaciones sexuales en Shabbat es una mitzvá. Si bien está frase nos es 100% cierta esta muy próxima a la verdad según el tratado de Ievamot. Sin embargo, como ya hemos dicho, la primera relación sexual de una virgen en Shabbat es más problemática. Al comienzo de la Guemará (hace unas páginas atrás) parecía ser como que la opinion unánime de los sabios es que una virgen no debía tener relaciones sexuales en Shabbat, y por ese motivo no debían casarse los días viernes, ya que esa relación sexual podría estar transgrediendo alguna de las leyes de Shabbat. En nuestros folios del día los sabios se debaten exactamente cual es la transgresión que esa "primera relación sexual" estaría transgrediendo. Algunos dicen que es ocasionar un sangrado, otros nos dicen que es la herida, otros asumen que el problema esta en la "creación de una puerta" (como dicen los sabios HaMebin Iabin) y otros en cambio sostienen que es por el dolor. Sin embargo luego de intensas discusiones van anulando cada una de estas posibilidades al encontrar en cada una de ellas una flaqueza. 

Toda esta Sugya termina con las palabras: "Hiljeta Mutar Libol BeTejila Shabbat" (La Ley queda establecida como que esta permitido tener estas primeras relaciones sexuales en Shabbat). Y así queda luego la halajá establecida por los sabios en los codices medievales. Lo interesante de este punto es que según la inmensa mayoría de los académicos es que está expresión, y semejantes a lo largo del Talmud, fueron uno de los últimos agregados a la Guemará tal como la conocemos hoy. Según los académicos cuando una Sugya concluye con la palabra Hiljeta (Esta es la ley...) esta frase es un agregado posterior de los saboraim o stamaim, sabios que editan y le dan el formato final al Talmud. Es decir en los tiempos de los Amoraim (sabios integrales de la época talmúdica) la ley no había quedado fija sino que había aquellos que se oponían y aquellos que permitían sin embargo generaciones posteriores de sabios decidieron por una de las dos alternativas. 

lunes, 19 de diciembre de 2016

Ketuvot 5 - Anatomía rabínica

Uno de los aspectos más fascinantes de la literatura rabínica es como nuestros sabios leían la realidad que los rodeaba y los atravesaba. Leían la historia, la naturaleza y la anatomía con los ojos de Dios. No estudiaban historia para establecer cual fue la causa y la consecuencia, no estudiaban la naturaleza para explicar los fenómenos meteorológicos ni tampoco analizaban el cuerpo humano por el mero hecho de comprender más profundamente su naturaleza y su singularidad. Estudiaban cada una de estas ciencias con una preocupación teológica y moral. Uno de los ejemplos más conocidos es el de la destrucción en el año 70 d.e.c del Templo de Jerusalén. La razón histórica de la destrucción del Templo fueron las luchas internas judías que comenzaron en el año 66 d.e.c, las revueltas contra los gobernantes romanos y la realidad que el imperio romano contaba en aquellos años con el ejercito más importante del mundo y que los judíos en Jerusalén no eran más que una ciudad insular de aquel imperio sin mucha fuerza militar. Sin embargo los maestros en el Talmud no cuentan "está historia" aunque seguramente eran conscientes de estas realidad políticas y militares. Cuentan que el Templo se destruyó por nuestros propios errores y pecados, por el odio gratuito, por ser severos en la justicia y muchos otros aspectos de decadencia moral. Esta fue su lectura. 
Lo mismo ocurre con la anatomía. Nuestros sabios no eran (en su gran mayoría) medicos como sus pares griegos sino que buscaban en la Biblia y en el cuerpo humano enseñanzas morales y divinas. Nuestra Guemará nos trae dos claros ejemplos. 
1) Bar Kapara analiza el siguiente versículo: "tendrás también entre tus armas (Asneja) una estaca (Yated); y cuando estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás tu excremento (Deut. 23:14). En el contexto de las leyes sanitarias bíblicas en torno a la guerra este sabio saca de contexto aquel versículo y jugando con dos de sus palabras nos regala una hermosa enseñanza. Primero nos dice que no debemos leer Asneja (armas) sino Osneja (oreja). Y de esta forma la frase quedaría así: "Tendrás también entre tus orejas una estaca". Y Bar Kapara nos dice al respecto: "Si una persona llega a escuchar algo que no es digno de ser escuchado debe tomar su dedo y ponerlo en su oreja". En el imaginario "anatómico" de nuestros sabios nuestros dedos, que se asemejan a estacas, fueron creados para evitar caer en ser participes de conversaciones de chimentos, mentiras, acusaciones o cualquier otra conversación no digna de ser escuchada. ¡Que hermosa enseñanza!

2) Un sabio de la casa de Rab Ishmael enseña algo muy parecido a lo que nos transmitió Bar Kapara: "¿Por qué toda la oreja es dura pero la parte inferior (lóbulo) es blanda? Porque si una persona esta por escuchar algo que no es digno puede doblar el lóbulo hacia su interior". No seamos participes de las habladurías y calumnias de otros. Nuestra anatomía nos permite generar barreras naturales para no escuchar lo que nos lastimará a nosotros o a otros. 

En nuestra misma Sugya también hay un ejemplo como cada uno de los dedos de la mano no fueron creados porque sí sino que con cada uno se puede cumplir una Mitzvá diferente. Así comprendían la anatomía nuestros sabios. Buscando en cada parte de nuestros cuerpos una enseñanza para nuestro día a día. 

viernes, 16 de diciembre de 2016

Ketuvot 4 - Casamientos Erev y Motzaei Shabbat

Ya dijimos que según la costumbre las mujeres vírgenes se casaban los días miércoles mientras que las viudas los jueves. Sin embargo también establecimos que la ley permite casarse cualquier día de la semana excepto Shabbat (por temas que veremos en las próximas semanas o meses). Ahora bien algunos sabios en la época talmúdica también prohibieron realizar los casamientos en la víspera de Shabbat (Erev Shabbat) y en la salida de Shabbat (Motzaei Shabbat). 

El motivo por el cual estaba prohibido realizar una Jupá en Shabbat, según algunas autoridades, era que si el casamiento se realizaba el día viernes durante el día (cabe remarcar que la inmensa mayoría de las celebraciones de aquellos tiempos eran diurnas y no nocturnas) la primera relación sexual sería durante aquella noche de Shabbat y si la mujer era virgen se rompería el himen. Esta rotura constituye una transgresión a las leyes de reposo de Shabbat llamada "Jabura". 

Los motivos por los cuales se prohibía hacer casamientos los sábados por la noche, o lo domingos por la mañana, a la salida de Shabbat son más discutidos. Algunos dicen que se basaba en que no se pueden hacer cálculos durante Shabbat y de casarse un día después de Shabbat de seguro que uno debía tener que terminar ciertos cálculos. Otros dicen porque no se pueden hacer preparativos para los días de la semana durante Shabbat. Otros sostienen que es porque uno ante la necesidad de darle de comer a todos los comensales podría verse en la necesidad de degollar a un pollo lo cual constituye una transgresión de Shabbat. Otros sabios en la edad media también sostiene que no se deben hacer casamientos los domingos para no seguir las costumbres de los otros pueblos  (Jukot HaGoim), es decir los cristianos que en su abrumadora mayoría se casan los días domingos. 

Como sabemos la halajá es parte de un proceso que se transforma a lo largo de la historia. En la edad media muchos sabios permitieron casarse en las vísperas de Shabbat y también a la salida de Shabbat.  En la víspera de Shabbat permitieron especialmente por Takanat Aniim (decreto a favor de los pobres) para que las familias no pudientes organizaran directamente la comida festiva de Shabbat como si fuese la comida festiva del casamiento y no tengan que entran en demasiados gastos. Por otro lado muchos sabios establecieron que es tecnicamente posible, aunque complejo, casarse un sábado por la noche. Este punto, beezrat hashem, lo estudiaremos con el correr de las semanas. 

jueves, 15 de diciembre de 2016

Ketuvot 3 - Entre el funeral y el casamiento

Nuestra Mishná estableció que las mujeres virgenes se debían casar los días miércoles. Nuestra Guemará nos dice que en casos de Sacana (peligro) o en casos de Ones (impedimento por fuerza mayor) las mujeres se podrían casar los días martes o lunes. Ahora bien ¿cuáles son aquellos casos de Sacana o Ones? La Guemará trae algunas posibilidades como que exista una ley que las mujeres que se casen los días miércoles deben primero acostarse con el gobernador de la ciudad o bien que el comandante de un ejercito enemigo se aproxime a la ciudad. Estas son situaciones de Sacana, de un peligro inminente. Sin embargo la Guemará trae un ejemplo de Ones, una situación extraordinaria que esta fuera de nuestro control y poder, bastante interesante.

Si el día martes o lunes toda la comida y los preparativos de la fiesta están terminados y solo falta que llegue el "mágico miércoles" pero antes de aquel día el papa del novio o la mamá de la novia fallecen, Rajmana Litzlan, esto es considerado un Ones y por este motivo los sabios permiten que los novios se casen un lunes o un martes. La descripción de la Guemará es muy movilizante. En este caso se debe meter en una habitación al fallecido y a los novios en una Jupá, estos deben casarse, tener su primera relación sexual para sellar el casamiento y luego celebran los siete días de festejos que le siguen a un casamiento (Shiva Iemei Mishte) y al finalizar este periodo comienzan los siete días de duelo (Shiva Iemei Avelut). Una situación muy difícil de imaginarse. 

El Talmud explica los motivos para está decisión. Principalmente para no echar a perder todo el dinero, la comida y los preparativos de la boda. Sin embargo si no hay una gran perdida económica el casamiento se debe aplazar hasta por lo menos la finalización del primer periodo de duelo. Extraña ley, muy extraña. Pero como de cada folio del Talmud algo podemos aprender. 

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Ketuvot 2 - Sobre virgenes y viudas.

Estamos comenzando un nuevo tratado del Talmud: Ketuvot. Como su nombre lo indica este tratado versará en términos generales sobre el matrimonio, las obligaciones del hombre y de la mujer, y de forma particular del documento matrimonial conocido simplemente como Ketuva. Empecemos entonces.

La primera Mishná nos recuerda una antigua costumbre judía de que las vírgenes se casaban los días miércoles mientras que las viudas se casaban los días jueves. Los motivos
os nos lo da la Guemará. La razón principal para que las virgenes se casen los miércoles es que llegado el caso de que la mujer diga ser vírgen pero que el hombre en la noche de bodas descubra lo contrario este pueda ir el día jueves por la mañana al Beit Din, tribunal rabínico, para reclamar y anular así su matrimonio. Esto se debe a que según uno de los diez decretos famosos de Ezra los días donde el Beit Din se junta a deliberar y a juzgar debían ser los lunes y jueves (los mismos días del mercado y de la lectura pública de la Torá). Con las viudas no existiría problema alguno por lo cual se pueden casar los días jueves aunque el viernes no haya Beit Din.

El lector atento se debe preguntar ¿Y qué pasa con los días domingos? ¿Si el lunes también se reúne el Beit Din por qué las virgenes no se pueden casar los domingos? La Guemará se hace la misma pregunta y responde que esto se debe a que los sabios prestaron atención y se preocuparon por las mujeres para que tengan por lo menos tres días de fiestas y comidas antes del casamiento propiamente dicho. Es decir, aparentemente hace unos 1700 años, era costumbre que se celebraran tres días de grandes comidas y celebraciones antes de la ceremonia del casamiento y si este es el caso las mismas debían empezar el domingo, duraban hasta el martes y el miércoles se casaban.

En nuestros días esta costumbre prácticamente desapareció y tanto las viudas, divorciadas o virgenes se pueden casar cuando más lo deseen (excepto en algunos días como los Shabbatot o las festividades como estudiaremos con el correr de las semanas y meses).

martes, 13 de diciembre de 2016

Sucá 56 - ¿Qué va primero?

Cada año al comenzar Sucot siempre me surge la misma pregunta: ¿Qué se dice primero? ¿Primero hacemos el Kidush, Leishev BaSuca o Sheejeianu? Se que no soy el único y que es algo en lo que muchos dudamos por no hacerlo regularmente. Lo interesante es que esta duda ya la encontramos en la época del Talmud (e incluso en la época de la Mishná). En nuestra Sugya hay un debate entre Raba bar bar Janay Rav. El primero dice que debemos decir primero Sheejeianu, la bendición sobre el tiempo (Zman) y luego debemos decir la bendición particular de habitar la Sucá (Leishev BaSucá). Sin embargo Rav invierte el orden. Cada uno explica sus motivos. Raba bar bar Jana nos dice que primero se debe decir el Sheejeianu siguiendo el principio rabínico de Tadir uSheino Tadir, Tadir Kodem, es decir: lo más frecuente tiene prioridad. El Sheejeianu lo pronunciamos varias veces en el año, especialmente en las festividades, mientras que Leishev BaSucá solo durante los días de Sucot y por es ese motivo, por ser más frecuente, el Sheejeianu tendría prioridad. Sin embargo Rav presenta otro principio también presente en el pensamiento rabínico: Jiuba deIoma Adif, es decir, la obligación del día es preferible. Si bien él entiende el argumento de Raba bar bar Jana el dice que en este caso aquel principio no aplica porque el mandamiento de la festividad tiene prioridad. En este contexto los editores talmúdicos traen también una antigua y famosa discusión entre Hilel y Shamai sobre que tiene prioridad si la bendición sobre el vino o el Kidush propiamente dicho.

La halajá queda como Rav. La primera noche de la festividad primero debemos pronunciar el Kidush, luego Leishev BaSucá y por último Sheejeianu. Algunas autoridades dicen que la segunda noche se deben invertir las últimas dos bendiciones y se debe pronunciar el Kidush, luego Sheejeianu y por último LeishevBaSucá. Está es la opinión de Iosef Caro, del Ramá y del Rosh sin embargo muchas autoridades en los últimos siglos sostienen que la segunda noche de las diasporas debe ser igual a la primera manteniendo el mismo orden.

Y con este debate y esta pregunta concluimos el estudio del tratado de Sucá.

Adran Alaj Hejelil veSalika La Masejet Suka.

domingo, 11 de diciembre de 2016

Sucá 55 - Las 70 naciones y una nación.

En una nueva Mishná se hace referencia a como se debían ofrecer los sacrificios a lo largo de la festividad de Sucot. Está festividad tenía una particularidad: los sacrificios se entregaban de forma decreciente, 13 el primer día, 12 el segundo y así hasta el último día de la festividad. En total se sacrificaban 70 toros a lo largo de toda la festividad. El último día, una festividad independiente de la cual ya hablamos (Shmini Atzeret), se entregaba un solo toro como sacrificio. 70 toros eran sacrificados durante Sucot y solo un toro era sacrificado en Shmini Atzeret. Los números contrastan y los sabios nos dan un significado de tamaña diferencia. 

Es rabí Eleazar quien nos ofrece una interpretación sobre estos sacrificios. Setenta sacrificios en honor a las setenta naciones durante Sucot y un sacrificio en honor un único pueblo durante Shmini Atzeret. Rabí Elazar nos dice que Sucot es una fiesta universal en la cual el pueblo judío ofrece setenta sacrificios en nombre de todas las naciones conocidas del mundo antiguo (ya en los tiempos bíblicos aparece la noción de los setenta pueblos primordiales descendientes de los tres hijos de Noaj) mientras que Shmini Atzeret es una celebración particularista en la cual el pueblo judío entrega un solo sacrificio en su nombre. Rabí Elazar complementa su exegesis con un hermoso relato: "Esto se asemeja a un rey de carne y hueso que le dice a sus subditos "haganme un gran banquete" y el último día le dice a su amado "hazme un banquete pequeño para que pueda disfrutar de estar contigo". 

Según algunos comentaristas medievales Sucot era una festividad "para todas las naciones" porque en esos días se comenzaba a pedir por las lluvias que no solo afectarían al pueblo judío sino a todo el mundo. Es interesante como rabí Eleazar sostiene dos de los grandes principios que nos acompañan como pueblo hace miles de años, el universalismo y el particularismo, en esta tensión seguimos viviendo como judíos hasta el día de hoy.

La interpretación de rabí Eleazar es solo una de las tantas interpetaciones posibles. En este sentido los invito a leer un interesante comentario e investigación de una acádemica moderna donde sugiere que la Torá toma y transforma un rito conocido de la mesopotamia en la cual se entregaban 70 toros en nombre de 70 dioses: http://thetorah.com/sukkots-seventy-bulls/ 

viernes, 9 de diciembre de 2016

Sucá 54 - Los sonidos de las trompetas

En un folio anterior una nueva Mishná nos dice que nunca en el Templo de Jerusalén se escuchaban menos de 21 sonidos de trompeta cada día y nunca más de 48. En nuestros folios el Talmud explica y cuestiona esta cantidad. Sin embargo en términos generales la norma era la siguiente:

Un día común se tocaban 21 "toques" de trompetas. Tres al abrir las puertas del santuario a la mañana y nueve en cada uno de los sacrificios cotidianos (Temidim). En total 21 sonidos. 

Otro principio es que por cada Musaf (sacrificio extra por Shabbat, festividades, semi-festividades o Rosh Jodesh) se agregaban otros 9 toques. 

Y un principio más, uno de los más interesantes, es que en la vispera de Shabbat se tocaban otros 6 toques de las trompetas y como nos dice el Talmud: "Tres toques para que la gente abandone sus trabajos (unas horas antes de Shabbat para poder prepararse) y otros tres toques para separar lo sagrado de lo profano (en el instante mismo que Shabbat comenzaba)"

Según la Mishná el día que más toques se escuchaban era en una vispera de Shabbat en medio de una festividad. Allí todas las alternativas se juntaban y daban un total de 48 toques. 

Es interesante notar que todas las combinaciones son multiplos de tres, ya que nunca se tocaban menos de tres toques juntos como explica Rashí (dos toques simples al comienzo y al final y una truá en el medio). 

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Sucá 53 - Un canto de 2000 años.

La Mishná nos contaba que durante la celebración de Simjat Beit HaShoeva hombres piadosos, sabios y sacerdotes entretenían al público con malabares y con cánticos. Nuestra Guemará del día nos da más detalles sobre algunos de estos sabios y sobre algunas de estas canciones. Por ejemplo aprendemos que el gran Raban Shimon ben Gamliel era un gran malabarista y contorcionista (según el Talmud hacía malabares con ocho antorchas). Sin embargo hoy quisiera detenerme en una canción que nos trae el Talmud que se cantaba en aquella época en esos días. Sabemos que los sacerdotes entonaban Salmos pero ahora veremos una canción "popular" de 2000 años:

Los hombres extraordinarios y piadosos (Jasidim veAnshei Maase) cantaban: "dichosa nuestra juventud que no vergüenza nuestra ancianidad", mientras que los Baalei Teshuva (los que retornaban a Dios) cantaban "dichosa nuestra ancianidad que expía nuestra juventud". Y todos juntos cantaban luego: "dichosos aquellos que nunca transgredieron y dichosos aquellos que transgredieron, que se arrepintieron y que fueron perdonados". 
יש מהן אומרים אשרי ילדותנו שלא ביישה את זקנותנו אלו חסידים ואנשי מעשה ויש מהן אומרים אשרי זקנותנו שכפרה את ילדותנו אלו בעלי תשובה אלו ואלו אומרים אשרי מי שלא חטא ומי שחטא ישוב וימחול לו

No sabemos la melodía de esta pequeña canción pero podemos imaginarnos el éxtasis religioso de aquel momento. Hombres comunes junto a sabios y hombres piadosos cantando juntos en el Templo de Jerusalén. La primera parte de la canción tenía dos opciones: una para los hombres piadosos que nunca pecaron y que por dicho motivo en su adultez no tienen nada de que avergonzarse de su juventud. Y por el otro lado la que entonaban los Baalei Teshuva, las personas que corrigieron en algún momento de su vida su senda y retornaron a Dios, diciendo que los actos de su adultez expían los actos de su juventud. Para finalizar ambos entonaban juntos la última oración sobre la dicha de no haber transgredido pero también de aquellos que transgredieron, retornarnos al camino correcto y fueron perdonados. Que hermosa canción. Una canción de 2000 años.

Y 2000 años después podemos seguir entonando la misma canción (sería bueno que un músico le pudiese poner melodía a está canción de 2000 años). Hoy en día siguen habiendo personas que nunca transgredieron, que siempre fueron por el camino correcto, que cuando llegan a la madurez de la vida miran hacia atrás y no tienen nada de lo que arrepentirse, ninguna imagen o recuerdo que quisieran borrar de su vida (o de sus Facebook). Están también aquellos que se equivocaron, como la inmensa mayoría de las personas, y que luego al ir madurando fueron modificando sus acciones, pidiendo perdón y cambiando su vida. Lo importante, cantaban nuestros antepasados hace 2000 años, es que cantemos juntos. Es que comprendamos el valor y la importancia de nuestras acciones y del camino correcto que debemos elegir. 

lunes, 5 de diciembre de 2016

Sucá 52 - Yetzer Hará

Hoy nos encontramos frente a la Sugya más completa en la literatura rabínica en relación al Yetzer Hará traducido generalmente como "la inclinación del mal" (o el instinto del pecado o instinto animal). Según la tradición rabínica todo ser humano tiene dos inclinaciones naturales, una hacia el bien (Yetzer HaTov) y una hacia el mal (Yetzer Hará). En el contexto de la festividad de Simjat Beit HaShoeva donde se habla de la frivolidad y de que por la excitación de la fiesta había una gran inclinación hacia el mal (en este contexto los encuentros sexuales fuera del matrimonio) los sabios traen diversas Drashot, homilías y exegesis sobre el Yetzer Hará. Permitanme compartir con ustedes algunas de ellas.

De un pequeño hilo a una gran cuerda. Rabí Así nos dice que el instinto del mal, aquella inclinación hacia la transgresión, comienza siempre en nuestro interior como un pequeño hilo que nos va tirando de a poco pero finalmente se transforma en una gran cuerda de carrozas que nos empuja con gran fuerza.

Los nombres del Yetzer Hará. Según los sabios el instinto del mal recibe siete nombres. Mal, "prepucio", impureza, enemigo, obstáculo, piedra y oculto. Como vemos el Yetzer Hará no les caía muy simpatico a la mayoría de los sabios. 

Algunos aforismos sobre el Yetzer Hará:

"Cuanto más grande (en posición social no en años) es la persona más grande es su instinto" (un sabio anciano anónimo)

"Todos los días el instinto del mal intenta dominar al hombre" (Rabi Itzjak)

"Todos los días el institno del mal intenta dominar al hombre y desea matarlo... si no fuera por la ayuda de Dios el hombre no podría dominarlo" (Rabi Shimon ben Lakish)

"El instinto del mal tienta al hombre en este mundo y da testimonio del hombre en el mundo venidero" (Rabi Iojanan)

"De cuatro cosas se arrepiente Dios de haber creado... del instinto del mal" (Rav)


sábado, 3 de diciembre de 2016

Sucá 51 - Simjat Beit HaShoeva, un poco más.

Comenzamos una nueva Mishná que es una suerte de ventana a una festividad olvidada: Simjat Beit HaShoeva. La Mishná, y posteriormente el Talmud, nos acompañaran en un viaje hermoso hacia un pasado "dorado" del pueblo judío durante los últimos años del Templo de Jerusalén en los siglos I a.e.c y I d.e.c.

La Mishná comienza diciéndonos que quien no presenció la alegría de Simjat Beit HaShoeva nunca vivenció la verdadera alegría en su vida. Al parecer esta fiesta de la libación del agua donde se pedía por las lluvias para el año entrante era una celebración donde en el Templo de Jerusalén "se tiraba la casa por la ventana". El Talmud nos cuenta que apenas terminaba el primer día de Iom Tov de Sucot los sacerdotes, los levitas y el pueblo en general iban hacia el Templo y lo "refaccionaban". Lo convertían en un gran salon para la fiesta más esperada del año. Se cuenta que se ponían grandes columnas con menorot arriba de todo que eran encendidas por pequeños niños, descendientes de sacerdotes, con arcos y flechas de fuego. Y según la Mishná no había atrio en Jerusalén que no quedaba iluminado por estas luces. Acto seguido hombres de renombre y piadosos comenzaban a bailar y a hacer malabares con antorchas en la mano mientras pronunciaban Salmos y otros cánticos. Y así comenzaban las celebraciones que continuaban por 5 o 6 días. En los próximos días seguiremos explicando un poco más de esta maravillosa fiesta que ha quedado en el olvido.

Antes de terminar por hoy comparto una frase hermosa del Talmud. La Mishná comienza diciéndonos que quien "no presenció la alegría de Simjat Beit HaShoeva nunca vivenció la verdadera alegría en su vida". A esta frase el Talmud le suma otras tres: 1) Quien no vio Jerusalén en su esplendor nunca vio una ciudad hermosa en su vida. 2) Quien nunca vio el Templo de Jerusalén (la reconstrucción ampliada de Hordus) nunca vio una construcción maravillosa en su vida. 3) Quien nunca vio la Sinagoga de Difloston en Alejandría, Egipto, nunca vio la gloria del pueblo de Israel.

A proposito de la sinagoga de Difloston en Alejandría según el Talmud era la sinagoga más grande que jamas haya existido. Contaba al frente con 71 sillas de oro simbolizando el antiguo Sanedrín. Y según dicen era tan pero tan grande que para contestar "amén" el Jazan agitaba desde la Bimá un pañuelo para que los del fondo sepan que deben responder "amén" aunque no hayan escuchado la bendición.

¡Que ganas de estar ahí! ¡Que ganas de vivencias un Simjat Beit HaShoeva con los sabios y sacerdotes haciendo malabares! ¡Qué ganas de viajar en el tiempo y vivencias la gloria y hermosura de Jerusalén y del Templo! ¡Que ganas de pasar un Shabbat en aquella legendaria sinagoga de Egipto! Estudiar es también una forma de viajar en el tiempo y en el espacio.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Sucá 50 - Simjat Beit HaShoeva ¿o Jashuva?

Comenzamos hoy el quinto capítulo del tratado de Sucá. Él mismo versará, en su comienzo, sobre una "festividad olvidada" que ocurría en los días intermedios de Sucot durante 5 o 6 días dependiendo como caía Shabbat aquel año. Más detalles sobre está festividad vendrán en las páginas subsiguientes que estudiaremos juntos, hoy me quiero detener en su nombre. El Talmud registra una discusión tardía entre dos amoraim. Uno sostenía que la festividad se llamaba Simjat Beit HaShoeva y otro decía que se llamaba Simjat Beit HaJashuva. Shoevá significa en hebreo "extracción" mientras que Jashuva significa importante. Lo interesante de esta disputa es un comentario de Tosafot que al respecto nos dice que los sabios muchas veces no fueron meticulosos en como pronunciaban o escribían una palabra e incluso nos da unos ejemplos: Eideien o Edeien (con ayn o con alef, Avodá Zara 2a), Meavrin o Mehavrin (con ayin o con alef, Eiruvin 2a), Masikin o Matzdikin (Baba Kama 117b), etc. En todos esos casos los sabios no fueron meticulosos en la forma de escribir cierta palabra. Sin embargo en nuestro caso la diferencia entre Jashuvá y Shoevá no es menor... ¡son dos palabras completamente diferentes!

Quizás por este motivo generaciones posteriores de sabios intentaron aminorar la contradicción y decir que la festividad recibía ambos nombres. Por un lado era llamada Simjat Beit HaShoeva porque era la fiesta de la extracción del agua de los pozos de las afueras de Jerusalén pero por el otro lado era una festividad importante porque "proviene de los seis días de la creación". ¿Qué significa que viene de los primeros días de la creación? La Guemará no nos lo dice. Sin embargo Rashí sugiere a que esto se debe a que según la Guemará (unos folios atrás) los pozos en donde se hacía la libación del agua en el altar fueron creados en el momento de la creación del mundo, son uno de los elementos primordiales de la creación. Más interesante aún es el comentario del Maharshá el cual sugiere que la Guemará está haciendo referencia a un Midrash el cual cuenta que las aguas de la tierra lloraron frente a Dios en el momento de la Creación cuando la separaron de las aguas de los cielos al sentirse expulsadas. En forma de consuelo Dios les prometió a las aguas terrenales que llegará el día en que ellas serán vertidas en el altar. ¿Y cuando ocurría eso?  Cada año durante los días de Simjat Beit HaShoeva o Jashuvá. Como elijan llamarlo.