jueves, 31 de mayo de 2012

Sanhedrín 84 - Los estrangulados

Estamos comenzando un nuevo capitulo, el ante ultimo del tratado de Sanhedrín. Este corto capitulo hará mención a quiénes son los que deben sufrir la pena del Jenek, o sea, los que serán estrangulados por mandato del Beit Din. Seis transgresiones son castigadas con esta pena, según los sabios, la menos dolorosa de todas las penas de muerte. Paso a enumerar las transgresiones que conllevan esta pena: Quién golpea a su padre y a su madre, el que secuestra a un judío, quién se rebela contra la sentencia de un Beit Din, el falso profeta, quién profetiza en nombre de un ídolo pagano, el que se acuesta con la mujer de otro (Eshet Ish) y quién acusa falsamente de prostitución a la hija de un sacerdote. 

El Talmud nos dice que en todo lugar de las Escrituras donde se nos diga "Mot Iumat - morir habrá de morir", se refiere a este tipo de muerte, la menos "severa" de todas las penas capitales. En cualquier lugar de la Torá donde no se nos especifique cuál es la muerte que le corresponde a un transgresor esta es la que se debe aplicar. 

La primera de las transgresiones que conllevan el estrangulamiento es analizada en nuestra Guemará. En Shemot 21:15 se nos advierte que quién golpea a su padre o a su madre debe morir. Sólo si uno golpea a sus padres, o a alguno de los dos, la pena que se le aplica es la muerte. A cualquier otra persona que uno golpee, la Torá y el Talmud lo condenan a otras indemnizaciones de tipo material. Otro punto que discute el Talmud es en referencia a que un hijo no se hace culpable de esta pena si no le genera una javurá (herida) a alguno de sus padres. Si uno los golpea pero no les abre la piel o no le genera una herida entonces uno no es susceptible de esta pena. 

El Talmud trabaja un curioso caso y se pregunta: ¿Qué pasa si un hijo le saca sangre a su padre? Rab Matana nos dice que si un hijo tiene que generarle una javurá (herida) a su padre para sacarle sangre o sacarle una astilla esto no se considera como si lo está golpeando ya que esto él lo hace por amor al padre. Es interesante que el versiculo que él trae para justificar su posición sea el de "Amarás a tu projimo como a ti mismo".

lunes, 28 de mayo de 2012

Sanhedrín 83 - Mitá Beiedei Shamaim

Estamos concluyendo, a mitad de la página 84, este nuevo capítulo del tratado de Sanhedrín. A lo largo del capítulo fueron presentadas diversas categorías de muerte y también la "invención" del castigo de meter a los transgresores, que no podían ser juzgados con la pena de muerte, a una cárcel hasta que mueran de hambre. Esta Guemará nos proporcionará algunos ejemplos de lo que se denomina: Mitá Beiedei Shamaim (muerte por manos del cielo). Las transgresiones, como ya dijimos, que la Torá enuncia que su pena es la muerte decretada por un tribunal rabínico, como es en el caso de los asesinos o de los idolatras, los sabios simplemente reglamentan cuáles son los casos para que una persona sea susceptible de recibir esa pena.

Otros casos como los robos en donde la única pena es devolver lo robado más un extra, los sabios simplemente regulan cómo ha de implementarse esta ley. Otros casos son los de transgresiones que la Torá determina que debían ser castigadas con latigazos para que la gente "se arrepienta" de sus actos y no los vuelva a cometer. En estos casos si la persona repite tres veces la misma transgresión los sabios deciden no volver a golpearlo con látigos sino que deciden encerrarlo en una cárcel hasta que fallezca. Hay un último caso que es el que vamos a ver hoy: Ciertas transgresiones de las cuales casi no hay referencia en la Torá, o si las hay tienen poca exactitud, los sabios nos dicen que un Beit Din no los puede juzgar pero si lo puede hacer, y lo hará, D-s. Estas son las muertes por manos del cielo. Los sabios talmúdicos creían que una persona trasgresora que no podía ser juzgada por un tribunal no viviría toda su vida y no llegaría a la vejez sino que moriría prematuramente por un "accidente" o por un "fenómeno de la naturaleza".

Algunos ejemplos de estas muertes Biedei Shamaim. En estos casos el Talmud nos enuncia diversas muertes relacionadas con la "mala-praxis" de los Sacerdotes-Cohanim. Por ejemplo si un Cohen comía de un Tebel, comida del campo a la cual todavía no se le había separado el 10% para el diezmo (maaser) moriría a manos del cielo. Lo mismo le ocurriría a un Cohen que se encontraba Tamé (impuro) si comía de su comida especial (Trumá) que se encontraba pura (Tehorá). Si un no-cohen comía de la comida especial (Trumá) también moriría en manos del cielo. Si un cohen se encontraba impuro, hizo la inmersión (Tvul Haiom) pero todavía no se fue el sol, y comía de la Trumá también habría de morir. Lo mismo ocurriría con un Cohen que no usaba su ropa reglamentaria o aquel que transgredió cierto mandamiento y se predispone a volver a su trabajo sin antes ofrecer un sacrificio de Kapará (expiación). 

Así concluimos un nuevo capitulo del Talmud! 

Adrán Halaj Elu Hen Hanisrafim, Volveremos a ti! 

viernes, 25 de mayo de 2012

Sanhedrín 82 - Acostándose con no-judías

Todos vivimos en un mundo lleno de categorías. Estas delimitan quién está "adentro" y quién está "afuera". Los judíos, como todo pueblo, siempre tuvieron categorías para definir quién está adentro y quién está afuera. La más conocida, de estas categorías es la que divide entre Judíos y Goim (no judíos). Ser judío no tiene nada de bueno en sí, como ser Goi no tiene algo malo en sí mismo. Simplemente es una manera de categorizar pero muy fácilmente puede convertirse en un elemento que estigmatiza y denigra. Cada vez que yo utilizo el término goi, simplemente lo hago para referirme a una persona no judía, sin ninguna carga peyorativa en lo absoluto. 

Luego de esta perorata puedo comenzar a compartir con ustedes la siguiente Guemará. Rab Jia decía: Quién tiene relaciones sexuales con una goiá (mujer no judía) es como si se estuviera casando con una deidad pagana. Los sabios de la Mishná nos dicen en nuestra Guemará que está prohibido tener relaciones sexuales con una mujer no judía. ¿Por qué? Porque seguramente, según su visión, uno terminaría sucumbiendo a sus ídolos y dioses. Rab Dimi nos comenta en nombre de la Casa de los Jashmonaim, que si un hombre judío tiene relaciones sexuales con una mujer no judío trasgrede diversos preceptos bíblicos con relación a las interacciones sexuales. Se lo acusa de haber transgredido Nidá (estar con una mujer menstruante), de Shifjá (de haberse acostado con una mujer esclava, estando esto prohibido si uno es un hombre libre), de Goiá (específicamente de acostarse con una mujer no judía) y de Znut (prostitución) o Eshet Ish (acostarse con una mujer casada) según corresponda. 

Si los "celosos de la fe", judíos-extremistas-guerreros se encontraban a un hombre acostado con una mujer no judía podían en ese momento matarlo. Y sobre ellos no pesaría ninguna muerte ya que están actuando por "el bien de Israel". El arquetipo de esta situación aparece en Bemidbar-Números 25. Allí la Torá nos cuenta que el pueblo de Israel comenzó a tener relaciones con las hijas de moab, las cuales hacían que los hombres judíos tomen a sus ídolos como dioses. En ese momento Ds se enoja con el pueblo y manda una plaga que extermina a 24000 hombres. Moshé, para aplacar la ira divina manda a los "celosos de la fe" a matar a todo hombre que se estaba acostando con una mujer no judía. Allí aparece Pinjás ben Eleazar ben Aharon HaCohen que mata con una lanza a Zimri y a la mujer midianita con la que él se acostaba, Cozbi. Ds le reconoce su acción (el haber matado a dos personas!) con, paradógicamente, el pacto de la paz. La Guemará trae esta historia como el paradigma del que mata por "celar a Ds". Los sabios, si bien no recriminan la acción de Pinjás de manera directa, no están muy cómodos con esta historia. Nadie debía tomar justicia por mano propia, primero debía pasar la decisión por el Beit Din. 

Por último y para contextualizar: El tema de tomar mujeres no-judías fue siempre una situación problemática. Desde los tiempos de Abraham hasta los tiempos de Ezra casi todas las grandes figuras mencionadas en la Biblia se casan con mujeres "no judías". Así lo hacen Abraham, Iosef, Moshé e incluso Shlomó. De esto aprendemos dos cosas: La idea de que es judío quien nace de vientre judía no siempre existió, aunque hoy en día sea la halajá. En segundo punto vemos que no existía la prohibición de casarse con mujeres de otros pueblos, excepto de algunos pueblos idólatras en particular. La idea de un judaísmo endogámico, en la cual sólo se nos permite casarnos con gente de "nuestro propio pueblo" si bien es antigua y encontramos rastros en los patriarcas, no fue implementada sino hasta los tiempos de Ezra, en el siglo V a.e.c.  



jueves, 24 de mayo de 2012

Sanhedrín 81 - Las cárceles

Primero un concepto general: Si uno trasgrede dos mandamientos debe ser juzgado con la pena más severa. Ejemplo: si uno asesinó a alguien y la pena es hereg (degollamiento) pero también cometió idolatría cuya pena es skilá (lapidación), a la persona se la debe lapidar y no degollar. Ni tampoco primero degollar y luego lapidar, simplemente debe ser juzgado con la pena que los sabios consideraron más severa. El orden es el siguiente, de más severa a menos severa: Skilá, Sreifá, Hereg y Jenek

Ahora sí, desarrollemos el punto central de este Daf. En la sociedad bíblica, o en el ideario de la sociedad bíblica, no existe (o casi no existe) el concepto de cárcel. Si uno robaba no iba a la cárcel, simplemente debía devolver lo robado más un porcentaje extra. Si uno mentía o blasfemaba el castigo era, quizás, llevar un sacrificio expiatorio al santuario. Si uno asesinaba a alguien o cometía idolatría, el Beit Din debía ejecutarlo. Si uno, por ejemplo, no se hacía el Brit Mila o no ayunaba en Iom Kipur su castigo era karet, una suerte de ostracismo girego. No existía la institución de la cárcel como hoy la conocemos. No la concebían como un centro "reformatorio" o de re-educación, como se supone - falsamente - que las cárceles son, ni tampoco como un espacio de reclusión. Prácticamente no existían. En el único momento que son mencionadas las cárceles es en referencia a cuando alguien cometía un crimen y los jueces no sabían exactamente cuál debía ser su castigo. Hasta que se termine el juicio y lo sentencien a tal o cuál pena, como pasó con el que recogía leños en Shabat que Moshé no sabía cual debía ser su pena, esta persona debía permanecer en la cárcel (Kele, Beit HaSoar o Kipá). Sólo era un lugar pasajero hasta que se termine el juicio. No existía la pena de "ir a la cárcel"!

Ahora bien, en nuestra Guemará aparece la institución de la Kipá, una cárcel, que tenía tan solo el diámetro del reo. Ni siquiera podía acostarse. Era un lugar oscuro y solitario. Se nos dice en nuestra Mishná y luego los sabios amoraitas discuten en torno a una persona que fue advertida sobre cierta transgresión. Recibió los "golpes correctivos" por parte del Beit Din para que no lo vuelva a hacer y sin embargo lo repite dos y tres veces. ¿Qué se hace con esa persona que vuelve a "delinquir"? ¿Se lo sigue golpeando hasta que aprenda? Por un lado no se lo puede matar ya que para ciertas transgresiones la Torá no estipula esta pena. Pero por otro lado no se puede permitir que esta persona siga "viviendo en sociedad" ya que es muy posible que vuelva a cometer el mismo error. En este caso, los sabios instituyeron estas cárceles solitarias, en donde se metía a las personas que delinquían en un mismo caso por tercera vez, con advertencia y castigo previo de los sabios, y se lo dejaba allí hasta que muera. Se le daba, según la Mishná, cebada hasta que su estomago reviente.

Lo mismo pasaba con los hombres que mataron a alguien pero que no había testigos para condenarlo frente a un Beit Din. O si había solamente un testigo y no dos, como es necesario, el Beit Din tampoco lo podía degollar pero sí lo podía meter en una de esas cárceles solitarias y darle de comer pan de la adversidad y agua de la aflicción hasta que muera. 

Traigamos el Talmud a nuestros días! Las cárceles han demostrado con creces que no sirven. Teóricamente ya lo demostró Foucalut y empíricamente cualquiera de nosotros lo puede observar. No sirven como espacio de re-educación, los presidiarios una vez que salen, en su gran mayoría, salen con más odió hacia aquella sociedad que los segregó. Tampoco sirve como espacio de confinamiento ya que es sabido, como pasa en Brasil y en tantos otros lugares, que ciertos reos desde adentro de las cárceles comandan todos los robos, asesinatos y mafias del mundo exterior. En eso la Torá no se equivocó. Las cárceles sólo deben ser espacios pasajeros, no tienen una función social que ayude al colectivo. Pero tampoco la ejecución de los criminales es la respuesta. Tampoco lo es el abandono de ellos en cárceles hasta su muerte. Quizás no tengamos respuestas a cuál debe ser "la solución", pero es mejor descartar algunas desde ahora que volver a chocarnos con la misma piedra una y otra vez.  

miércoles, 23 de mayo de 2012

Sanhedrín 80 - Ubar Ierej Imó

Nuestra Guemará sigue discutiendo en torno a los asesinos y sus penas respectivas. En este caso, no discutirán sobre los asesinos humanos sino sobre los "animales asesinos". Es preciso resaltar aquí que tal como la Torá habla sobre cuál debe ser la pena de los asesinos hombres también hace referencia a que los animales que matan a los hombres también deben morir por su "asesinato". Si por ejemplo un toro golpea a un hombre y lo mata, este toro por un lado no puede ser llevado como ofrenda al Mizbeaj (Altar) sino que, después de un juicio (sí, también hacían juicios para los animales) si el Beit Din determinaba que este toro mató a un hombre debía ser sacrificado. 

El feto y la vaca: La Guemará trae un caso puntual que será emblemático en relación al tema del aborto. ¿Qué pasa con una vaca que asesina a alguien estando embarazada? ¿Se debe esperar a que de a luz o debe ser muerta antes? ¿Su crío, si nace, está permitido para ser llevado al altar? Estas preguntas parecen no tener sentido. ¿Cómo en el siglo XXI nos preguntamos algo así? Al contrario de como solemos pensar, o podríamos llegar a pensar con una primera lectura, este es un tema central para nuestros días. Lo que se pregunta la guemará, lo que está detrás de todas estas preguntas es si el feto pertenece a la madre o no. Si el feto es parte del cuerpo de la madre y no tiene "vida propia" la respuesta es evidente. El feto sería, en este caso, como cualquier otro miembro del cuerpo de la madre (un brazo o una pierna) y estos miembros también "fallecen" cuando la vaca es sacrificada. No habría que esperar a que la madre tenga a su crío, ya que su crío (el feto) es parte de su cuerpo y no tiene existencia por si sola. Esta visión es denominada en el Talmud como: Ubar Ierej Imó - El feto es un miembro del cuerpo de la madre (como el muslo). La visión contrapuesta es la siguiente: Ubar Lav Ierej Imó - El feto no es un miembro del cuerpo (como el muslo) de la madre. Los que sostienen esta visión hacen explicito que el feto no es como cualquier otro miembro de la madre. No es como el muslo, ni como la pierna ni como un brazo. Más allá que técnicamente no sea "vida" y no pueda "sobrevivir" por sí solo, tiene un potencial de vida y no se lo puede tratar de la misma manera que a cualquier otro miembro del cuerpo. 

Los sabios dictaminan en este caso de la siguiente manera: Si la vaca estaba embarazada al momento de matar a un hombre y la cría nace antes de terminar el juicio entonces la misma no es sacrificada y puede ser ofrecida como korbán en el Templo. Ya que en este caso la cría recién nacida ya tiene una existencia propia y no puede ser sacrificada conjuntamente con la madre. No obstante, si el Beit Din ya sentenció a muerte a la vaca y todavía aquella no parió, se debe proceder a sacrificar a la misma conjuntamente con el feto ya que el mismo sería un Ubar Ierej Imó, una parte más del cuerpo de la madre. Les comparto este link donde expongo algunas de las fuentes centrales judías en relación al aborto: http://majshabot.blogspot.com.ar/2011/11/aborto-una-perspectiva-judia.html

Extra: Si uno ve que su papá está trasgrediendo un precepto uno no le debe decir: "papá, estás transgrediendo una mitzvá", ya que así uno lo estaría avergonzando. Sin embargo lo que uno debe hacer ante esas situaciones es decirle: "papá, ¿no es cierto que la Torá prohíbe tal o cual cosa?" Él debe tomar conciencia de su error por si mismo...

lunes, 21 de mayo de 2012

Sanhedrín 79 - Asesinos con intención

Tengo una sensación. Cuando uno se acerca a un texto, a un autor, comienza a pensar ¿Qué me quiere decir? ¿Qué me quiere transmitir? Lo mismo pasa al leer un folio del Talmud, a uno le agarran ciertas sensaciones sobre cuál es la intención de los sabios al escribir estos pasajes. Hacia dónde quieren ir, me pregunto. Con este tema sobre los asesinos que estamos estudiando tengo una sensación. La comparto: hay una clara intención de evitar al máximo, como pasó con el Ben Sorer uMoré, de que una persona pueda caer en esta categoría de Rotzeaj (asesino). Lo vimos los días pasados y hoy también lo podremos observar. Mi tesis, quizás prematura, es la siguiente: ya que la Torá nos comanda a terminar con la vida de quien asesinó a alguien y los sabios talmúdicos no quieren aplicar esta suerte de ley del talión se ven en la necesidad de catalogar a muchos, que nosotros hubiéramos considerado asesinos, de inocentes o por lo menos no inocentes pero si in-imputables. Vayamos a los textos a ver si se justifica lo que aquí planteo. 

La Mishná nos dice que si uno tuvo la intención (nitkaven) de asesinar a un animal y asesinó a un hombre, o si tenía la intención de matar a un feto y asesinó a un niño de menos de un mes (Bar Kaima), uno está exento y un Beit Din no puede juzgarlo como Rotzeaj. Si uno tuvo la intención de golpear a alguien en sus espaldas y un golpe ahí no le hubiera causado la muerte pero por error lo golpea en el corazón y la persona muere, uno también está exento. Esta lógica se repite en reiteradas ocasiones. 

Rabi Shimon es más incisivo. Nos dice que si uno tuvo la intención de matar a ploni pero finalmente por error mata a almoni uno está patur, exento de ser juzgado como Rotzeaj. ¿En qué se basan los sabios para decir esto? El Talmud encuentra una insinuación en Devarim 19:11 "pero si hubiere alguno que aborreciere a su prójimo y lo acechare, y se levantare contra él y lo hiriere de muerte, y muriere...". En este versículo se nos habla claramente de una intención. Para que alguien pueda ser considerado un Rotzeaj y ejecutado por un Beit Din, uno debe tener la intención y hacer explicito que quiere asesinar a tal o cuál persona. Si uno mata sin intención, según el Talmud, uno no puede ser considerado un asesino. ¿interesante, no?

Segundo caso. Si un asesino, asesinó pero luego se perdió entre la multitud no puede ser juzgado. Ya que no sabemos quién es el asesinó y no podemos ejecutar a muchos inocentes porque dentro de ellos hay un asesino. Si por ejemplo alguien mata a cierta persona y luego se pierde en la multitud de un vagon de subte, por más que sepamos que allí está el asesino, al no saber con exactitud quien es, los debemos dejar a todos libres. 

Mi sensación se mantiene ¿ustedes qué opinan? Con esta lectura y con las anteriores ¿les da la misma sensación o no? 

domingo, 20 de mayo de 2012

Sanedrin 78 - Las muertes y los golpes

Los que vivimos en Argentina, e imagino que en otros países se dan situaciones similares, escuchamos constantemente de jóvenes que son golpeados hasta la muerte en un local bailable por un grupo de jóvenes violentos. La Guemará nos trae una situación particular ¿Qué pasa si diez personas matan a golpes a uno? ¿Son los diez condenados a muerte, sólo el último o ninguno? Ningún sabio nos dice que los diez deben ser condenados. Rabi Iehuda ben Beteira nos dice que el último que lo golpeó y con su golpe le causó la muerte debe ser condenado por el Beit Din, mientras que los otros no. No obstante la halajá queda que ninguno de los autores de este brutal crimen puede ser condenado por un tribunal ya que "muchos no pueden realizar, y ser penados, por una sola acción". ¿Extraño, no?

El hombre treifá. Raba nos dice: Todos acuerdan en relación a que quién mata a un Treifá esta exceptuado de ser condenado. ¿Qué es un Treifá? Todos los que tienen conocimiento sobre las relgas del Kashrut saben que todo lo que no es kasher (apto) es taref. Muchos se imaginan que es entonces "no apto" pero taref es una condición especial de los animales, o las personas, que por una enfermedad van a morir próximamente, en menos de 12 meses. No hay ningún animal de los permitidos de por sí Taref, pero si al matarlo se lo revisa y se ve que el mismo tiene una enfermedad que no le hubiese permitido vivir 12 meses más el animal es Taref. Lo mismo ocurre con las personas. Si uno mata a alguien que es considerado Taref, que tiene una enfermedad terminal la cual los medicos evalúan determinando que no le queda más de 12 meses de vida, no puede ser condenado a muerte. No pasa lo mismo si uno asesina a un moribundo (gosés) ya que él, como se nos dice en el tratado de Smajot 1:2, está vivo como cualquier otro hombre. Lo mismo ocurre a la inversa. Si un Taref mata a alguien y en el lugar no se encuentra un Beit Din que lo pueda condenar inmediatamente, el Taref no puede ser condenado a muerte. 


Nueva Mishná: Si alguien golpea a un compañero y éste sufre una lesión de la cual los médicos dicen que le provocará la muerte ¿este hombre es culpable o no? ¿debe morir por la muerte que provocará, o sólo debe pagar por el daño físico que ocasionó? y ¿qué pasa si el hombre que fue golpeado se recupera del golpe pero luego fallece? Estas cuestiones trataran de resolver los sabios del Talmud. 

Lo primero que dicen es que si uno golpeó a un compañero y los médicos dicen que por esa lastimadura morirá, mas luego este se levanta de su dolor y luego cae nuevamente enfermo y muere, quien lo golpeó es considerado un asesino y el Beit Din puede juzgarlo. Luego los sabios son un poco más detallistas y nos dicen lo siguiente: Si el Beit Din consideró que el golpe que le provocó es tan solo un golpe quién golpeó le debe pagar al dañado por el daño que provocó, por la vergüenza que le ocasionó, por el lucro cesante, por los servicios de sanación y por el dolor que le causó. Si luego esta persona muere, por el golpe que el otro le infringió, queda absuelto y no puede ser condenado a muerte. En cambio si el Beit Din considera que el golpe que le propició le ocasionará la muerte lo primero que hacen es meterlo preso (como al Mekoshesh Etzim - el recolector de madera en Shabat - de la Torá que no sabían cuál debía ser su castigo) y esperan a ver qué pasa. Si el otro muere él debe morir. Si se recupera tan solo le debe pagar las cinco compensaciones monetarias que figuran más arriba. 

viernes, 18 de mayo de 2012

Sanhedrín 77 - Din Rotzeaj

La Guemará comenzará ahora a decirnos quiénes son los Neeragin, los que son decapitados por la espada. En primer término nos dicen que el Rotzeaj, el asesino, debe ser ajusticiado por esta pena capital. Como siempre el Talmud trata de especificar qué significa ser asesino y cómo se lo debe juzgar en cada caso.

Veamos algunas de esas especificaciones:

Rotzeaj vs Gorem Mavet: El Talmud diferencia entre un asesino con todas las letras (rotzeaj) y alguien que ocasionó la muerte de una persona pero que no la ejecutó (Gorem Mavet). Un ejemplo nos ayudará a entender: Si alguien mete a otra persona en el fuego o lo ahoga sin permitirle que salga provocando que esta persona muera entonces este es un Rotzeaj y el Beit Din lo debe ejecutar. En cambio si alguien metió la cabeza de otro en el agua o lo metió en el fuego pero después se fue, dándole la "oportunidad" al otro de salir de allí pero finalmente muere por un motivo u otro, la persona es sentenciada como un Gorem Mavet, un provocador de la muerte de otra persona pero no un asesino. Un Beit Din no lo puede juzgar pero los sabios dicen que será juzgado por las manos del cielo (al Iedei Shamaim). Por esta misma razón si uno no tiró al otro a la hoguera o no los sumergió en el agua pero sin embargo le impide a aquella persona salir de allí es considerado un Rotzeaj, un asesino. 

Tziná o Jamá: Si alguien tiene a algún prisionero y este muere de hambre, uno es considerado un Rotzeaj pero no puede ser penado (ya que él no ejecutó una acción en particular). Por el contrario si uno en medio de una noche helada pone a un prisionero en la intemperie y este muere de frío uno es considerado un Rotzeaj. Lo mismo se aplica si uno pone a un prisionero para morir de calor en medio del desierto. 

¿Y con los animales? ¿Qué pasa si uno pone delante de una persona a un león o a una centena de abejas? ¿Se convierte uno en un Rotzeaj o simplemente en un Gorem Mavet? Este es un tema complejo, el cual el Talmud no da una respuesta definitiva. Parece tener que ver con la certeza o no de que tal o cual animal va inexorablemente a matar a la persona que está enfrente. Si le ponemos a alguien delante un perro o un gato, y estos finalmente matan a aquella persona seguramente estaremos en presencia de un Gorem Mavet, en alguien que "accidentalmente" o no, provocó la muerte de una persona ya que generalmente estos animales no matan. Pero si delante de una persona le ponemos un animal salvaje y éste lo descuartiza, seguramente estaremos en presencia de un Rotzeaj

La escalera y el pozo, la flecha y el escudo. Raba nos trae unas historias interesantes para pensar en términos de asesino o de "provocador de la muerte". Si alguien arroja a otra persona a un pozo, y en ese pozo hay una escalera, si viene otra persona y saca esta escalera, y por ende el que estaba allí dentro muere por no poder salir el que lo arrojó es considerado un Gorem Mavet y no un Rotzeaj ya que en el momento que el realizó la acción, el otro podría haberse salvado. Un caso más puntual: Si uno arroja una lanza a alguien que tiene un escudo mas viene alguien y le saca el escudo y la persona muere, quién disparó es un Gorem Mavet ya que la persona, con el escudo en mano, no hubiera muerto. Al parecer la lógica está en realizar la acción completa y ser uno totalmente el causante de la muerte de una persona, para que uno pueda ser considerado un Rotzeaj

Juego de manos, juego de villanos. Con los juegos hay que tener cuidado! Raba nos advierte que por ejemplo si estamos jugando al paredón (juego que al parecer se jugaba hace más de 2000 años!), el cual consiste en arrojar una pelota contra una pared y hacer que rebota, y la pelota mata a alguien uno puede llegar a ser declarado Rotzeaj. Lo mismo pasa si uno está arrojando una pelota al aire y la misma cae y mata a una persona, dependiendo las circunstancias uno puede ser considerado un Rotzeaj. Como nos dicen siempre nuestras madres, hay que tener cuidado cuando jugamos!


jueves, 17 de mayo de 2012

Sanhedrín 76 - Casarse con la persona apropiada (o ser casado)

En nuestra página a estudiar aparecen dos citas de dos sabios diferentes. Vamos primero a enunciarlas y luego las analizaremos: 

  1. El que casa a su hija con un viejo o quien casa a su hija con un niño..., la escritura dice sobre ellos: "de modo que arrase la tierra regada junto con la sedienta. D-s no estará dispuesto a perdonarle." (Deu 29:19-20)
  2. El que ama a su mujer como a su propio cuerpo, el que la honra más que a su propio cuerpo, el que guía a sus hijos por el buen camino y el que los casa cerca de "sus tiempos", la escritura dice sobre ellos: "Sabrás que tu tienda está en paz; revisarás tu morada, y nada echarás de menos." (Job 5:24)
Lo primero que decir es algo obvio. Los sabios del Talmud tienen una mirada negativa sobre los que cometen alguna de las primeras acciones mencionadas, por eso eligen un versículo por el cual expresan que "por sus acciones" D-s no los perdonará. Todo lo contrario los que realizan el segundo conjunto de acciones, a estos D-s les da paz y plenitud. 

La primer cita. ¿Por qué esta mal casar a alguien con una persona muy mayor o con alguien muy joven? Lo primero que debemos decir es que en la antigüedad, y hasta no mucho tiempo atrás, los padres entregaban a sus hijos en matrimonio. Los mismos eran arreglados, por eso se dice "el que casa". Los comentaristas del Talmud nos dicen que esta advertencia de los sabios se debe a que si uno casa a una mujer con alguien muy viejo, ya impotente, o con alguien muy joven, que todavía no puede mantener relaciones sexuales, está incitando a su hija al adulterio. Viendo que con su pareja no puede satisfacer sus necesidades sexuales se verá "forzada" a buscarlas fuera del matrimonio. 

Segunda cita. Un hombre debe amar a su mujer como a su propio cuerpo. El Meiri, un comentarista medieval, nos dice que el amor no tiene medida, no se puede medir al amor y por esto los sabios nos dicen que amemos a nuestra pareja tanto como a nuestro cuerpo, lo más preciado que uno tiene. Pero el honor si tiene medidas, si se puede medir. Honrar a una mujer, nos dice el Meiri, es haciendo que ella siempre esté mejor vestida que uno, regalarle joyas y cosméticos para que siempre se mantenga bella (el amor cuesta caro! ;). Por otro lado, el criar hijos en el buen camino, el camino de la Torá, de los preceptos, del amor y la sabiduría también le traen paz y plenitud al hombre. Finalmente, la gran alegría de todo padre, imagino, es ver a sus hijos entrando en el altar con la persona que aman y piensan honrar el resto de sus vidas.  

Dos pasajes a tener en cuenta!

miércoles, 16 de mayo de 2012

Sanhedrín 75 - Veelu Hanisrafim

Estamos comenzando un nuevo capitulo del tratado de Sanhedrín, el noveno. En los dos últimos vimos los casos y preceptos que de transgredirlos la pena es la lapidación (skilá). En esta oportunidad trataremos de manera escueta los castigos que son penados con el abrasamiento (sreifá, aquella pena de segunda categoría donde a un hombre le habrían la boca y le introducían un carbón prendido fuego) y luego veremos todos los casos que son juzgados con el degollamiento (hereg). 

El incesto. La prohibición del incesto es la base de nuestras sociedades según el antropologo Levi-Strauss. Nuestras relaciones sexuales deben tener alguna limitación, con ciertas personas no podemos mantener relaciones. Es la limitación básica que nos permite construir sociedades y a la civilización como un todo. La Torá, también nos habla en diversas oportunidades sobre ciertas prohibiciones relacionadas con el incesto, las cuales se denominan Araiot (desnudeces). La mayoría las podrán encontrar en los capítulos 18 y 19 del libro de Vaikrá. Aquí el Talmud nos cuenta, a raíz del estudio de una Mishná, que una persona debe ser abrasada por el fuego si se acuesta con una mujer y con su hija. Esta es una transgresión de, podríamos llamarla, segundo grado. ¿Por qué de "segundo grado"? Por que la prohibición no es en torno a un familiar directo. Por ejemplo la prohibición de tener relaciones sexuales con la propia madre, una hermana o una hija son prohibiciones de primer grado, y estas - por su gravedad - son penadas con la pena máxima de Skilá. Esta prohibición, de tener relaciones sexuales con una mujer y con su hija se basa en una segunda linea de prohibiciones. Estas son más de un tinte social.

Otra de este estilo, también de prohibición biblica, es la de acostarse con una mujer y con su hermana. El Talmud no se refiere acá a que las relaciones se deban dar en el mismo momento sino que nunca, incluso post-mortum, una vez que uno haya estado con cierta mujer, no puede estar ni con su hija ni con la hermana de esta. El Talmud, posteriormente, agrega otras relaciones que también están prohibidas por el mismo criterio (la cercanía familiar de las mismas). 

martes, 15 de mayo de 2012

Sanhedrín 74 - Kidush Hashem

"Dijo Rabi Iojanán: Con respecto a todas las transgresiones (averot) de la Torá. Si le dicen a un hombre: "transgrédelas si no te matamos" el hombre debe transgredirlas para no morir (Iaavor Veal Iaareg), excepto en el caso de Avoda Zará (idolatría), Gilui Araiot (relaciones incestuosas) y Shfijut Damim (derramamiento de sangre), en las cuales uno debe dejarse matar o matarse para no transgredirlas (Iaareg Veal Iaavor)." Este es un pasaje clave y famoso de la literatura talmúdica. El tema principal es defender la vida o elegir el martirio. Si un judío es obligado a transgredir una Mitzvá so pena de muerte ¿debe transgredirla o debe preferir santificar el nombre de Ds (Kidush Hashem) y dejarse matar?

En 610 casos debe transgredir cualquiera sea el precepto.  Si te dicen que comas cerdo debes hacerlo para no morir ya que en la Torá (Vaikrá 18:5) dice que debemos "vivir por las mitzvot" y como agrega la Guemará "no debemos morir por ellas". Las Mitzvot, los actos sagrados, nos deben permitir vivir pero si las mismas  conllevarán a la muerte las mismas deben ser, y no es opcional, transgredidas. Excepto estos tres casos muy puntuales de Mitzvot Jamurot, preceptos muy sensibles y determinantes. Si te dicen que hagas idolatría, que mates a otro ser humano o que te acuestes con tu madre (por ejemplo) debes entregar tu vida, y así santificar el nombre de Ds, y no profanarlo cometiendo estas aberraciones contra Ds y contra el ser humano. En todos los demás casos el Talmud nos comanda a transgredir los preceptos para salvar nuestras vidas. 

BeFaresia. Rabi Iojanán nos aclara que este es el caso al pedirnos que transgredamos alguna de las mitzvot BeTzina (en oculto) pero si es Befaresia (en público) uno ni siquiera una Mitzvá Kalá (un precepto liviano) debería transgredir. ¿Qué se considera Befaresia? Un mínimo de 10 judíos, un minian. Tanto para santificar el nombre de Ds (hacer Kidush Hashem) como para hacer Jilul Hashem (desacralizar Su nombre) se necesita un quorum de 10 judíos. Vamos con un ejemplo. Si dentro de mi cuarto un asesino me obliga a comer cerdo so pena de matarme puedo - y debo - comer, en cambio si esto me lo pide frente a todos los congregantes de una sinagoga uno debe dejarse matar. Un caso interesante que desafía esta regla es la Reina Ester. Si alguno sabe a que me refiero, está más que invitado (o invitada) a comentar. 

BiSheat Hashmed. Los sabios del Talmud nos dan otra excepción. Estas leyes se aplican en un momento donde el pueblo judío no está siendo perseguido por un Estado que procura su muerte. Un ejemplo de nuestros tiempos: En nuestros días todas estas leyes que venimos hablando se podrían aplicar. Todo lo contrario en un tiempo en que el pueblo judío esté siendo perseguido. En tiempo de persecusión de los romanos, de la inquisición o de los Nazis si a un judío lo amenazaban con matarlo sino comía cerdo, por ejemplo (aunque sea en privado), este debía dejarse matar y no transgredir. El taam (sentido) de esta halajá se los dejo a ustedes para que lo piensen.

Un último detalle: La Guemará nos aclara que un judío sólo debe entregar su vida, y no transgredir, si la motivación del que amenaza es que el judío transgreda la Mitzvá (o sea la Voluntad Divina) pero si lo hace solamente por placer, o para burlarse del judío, este puede transgredir los mandamientos y no entregar su vida. 

Extra! La Guemará cuenta el famoso caso de un hombre que reposa sus ojos sobre una mujer y se enamora perdidamente. Entra en una gran depresión y se enferma. Los médicos le dicen que su única cura es que tenga relaciones sexuales con aquella mujer. Los sabios se lo prohíben y le dicen que es mejor que muera a que tenga relaciones con aquella mujer. El enamorado y enfermo les pregunta si tan solo puede verla desnuda, los sabios le responden que no, que es preferible que muera a que se acueste con ella. Los sabios siguen sin dar el brazo a torcer. No sabemos cómo termina la historia pero seguramente el hombre expiró sometiéndose a la voluntad de los sabios. Hay dos motivos posibles para esta dura prohibición de los sabios. Si la mujer estaba casada, claramente no podía este hombre mantener relaciones con una mujer de otro hombre! Pero ¿si era soltera? Los sabios decretaron que no tengan relaciones para evitar que las mujeres de Israel se hagan promiscuas ya que si no, según dicen ellos, se entregarían muy fácil a los deseos de cualquier hombre. Como siempre les digo, humor nunca les falta a los sabios!

Adran Alaj Ben Sorer uMoré! Volveremos a ti!

lunes, 14 de mayo de 2012

Sanhedrín 73 - Salvando vidas

Nuestro Daf empieza con una Mishná problemática. Ya vimos en el post anterior que existe la concepción en el mundo talmúdico que es preferible que una persona muera con menos transgresiones cometidas que con un sin número de las mismas. En este contexto y con una leve variable se introduce la siguiente Mishná:

"Estos son los que son salvados (de cometer más transgresiones) incluso con sus propias vidas"

¿Qué significa esto? Hay ciertas personas, como vimos que fue el caso del Ben Sorer uMoré que son "ajusticiadas" antes de que cometan una transgresión para así no llevan consigo aquel pecado. Les dije que era bastante problemática. La Mishná brinda algunos ejemplos: si uno ve a un Rodef (quien persigue) a una persona para matarla o quien persigue a una joven para violarla, uno debe ante esa situación, según la Guemará, terminar con la vida del perseguidor para así salvarlo a este de una nueva transgresión y también para salvar a la victima de ser asesinada o violada. No obstante, y acá vemos una diferencia, quien ve a un judío que está por violar Shabat o por cometer idolatría uno no debe matarlo. Se debe dejar que estas personas cometan sus transgresiones y luego las mismas deberán ser enjuiciadas. En los ejemplos vemos la esencia de la diferencia. Si otra persona corre peligro entonces si podemos intervenir y terminar la vida de quien atenta contra otro ser humano pero si sólo va a trasgredir algo que atenta contra Ds mismo y no contra otro ser humano, le debemos permitir que lleve a cabo sus intenciones. 

Un detalle no menor. A continuación el Talmud estipula que si nosotros podemos detener al agresor sin quitarle la vida y no obstante decidimos quitarle la vida somos nosotros quienes estamos derramando sangre en vano. Este punto es muy importante de ser enfatizado. Primero vamos con un ejemplo talmúdico y luego con uno un poco más moderno: Si vemos a un hombre que está yendo a violar a una mujer en vez de matarlo, lo que plantea el Talmud, es que podemos impedir que este hombre cometa esta transgresión y lastime física y moralmente a esta joven, cortandole su miembro. Sin su pene, el hombre no puede violar. Ante esta situación "salvamos" al hombre de realizar una transgresión mayúscula, le salvamos la vida e impedimos que una joven sea violada. En nuestros días, quizás, este principio se lleva a cabo, por ejemplo, cuando en vez de tomar justicia por mano propia hacemos que la policía intervenga para detener a quien buscaba asesinar o violar a alguien. 

¿De dónde surge todo esto? De un maravilloso versículo de Vaikrá 19:16, en el cual se nos dice que no debemos quedarnos inmóviles ante la sangre de nuestro prójimo. Los sabios del Talmud entienden que este principio también nos enseña que si vemos a una persona en peligro como, por ejemplo, si se estuviera ahogando en el mar o unos ladrones lo están viniendo a robar nosotros tenemos la obligación de ir e intentar salvarlo. Si no lo hacemos y nos quedamos inmóviles frente a la sangre (el sufrimiento) de nuestro prójimo seremos nosotros los que estaremos transgrediendo un mandamiento bíblico. Estamos obligados por Ds a no ser indiferentes en el dolor o en el momento de sufrimiento o desesperación de nuestro prójimo. Estamos obligados a actuar.  

domingo, 13 de mayo de 2012

Sanhedrín 72 - Ben Sorer uMoré V

La gran pregunta que nos debe surgir cuando estudiamos el caso del Ben Sorer uMoré, es la misma que el Tana Rabi Iosi Hagalili se pregunta: ¿por qué un joven que se rebeló frente a la autoridad de sus padres y bebió un poco de vino y comió un poco de carne debe ser muerto por lapidación? ¿es tan terrible lo que hizo? ¿por qué es tan terminante la Torá? La Mishná presenta una respuesta conflictiva pero a la vez magnífica. El Ben Sorer uMoré no es enjuiciado sino por su "Shem sofó", por su "futuro". El joven que es juzgado y muerto por un tribunal por robarle plata a su padre y comprar vino y carne y luego tomarlo y comerla no es juzgado específicamente por lo que hizo, ya que no es tan terrible. En cambio, es juzgado por lo que "habrá de hacer en un futuro". La lógica es que si a los 13 años ya roba y engaña cuando sea grande se va a convertir en un asesino o en algo "peor". Para una mente moderna como las nuestras es difícil este castigo preventivo pero para los sabios de la Mishná y del Talmud no lo es ya que como ellos dicen es mejor que muera libre de pecados que muera, años más tarde, cargando un sinnúmero de transgreciones. Los sabios, sostienen, que es mejor que muera Zakai, libre de culpas, que crezca y se vaya por el mal camino y que luego muera Jaiab, culpable de una infinidad de iniquidades que le impida ascender al Holam Habá, al mundo venidero. 

Justos y Malvados, (Tzadikim y Reshaim): La lógica que se le aplica al Ben Sorer uMoré es la misma que se aplica para los justos y los malvados en diferentes ocasiones. Veamos algunos ejemplos.

  1. La muerte de los malvados es buena para ellos y buena para el mundo. Para ellos porque no cargan con más culpas y para el mundo porque no dañan a nadie más. En cambio la muerte de los justos es malo para ellos y malo para el mundo. Malo para ellos porque no pueden cumplir más Mitzvot (como ven la misma lógica que las transgresiones pero de manera inversa) y malo para el mundo porque no pueden iluminar a más personas con su sabiduría. 
  2. El vino y la siesta son buenos para los malvados y para el mundo. Son buenos para ellos porque estando adormecidos por el alcohol o durmiendo no acumulan más transgresiones y es bueno para el mundo porque no tienen la capacidad de hacer el mal. En cambio el vino y la siesta para los justos es malo para ellos y malos para el mundo. Es malo para ellos porque pierden tiempo valioso de su estudio y malo para el mundo porque no pueden enseñar. 
  3. La dispersión de los malvados es bueno para ellos y bueno para el mundo. La dispersión de los justos es malo para ellos y malo para el mundo. La lógica es evidente y casi no hace falta mencionarlo. Cuando los malvados están dispersos no tienen compañía para hacer el mal y si los justos están dispersos no tienen compañeros para aprender o enseñar.  
  4. El agrupamiento de los malvados es malo para ellos y malo para el mundo. El agrupamiento de los justos es bueno para ellos y bueno para el mundo. (Parecido al punto anterior)
  5. El silencio es malo para los malvados y malo para el mundo. El silencio es bueno para los justos y bueno para el mundo. Les dejo a ustedes la tarea de encontrar la lógica a esta ultima argumentación de los sabios. 

Extras (no por eso menos importantes):

  1. Sí a la defensa propia. Si alguien viene a matarte, uno tiene la posibilidad de adelantarse y matarlo primero.
  2. Adam Muad Leolam. El hombre es siempre responsable de sus acciones. No importa si obró con intención o sin intención, si fue obligado a realizar tal acción o lo hizo por propia voluntad, el hombre es siempre responsable de los daños que causa (!). 
  3. Rodef. El feto cuando está poniendo en peligro al cuerpo de la madre se lo considera un "rodef" alguien que persigue la vida de otra persona para matarlo. Si este es el caso, se les permite a los médicos terminar con la vida del feto para salvar la vida de la madre. Si la cabeza del feto salió del cuerpo de la madre durante el parto (dejando de ser feto) no se puede terminar con su vida porque no podemos elegir una vida sobre la otra.  

jueves, 10 de mayo de 2012

Sanhedrín 71 - Ben Sorer uMoré IV

Continuamos con las leyes generales sobre este hijo "rebelde y contumaz". Para que este joven pueda ser castigado bajo pena de muerte debe robarle plata a su padre, comprar a bajo costo la carne y el vino y luego comerlo en Reshut Ajerim, en un espacio que no pertenezca a su familia. Si no hace todo esto no se convierte en un Ben Sorer uMoré. La Guemará se pregunta por qué el joven le debe robar al padre y no a la madre, y la misma se responde con una ley muy propia de la época en la cual se estipulaba que todo lo que compraba la mujer era como si su marido lo hubiese comprado. 

La igualdad absoluta: Si uno de sus padres quiere acusar a su hijo frente a las autoridades y el otro no este joven no puede ser acusado. Los dos deben querer acusar a su hijo de rebeldía. Rabi Iehuda nos dice que si la mujer no es "apta" para el marido entonces el joven nunca podrá ser Ben Sorer uMoré.

La Guemará discute qué significa este término de "apta" y la misma nos dice que se refiere que la madre debe ser "igual" al padre en todos los sentidos. Como dice en la Torá: "él (el rebelde) no escucha nuestra voz", los sabios entienden que ellos, tanto el padre como la madre, deben tener el mismo tono de voz y deben decirlo al unisono. No solamente la voz debe ser igual entre los padres sino también que su altura y su apariencia física tiene que ser idéntica. Vamos un poco más en la exageración absoluta de la ley. Si uno de sus padres es manco, rengo, ciego, sordo o mudo el joven nunca podrá ser acusado de Ben Sorer uMoré porque en la Torá se nos dice que los padres, ambos dos, lo deben "agarrar" y para eso necesitan los brazos, lo deben "sacar" y para eso necesitan las piernas, y deben "decir" para eso necesitan el habla y deben anunciar "éste nuestro hijo" y para eso necesitan su visión, y por último deben anunciar que él no escucha sus advertencias para lo cual ellos necesitan su audición. 

El estudio por el estudio mismo: En el punto anterior vimos el momento cúlmine, quizás, de esta exageración de legalismo talmúdico para impedir que un joven pueda ser acusado con esta ley cuasi-barbárica.

Ahora el Talmud nos dirá lo siguiente: nunca existió y nunca existirá un Ben Sorer uMoré (es imposible aplicar esta ley), si esto es así ¿Por qué fue escrita en la Torá? Para que aprendamos algo de ella y recibamos el mérito por estudiar. Esta ley, como otras que ya veremos, nos dicen los sabios del Talmud, no fueron escritas en la Torá para que sean aplicadas, sino más bien, para que podamos aprender algo de ellas. Ningún padre acusará a sus hijos frente a las autoridades porque se haya rebelado frente a su autoridad pero la Torá debe ir a tal extremo, nos dice el Marsha, para enseñarnos la importancia de la educación. Los padres deben prestarle mucha atención a la educación de sus hijos para que estos no se desvíen por malos caminos (LeTarbut Raá). Lo mismo, acá se nos dice, que la ley que ya vimos de Hir Hanidajat nunca se llevó a cabo y tampoco se llevará. Esta ley que nos dice que una ciudad que comete idolatría debe ser arrasada y todos sus habitantes muertos, nunca tuvo la intención de llevarse a cabo en la realidad pero fue enunciada para educar al pueblo de Israel en la importancia de no cometer Avoda Zará (idolatría). 

miércoles, 9 de mayo de 2012

Sanhedrín 70 - Ben Sorer uMore III

Seguimos descubriendo características de este personaje interesante. Este joven, que sólo puede ser acusado por un periodo de tiempo muy breve y solamente si es varón, debe también para ser acusado y sentenciado por Ben Sorer uMoré ser un glotón y un bebedor (como se nos dice en la Torá). Al parecer este muchacho debe desobedecer las voces de sus padres, transgredir su voluntad y dedicarse a comer en demasía y beber en exceso. Como es costumbre, el Talmud debe especificar que sería "glotón" y que sería "bebedor", y como no podía ser de otra manera, no nos decepciona. Presenten atención, como debemos hacer siempre que estudiemos casos así, como los sabios hacen casi imposible la posibilidad de que se cumplan los requisitos para que un joven pueda ser acusado de Ben Sorer uMoré.

Lo primero que hace la Mishná es especificar qué debemos ingerir para convertirnos en bebedores y qué debemos comer para convertirnos en glotones. Esto lo aprenden del siguiente versículo: No estés con los bebedores (Sobei) de vino, ni con los comedores (Solelei) de carne (Proverbios 23:20). Los sabios dicen que sólo una persona que come una determinada cantidad de carne y una determinada cantidad de vino se convierten en Ben Sorer uMoré porque hacen un paralelismo entre los versículos de Deutronomio y de Proverbios. En los dos habla sobre personas bebedoras y personas glotonas, y en Proverbios se nos especifica que uno es bebedor al tomar vino y uno es glotón al comer carne. Entonces los únicos alimentos y bebidas que ingeridos en forma excesiva lo transforman a uno en un Ben Sorer uMoré son la carne y el vino. Y no cualquier carne! y no cualquier vino! Como buscaban complicarla más decían que debía ser un vino "Jai", vivo, un vino que no fuera rebajado con agua (en la antigüedad los vinos eran muy fuertes, casi intomables, por lo cual debían rebajarlos con agua para suavizarlos) y la carne no debía estar cocida. ¿Quién iba a tomar un vino así de fuerte o comer una carne sin cocinar? Casi nadie, y esa era la intención de los sabios, que nadie fuese susceptible de ser juzgado por esta ley tan "agresiva". 

Y más aún. Ya nos dijeron qué vino y qué carne pero ahora nos hablan de las cantidades y las especificidades de los productos. El vino, por ejemplo, debía ser solo de Italia y no de ningún otro lado! Más aún, si una persona comía mucha carne especifica en exceso pero no tomaba vino, o bebía mucho vino mas no comía carne, tampoco podía ser juzgado! Y más aún, si comía en alguna ocasión festiva (seudat Mitzvá) o comía algunos productos del Templo de Ierushalaim, tampoco podía ser juzgado, sólo podía ser condenado si comía y bebía junto a un grupo de gente ignorante 


Y todavía más: Si comía algo en ocasión de una Mitzvá o de Averá tampoco podía ser condenado. Por ejemplo si comía la comida de los deudos que es una Mitzvá o si comía en un día de ayuno que es una averá, tampoco podía ser juzgado! ¿Por qué? Porque en esos casos estaría transgrediendo la voz de Ds, ya que incumple los mandamientos que Ds le manda pero nuestro versículo en Deutronomio nos dice que él para ser condenado debe desobedecer las voces de sus padres. De sus padres y no de Ds! Esta es la habilidad y la meticulosidad que tenían los sabios para lidiar con leyes de la Torá que ellos encontraban poco más que inmorales. Los sabios no querían aplicar esta Ley de la Torá, pero tampoco la podían arrancar de cuajo, lo que sí podían hacer era hacerla impracticable. Y así lo hicieron. 

Extra. A quien le interese ver las posiciones del Talmud con respecto al vino le recomiendo que estudie por su cuenta esta página. Hay muchos comentarios más que interesantes.  

martes, 8 de mayo de 2012

Sanhedrín 69 - Ben Sorer uMoré II

Continuamos estudiando sobre el Ben Sorer u Moré (sino leíste Sanhedrín 68 hazlo antes de empezar a leer este post!).

Nuestra Guemará, en el día de hoy, se encargará específicamente de limitar aún más el tiempo posible de aplicación de esta ley de la Torá. Rabí Keruspedai nos dice que el tiempo de aplicación de esta ley es de tan solo tres meses mientras que los sabios dicen que es desde (como vimos la última vez) desde que le salen los dos primeros pelos en sus partes intimas, hasta que los pelos rodean su miembro reproductivo. El Talmud no encuentra contradicción en estas dos posiciones. Ya que podemos decir que esto es desde los 13 años y un día, hasta los próximos tres meses y si el miembro ya es cubierto por pelos antes de los tres meses la ley también deja de ser aplicada. Y si todavía no cumplió los 13 años pero ya tiene cubierto su miembro con pelos la ley también deja de ser aplicada. 

Tiempos para concebir. El Talmud en este contexto de tiempos de aplicación de las leyes nos hablan sobre cuándo es el tiempo tanto para un hombre como para una mujer para concebir o tener relaciones sexuales. El Talmud nos dice que la edad para el hombre, para poder tener relaciones sexuales y que estas se consideren como tales, debe tener nueve años y un día. En cambio para las mujeres el tiempo es desde los 3 años y un día. Antes de estos dos periodos y tiempos fijados por los sabios las relaciones sexuales de estos "infantes" no son consideradas relaciones. Hay un punto interesante en el cual se nos dice que las generaciones anteriores (la de los patriarcas o varios personajes del Tanaj) podían concebir desde los 8 años. Los comentaristas dicen que esto era por la ayuda del cielo y era considerado un milagro. Y como nos enseñan los sabios: no fijamos la halajá de acuerdo a los milagros. 

lunes, 7 de mayo de 2012

Sanhedrín 68 - Ben Sorer uMoré

En el libro de Dvarim encontramos: 21:18 Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere; 21:19 entonces lo tomarán su padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde viva; 21:20 y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho. 21:21 Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá. 

Estos 4 versículos nos acompañarán durante un tiempo en este nuevo capitulo del tratado de Sanhedrín. Será una gran oportunidad para demostrar la calidad interpretativa de los sabios talmúdicos. El caso es el siguiente: La Torá, documento que tiene textos de hace casi 3000 años, nos comanda para el caso en el que uno de nuestros hijos sea insolente con sus padres y no los escuche los mismos deben llevarlo ante los ancianos de la ciudad, los jueces, y éstos deben mandar a matarlo. Así de cruda es la Torá. Ante la "rebeldía" juvenil, el castigo que aquí aparece es la muerte (y la más dolorosa de las muertes). A este joven personaje rebelde se lo conoce como Ben Sorer uMoré

Veremos a lo largo de los próximos días cómo los sabios se sentían incomodos teológica y moralmente con este fragmento de la Torá. Los sabios tenían un problema. Es casi imposible anular una ley de la Torá, por lo cual los sabios no podían obviar o erradicar esta reglamentación. Lo que podían hacer, y así lo hicieron, es reintepretar el texto para hacer casi imposible la implementación de esta ley. Sin más preámbulos pongámonos a estudiar. 

La Mishná comienza a delimitar las cosas. ¿Desde cuándo un joven puede ser un Ben Sorer uMoré? Desde que le salen dos pelos siendo que los mismos "le dan vuelta". Los comentaristas nos explican, y el mismo Talmud, que esto fue dicho en Lashón Nekiá, en lenguaje limpio. Rabi Jia nos dice que en realidad los sabios hablan de los pelos de abajo y no los de arriba, los que bordean al aparato reproductor masculino y no a los de la barba. Desde el momento que allí salen dos pelos (señal de maduración que según instituyeron los sabios es alrededor de los 13 años) hasta que se forma como una corona al rededor del falo. Ese tiempo que tarda entre el primer crecimiento hasta la formación de la "corona" es el tiempo que uno es susceptible de ser muerto por Ben Sorer uMoré


Aquí claramente vemos una delimitación del concepto de "hijo" que aparecía en la Torá. Un niño menor a 13 años y un día no puede ser acusado de rebelde y contumaz, ni tampoco lo puede hacer un "Ish", un muchacho mayor. Con esto, los sabios achican a tan solo un par de meses el tiempo en la cual un joven puede ser acusado conforme a la ley de la Torá. 


Ahora, la segunda y gran delimitación que anula más de un 50% de posibilidades de que esta ley sea aplicada es la siguiente. La Torá dice "ben - hijo" y los sabios dicen que como dicen hijo (masculino) esto elimina a las banot - hijas. Si bien esto se adapta a la literalidad del texto en muchos lugares del Talmud al hablar de los bnei Israel (hijos de Israel), por ejemplo, no se lo entiende refiriéndose solamente a los hombres sino a todo el colectivo y simplemente fue redactado así por una conveniencia lingüística. Por este motivo vemos que la eliminación de las mujeres de esta ley es una intención deliberada de los sabios por intentar impedir cada vez más  que esta ley brutal se lleve a cabo. 

domingo, 6 de mayo de 2012

Sanhedrín 67 - Mesit y Madiaj


Estamos terminando este séptimo capítulo del tratado de Sanhedrín. 

De los últimos en ser lapidados serán en este caso serán: el mesit y el madiaj. Ambos incitan a otros a realizar Avodá Zará, a prosternarse o a ofrecer sacrificios o inciensos a otros dioses. Tanto como es castigado el individuo de la comunidad de Israel, tanto hombre como mujer, que realiza idolatría es también castigado el que incita, el que pervierte a otros de la comunidad a seguir sus prácticas idolátricas. El mesit es el que pervierte y trata de incitar a otro judío, a uno solo, a cometer idolatría diciéndole, por ejemplo, “vayamos y ofrezcámosle sacrificios a tal o cual deidad”. El madiaj es el que pervierte a una ciudad entera o a una multitud de judíos. Cualquiera de las personas que se la encuentre culpable de incitar a otros a realizar idolatría es muerto por Skilá. Estas leyes se aplican también a los falsos profetas (esta cuestión debe leérsela puntualmente en el contexto histórico donde más de un personaje, entre ellos Jesús, se proclamó profeta de Israel).

Y ahora sí, los últimos en morir: Los magos. Hace unos días estudiamos como diferentes cuestiones relacionadas con la necromancia o las prácticas del estilo de la brujería eran condenadas. El Talmud presenta ahora que la magia, en sentido general, debe ser desaconsejada. Abaye, sin embargo, es más meticuloso y comprende que las leyes de la magia son parecidas a las de Shabat. En ambas hay cosas que están prohibidas y que se castigan con Skilá, otras están excentas de castigo pero están prohibidas y otras cosas están totalmente permitidas. Si alguien realmente hace “magia” (se entiende acá que invoca poderes sobrenaturales para realizar sus trucos) esta persona debe ser muerta por lapidación (Skilá), si alguien hace una ilusión está exceptuado de la muerte pero igual se le está prohibido que realice dichas prácticas por la similitud que tiene con la magia. 

Finalmente ¿Cuáles son las cuestiones mágicas que están permitidas? Abaye da un ejemplo y nos dice que puede ser como las que hacían Rabi Janina y Rabi Oshaia cada tarde antes de Shabat, en las cuales se juntaban a estudiar las leyes de la creación (del Sefer Haietzirá) y creaban un animal y luego se lo comían (sí, señores estas historias de la literatura fantástica también aparecen en el Talmud). En la Halajá queda codificado que se permite, en primer término, realizar estas “artes oscuras”, que se encuentran por encima de la naturaleza, si están hechas en nombre del Cielo (Leshem Shamaim). No obstante, los legisladores de la halajá nos indican que estas practicas no deberían seguirse a menos que sea para salvar a muchos o para realizar una gran Mitzvá. Recordemos que esta idea de la creación de seres animados o de cosas ex nihilo a través de la permutación de las letras del nombre inefable de Ds se encuentra muy presente en la literatura judía medieval. Incluso más, el famoso Golem del Maharal de Praga del siglo XVI fue, según el mito judío creado por esta permutación de letras (una historia similar a la del Golem se encuentra también en el Talmud).

Adran Alaj Arbá Mitot, volveremos a ti “arbá mitot”.

viernes, 4 de mayo de 2012

Sanhedrín 66 - Maldiciendo y las virgenes

Hoy en nuestro post analizaremos las dos Mishnaiot que se encuentran en nuestro Daf con sus correspondientes explicaciones del Talmud. Vamos con la primera.

Las maldiciones. Está prohibido maldecir a nuestros padres y nuestras madres invocando el nombre de Ds. Cualquier hijo o hija que maldiga a uno de sus padres invocando uno de los nombre de Ds, y no uno de sus atributos como “Rajum (misericordioso)”, debe ser lapidado. La tradición judía es muy estricta con respecto a las maldiciones y al respeto de todos nuestros “mayores”. Cuando maldecimos invocando el nombre de Ds, nuestras palabras crean realidades. Como está prohibido maldecir a nuestros padres también está prohibido maldecir al Nasí, al príncipe de Israel, o a un sabio director de una academia de estudios judaicos. 

Elohim, un caso interesante. En la Torá esta escrito “VeElohim LoTekalel – y a Elohim no maldecirás”. Los sabios del Talmud, en este caso Rabi Ishmael y Rabi Akiva discuten sobre a qué se refiere la Torá con Elohim. Rabi Ishmael, aquel sabio que dice que la Torá fue escrita en el lenguaje del hombre, nos dice que Elohim en ese versículo no se refiere a Ds (por ser éste uno de sus nombres) sino que se refiere a los jueces (y Elohim significaría allí tan solo “los fuertes” como la traducción literal del término refiere). Rabi Akiva, sin embargo, nos dice que allí Elohim significa Ds mismo. O sea la discusión es ¿A quién no se debe maldecir: a los jueces o a Ds? Finalmente algunos legisladores seguirán la postura de Rabi Akiva y otros la de Rabi Ishmael pero en definitiva no tiene importancia ya que hay otros pasajes en la Torá que también nos prohíben por un lado maldecir a Ds y otros que nos prohíben maldecir a los jueces.

La segunda Mishná: trata sobre un hombre que abusa de una muchacha virgen comprometida con otro hombre. En resumidas cuentas nos dicen los sabios que este hombre debe ser lapidado. Ahora analizaremos un caso interesante. ¿Qué pasa si 10 hombres abusan de ella y todavía ella se mantiene virgen? ¿Los 10 deben morir lapidados, o solo el primero, o ninguno? Como se imaginaran diversas opiniones aparecen en el Talmud. Pensémoslas un momento. 

Nuestra Mishná estipula que quién se acuesta con una VIRGEN, ya comprometida con otro hombre, debe morir por lapidación. Lo que la Mishná no hace es aclarar si esta relación sexual implica o no la perdida de la virginidad, ya que pueden tener una relación sexual, Sheló Kedarká (por ejemplo anal), y la muchacha así no perdería la virginidad, según el entendmiento de nuestros sabios. Entonces si 10 personas se acuestan con ella ¿cuál debe ser su castigo? La halajá queda de la siguiente manera: Si las 10 relaciones fueron Sheló Kedarká, por lo cual la muchacha violada continúa siendo virgen los 10 hombres deben morir por lapidación. En cambio si las relaciones sexuales son Kedarká perdiendo así su virginidad con el primero de los 10, solamente éste debe ser lapidado mientras que los restantes deben ser muertos horcados. Creo que este fue un buen ejemplo para entender cómo los sabios del Talmud piensan y analizan las situaciones, por más horrendas que sean.

jueves, 3 de mayo de 2012

Sanhedrín 65 - Bal Ob e Iedoni


Siguen nuestras Mishnaiot y sus correspondientes Guemarot discutiendo en torno a diferentes personas que por sus transgresiones merecen la pena máxima de Skilá. La Torá prohíbe la magia o mejor dicho la magia negra, no así el ilusionismo. Hoy en día llamamos muchas veces magia al ilusionismo pero en la edad antigua y en el medio evo, tiempos donde se redactó el Talmud, la magia era duramente criticada por ser parte de las prácticas paganas. Recordemos los acontecimientos en torno a los jartumim, los “magos” o “hechiceros” del Faraón de Egipto que intentaron copiar, invocando a sus dioses, las plagas que Ds había hecho caer sobre sus tierras. 

En nuestra Mishná se nos mencionan dos clases de “magos”, o mejor dicho “brujos”. A unos se los conoce como los Bal Ob, que la Guemará los describe como los que hablan con los muertos y luego reproducen sus dichos y, por otro lado los Iedoni son aquellos que, también a través de la magia, colocándose huesos en las bocas o prendiendo inciensos, llaman a diversos espíritus (o algo similar) para poder predecir el futuro. Tanto los unos como los otros, por incurrir en prácticas paganas condenadas por el Talmud son penados con la lapidación y quien consulta con estos personajes que utilizan la necromancia para predecir el futuro por ejemplo, reciben latigazos por parte de un tribunal rabínico. 

Doresh el Hametim. El judío promedio que no se dedica a estas prácticas consideradas paganas pero que aún así va a los cementerios a consultar algo a los muertos (al parecer era una práctica más que común) debe ser castigado con latigazos por las autoridades para que no vuelva a hacerlo. Al parecer los sabios se preocuparon mucho por impedir que los vivos, “entren en contacto” con los muertos. Bien pudieron haberlo hecho para evitar caer en el paganismo, en el esoterismo o incluso en la locura, o bien lo hicieron para “separar” a los mundos. Una cosa son los vivos y otra son los muertos. Y el judaísmo se ocupa de este mundo. No son los muertos los que deben guiar nuestros pasos sino que los vivimos debemos hacernos cargo de nuestro propio mundo. 

Turnusrufus y Shabat. Hay un personaje que se repite en muchos midrashim y es: turnusrufus. Al parecer era un capitán del ejército romano que tenía mucho contacto con Rabi Akiva y que siempre le hacía preguntas provocadoras. En este caso le pregunta ¿Qué tiene de especial el día de Shabat de cualquier otro día? A lo que Rabí Akiva le pregunta ¿Qué tiene de especial un hombre sobre otro hombre? A lo que Turnusrufus le contesta: así lo ha decidido el Cesar (por ejemplo que él haya sido nombrado capitán). Rabi Akiva, siempre con un humor inteligente le dice: así ocurre con Shabat, así fue decretado por nuestro Señor, por Ds. La diferencia de Shabat, reside entonces, en que así lo decidió Ds.

martes, 1 de mayo de 2012

Sanhedrín 64 - Moloj y los sacrificios humanos


וּמִֽזַּרְעֲךָ֥ לֹא־תִתֵּ֖ן לְהַעֲבִ֣יר לַמֹּ֑לֶךְ וְלֹ֧א תְחַלֵּ֛ל אֶת־שֵׁ֥ם אֱלֹהֶ֖יךָ אֲנִ֥י יְהוָֽה׃  "No darás ningún descendiente tuyo para hacerlo pasar por fuego a Moloc. No profanarás el nombre de tu D-s. Yo, Adonai. (Vaikrá 21:18)

En el contexto de las halajot con respecto a la Avodá Zará se nos habla sobre la prohibición de llevar y "pasar" a nuestros hijos a Moloj (o Moloc, es el mismo). Este Moloj que es mencionado tanto en Vaikrá como en Reyes II 23 (entre otras fuentes) era al parecer una deidad pagana y el Talmud discute si, más allá de que esté prohibida su adoración o sus ritos, si está dentro de la categoría de Avodá Zará o no. Hasta nuestros días no se sabe exactamente quién era este Moloj y cómo se lo adoraba. En el Talmud hay diversas opiniones de cómo se le rendía culto, Abaye y Rabá discuten al respecto, y Rashí al explicar este versículo toma partido por la versión del primero. Al parecer era una costumbre que el padre entregue a su simiente (y el Talmud especifica que se refiere a los hijos únicamente) a los sacerdotes paganos y estos hacían pasar a los niños por medio de dos grandes fogatas de fuego (según Abaye) o bien los hacían saltar una pozo prendido fuego (según Rabá). En defintiva según estos sabios los niños seguían vivos. El Ramban, un gran comentarista español del siglo XI, dice sin embargo que los niños eran muertos en el fuego. Esta opinión es más plausible según varios exégetas y académicos modernos. La gente entregaba a sus hijos como ofrenda a aquella deidad. 

Desde la Torá, como pueden leer en el primer versículo, hasta el Talmud los sabios de Israel prohíben definitivamente caer en estas costumbres paganas. Por un lado por la idolatría que esta práctica conlleva pero también diferenciada de otras prácticas idólatras, esta práctica es particularmente detallada y reglamentada por su brutalidad y barbarismo. La Torá, como explica el Rambam, permite los sacrificios de los animales como ofrendas a Ds porque esa era la costumbre establecida entre los pueblos y nadie, incluso Ds, puede hacer que las personas, en este caso el pueblo de Israel, cambien de un día para el otro sus ritos y sus costumbres.

La Torá prescribe la santidad de la vida y según muchos sabios cuando el ángel detiene la mano de Abraham en el momento que estaba por sacrificar a su hijo se funda allí la sacralidad de la vida humana y la prohibición definitiva de los sacrificios humanos como ofrendas a Ds.